Ryanair y sus tripulantes de cabina no llegan a un acuerdo en el SIMA y mantienen la huelga
Continúa el conflicto laboral de Ryanair tras la última huelga de tripulantes de cabina (TCP) y pilotos en Alemania el pasado 12 de septiembre. Los representantes de los TCP en España se han reunido este lunes con la dirección de la compañía en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA) para acercar posturas antes de la convocatoria de huelga del próximo 28 de septiembre sin éxito.
Para los representantes sindicales “no ha cambiado nada desde la última huelga”, sostiene Pedro Alzina, portavoz de USO. Añaden que la “llave” para solucionar este conflicto la tiene el Gobierno, sin embargo, creen que “no están haciendo todo lo que está en su mano para proteger los derechos de los 1.800 trabajadores de la aerolínea”.
“Traer a Ryanair de la alegalidad y, en algunos casos, de la ilegalidad está costando trabajo”, señala Antonio Escobar, portavoz de SITCPLA. Explica que “intentarán establecer un acuerdo” en la reunión del próximo 20 de septiembre con la Dirección General de Trabajo.
Los tripulantes de cabina, representados por los sindicato USO y SITPCLA en España; UILTrasporti y FILT-CGIL en Italia; el SNPVAC portugués; CNE/LBC belga y FNV de Países Bajos secundarán la huelga con el objetivo de que la compañía cumpla con la normativa laboral de cada país en el que opera. Han anunciado esta nueva movilización dado el “buen resultado de seguimiento de las diferentes huelgas estivales, pero la nula reacción de la empresa”, destaca USO.
Los motivos de la huelga
El conflicto entre los sindicatos y la aerolínea Ryanair –por la que los trabajadores de cabina (TCP) han convocado una huelga el día 28 de septiembre junto con el resto de países en Europa en la misma situación– parte de que la empresa se rige por la legislación laboral irlandesa, pese a que tiene 1.800 trabajadores ubicados en su sede española. Estar bajo la legislación irlandesa supone una rebaja de los derechos laborales de los trabajadores españoles.
Los TCP de Ryanair contratados antes del año 2012 están obligados por contrato a cotizar bajo la Seguridad Social irlandesa, lo que no les da derecho a paro ni a una prestación por jubilación en España, tampoco a una sanidad pública. En Irlanda tampoco tienen derecho a sanidad porque no residen allí. Como consecuencia de ello, la mayoría de los afectados tienen que contratar seguros sanitarios privados, que se costean ellos mismos para tener cobertura en España.
Además, los 1.800 trabajadores de Ryanair en España están obligados por contrato a abrir una cuenta corriente en Irlanda donde tienen que domiciliar su nómina. Por tanto, cuentan con muchas dificultades a la hora de solicitar productos financieros, como una hipoteca en España, según fuentes sindicales.
Al estar contratados bajo la legislación irlandesa, según los sindicatos, los trabajadores cuentan con menos días de vacaciones (20 días en lugar de 30) y no tienen reconocidos ciertos derechos como permisos laborales por diferentes motivos, además de la obligatoriedad de “la renuncia forzada de los trabajadores de acudir a los tribunales españoles en favor de los irlandeses”.
Un verano marcado por los paros de los trabajadores
La convocatoria del 28 de septiembre llega tras un período estival en el que se han realizado paros en países europeos como España, Irlanda, Suecia, Bélgica, Alemania y Países Bajos. No es la primera vez que los trabajadores de la compañía van a la huelga en estos términos.
El pasado 12 de septiembre los pilotos y TCP de Ryanair en Alemania secundaron un paro de 24 horas. El 10 de agosto los pilotos de diferentes puntos de Europa llevaron a cabo la mayor huelga de pilotos de la historia de la aerolínea tras la huelga llevada a cabo en España el 25 y 26 de julio por los TCP.