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El PP lleva al Congreso incentivar un modelo de construcción modular, más rápido y con menos carga fiscal

Un trabajador de la construcción, en una fotografía de archivo.

Cristina G. Bolinches

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Acelerar el mercado inmobiliario con viviendas que son más rápidas de construir, vía ventajas fiscales. El Partido Popular ha llevado este debate al Congreso al proponer incentivos para la construcción de viviendas con componentes modulares. Los ha incluido en las enmiendas presentadas en la Cámara Baja a la Ley de Presupuestos Generales del Estado 2022, donde introduce su propio Plan Estratégico de Vivienda para jóvenes, y lo hará en otros proyectos normativos, como los ligados a la rehabilitación del parque de inmuebles, financiada con fondos europeos.

En ese plan, incluye medidas de calado muy diferente. Por ejemplo, “un Fondo específico que otorgue garantías estatales a arrendatarios y arrendadores sobre préstamos para reestructuración o rehabilitación energética que tengan como destino la primera vivienda”. Y, también, estos incentivos para agilizar el proceso de edificación de las viviendas.

En esas enmiendas, propone “incentivos a la industrialización MMC (Métodos modernos de construcción) con el fin de aumentar la oferta gracias a una reducción de los plazos de construcción”. 

El PP no habla de casas modulares “de catálogo”, según explica a elDiario.es su portavoz de Vivienda, Ana Zurita, sino de sistemas modulares, ya sean elementos de construcción para fachadas o de cubiertas, por ejemplo, “que abaraten costes”. “Los precios son el sumatorio del suelo, de la gestión de la construcción y si queremos bajar los costes no es solo abaratar el suelo, sino que el coste de la construcción en sí sea más bajo”, indica Zurita.

En este caso, busca impulsarlos a través de una fiscalidad más beneficiosa para fabricantes y clientes de este tipo de viviendas, que dejan de lado el ladrillo como método de construcción. “Se busca incentivar fiscalmente la construcción con sistemas modulares, además de incentivar la reducción de costes, de plazos de ejecución de obras y de uso de materiales reciclados”, asegura.

Entre los conceptos que se busca incentivar está también la mejora de los índices de transmisión térmica, las mejoras en el ciclo de vida útil y la digitalización de los procesos constructivos, indica la formación política. Y, en cuanto a los incentivos estrictamente económicos, el PP plantea rebajas en los tipos impositivos, tanto para empresas fabricantes como constructoras, y la  reducción de la base imponible en el caso de los usuarios de estos sistemas o materiales.

Estos incentivos a la construcción modular, al menos de momento, no están contemplados en el anteproyecto de Ley de Vivienda que hace unas semanas aprobó el Consejo de Ministros y que tiene que tramitarse en las Cámaras a lo largo del próximo año.

Opción para construir en el medio rural

“Claro que es una forma de acelerar la construcción. Es como un mecano, puede acelerar y generar dinámicas interesantes”, explica Alejandro Inurrieta, ex asesor del Ministerio de Economía, doctor en Económicas y expresidente de la Sociedad Pública de Alquiler. 

Inurrieta percibe los MMC como una alternativa útil, sobre todo, para el medio rural. “En la España vaciada, muchos alcaldes te dicen que no pueden atraer a gente porque no tienen vivienda. En esos pueblos construir es complicado pero hay mucho suelo y espacio disponible y pueden hacer vivienda modular. Hoy en día, estos sistemas tienen calidad y una gran eficiencia energética”.

“Lo recomiendo para zonas determinadas, donde hay necesidades de vivienda o de fijar población. No son nada denigrante. Esto no son barracones, son eficientes y mucho más baratas de mantener”, argumenta. “En España todavía hay una psicosis del ladrillo y de la construcción tradicional. Pero es que no se puede gestionar la vivienda pensando solo en el sector de la construcción. Hay que facilitar vivienda”.

Eso sí, Inurrieta no contempla como una opción beneficiosa impulsar la construcción modular a través de una fiscalidad más laxa. “Los incentivos fiscales no funcionan. No es una cuestión de incentivos. La vivienda modular es una solución rápida cuando hay personas que necesitan vivienda rápidamente. Una vivienda modular bien hecha, no se tarda nada en construir”.

En cambio, considera que es una opción para impulsar el parque de vivienda pública. “Lo pueden hacer entidades públicas, los ayuntamientos, porque son mucho más fáciles de mantener. Si eres un casero público, te interesa hacer este tipo de viviendas, sobre todo cuando hay suelo disponible”, recalca. 

¿Qué son los Métodos Modernos de Construcción?

Se trata en líneas generales de construcción modular, ya sea mediante paneles planos, aislamientos y cerramientos ya prefabricados o módulos fabricados en 3D, entre otros. 

En España, este tipo de construcciones son minoritarias. Sin embargo, en otros países como Suecia alrededor del 45% de todas las viviendas de nueva construcción emplea este tipo de técnicas, según un informe publicado por la consultora Savills Aguirre Newman. Porcentaje que se eleva al 80% en caso de las casas unifamiliares. En Japón, según el mismo informe, cada año se construyen entre 150.000 y 180.000 viviendas mediante Métodos Modernos de Construcción.

El problema de estos MMC es el coste. “En muchos mercados internacionales el uso de las MMC tiene un coste más elevado que el de la construcción tradicional, lo que ha desincentivado el cambio”, asume la consultora, que no cifra el sobreprecio. Sí indica que, en Reino Unido, el número de viviendas construidas con esta metodología es, actualmente, el 10% del total, pero alcanzará el 20% al final de esta década. Y otros mercados significativamente diferentes, como Dubai, exigirán que, en 2025, la cuarta parte de los componentes de un edificio estén fabricados con 3D. 

Precisamente, en Reino Unido, la Cámara de los Comunes publicó en 2019 un informe sobre estos Métodos Modernos de Construcción y su posible efecto en el mercado inmobiliario. En este caso, ve este tipo de metodologías como una opción que encaja con la construcción de vivienda social asequible -con planes de hasta 300.000 inmuebles al año- porque dado el volumen reduce los costes y da certidumbre a la cadena de suministro. 

Este informe sí apunta datos de cómo estos métodos de construcción pueden acelerar los tiempos entre un 20% y un 60% y que un desarrollo de estas tecnologías, un mayor uso, puede rebajar sus costes entre un 20% y un 40%, entre otros motivos porque se reduce la mano de obra que se necesita en una obra. También, apunta, al ser materiales fabricados en muchos casos en fábricas, se mitiga la siniestralidad del sector.

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