La portada de mañana
Acceder
Sánchez impulsa una regeneración que incluye una reforma del Poder Judicial
La fumata blanca de Sánchez: cinco días de aislamiento, pánico y disculpas al PSOE
Opinión - ¿Y ahora qué? Por Marco Schwartz

La Seguridad Social reduce el déficit a los 11.192 millones, el más bajo desde 2013

Laura Olías

0

Los números rojos de la Seguridad Social se redujeron con fuerza en 2021. El déficit mermó más de lo previsto el año pasado y cayó al 0,93% del PIB, 11.192 millones de euros, según los datos difundidos este jueves por el Ministerio que dirige José Luis Escrivá. Se trata del déficit más bajo desde el año 2013, que cae por primera vez desde entonces por debajo del 1% del PIB. La Seguridad Social destaca que la cifra ha quedado por debajo de lo esperado gracias al fuerte aumento de ingresos en cotizaciones sociales, también alimentos por transferencias del Estado.

Las cuentas de la Seguridad Social presentaron así un saldo negativo, a 31 de diciembre de 2021, de 11.192 millones de euros, “acelerándose la reducción del déficit respecto a años anteriores”. Desde 2016 el déficit del organismo se está contrayendo, pero el descenso de este último año es el más abultado.

“Tanto en términos absolutos como en términos relativos, la cifra de cierre del ejercicio es menor a la inicialmente prevista en los Presupuestos Generales del Estado, que estimaba un desequilibrio del 1,2% del PIB”, recuerda la Seguridad Social.

Fuerte aumento de los ingresos por cotizaciones

El Ministerio explica la mejoría “principalmente en el crecimiento de las cuotas a la Seguridad Social, que aumentaron en más de 12.000 millones (un 10%), más del doble del incremento del 4,3% previsto en los Presupuestos de 2021”.

En términos absolutos, los ingresos por cotizaciones sociales ascendieron en 2021 a 131.990 millones de euros, impulsados sobre todo por el aumento de las cotizaciones de los trabajadoes, indican en el Ministerio, “que experimentaron un incremento interanual del 9,47% (10.460 millones de euros más)”.

Si se mira su relación con el PIB, los ingresos por cotizaciones sociales supusieron un importe equivalente al 11% del Producto Interior Bruto, “lo que supone la cifra más alta de la historia, situándose 1,5 puntos del PIB por encima del registrado en el año 2016”, destaca el Ministerio.

Transferencias a la Seguridad Social

Además, la Seguridad Social recibió transferencias que ascendieron a 47.991 millones de euros, con un incremento del 5,30% interanual. La partida más significativa corresponde a las transferencias recibidas del Estado y Organismos Autónomos que suma un total de 36.112,31 millones (un 0,89% más), “siendo las más representativas las recibidas para dar Cumplimiento a la Recomendación Primera del Pacto Toledo”, explica el Ministerio, por la que se pagan a través de impuestos los llamados “gastos impropios” que hasta ahora asumía la Seguridad Social mediante las cotizaciones sociales.

Estos fondos transferidos también “han financiado el Ingreso Mínimo Vital por un importe conjunto de 16.945 millones de euros”, indica la Seguridad Social.

En cuanto a los gastos, destaca como siempre que la mayor partida (160.588 millones) corresponde a pensiones y prestaciones contributivas, con un aumento de un 5,4% (8.229 millones de euros más). “En un análisis detallado del área contributiva, el gasto en pensiones (incapacidad permanente, jubilación, viudedad, orfandad y en favor de familiares) aumenta en un 4,9% hasta los 138.459 millones de euros”, detalla la Seguridad Social.

Respecto a los subsidios de incapacidad temporal, el gasto total aumenta un 5,1% respecto al mismo periodo del año anterior, hasta alcanzar los 12.497 millones de euros. “Del total, 1.677 millones de euros corresponden a los procesos derivados de la COVID-19, asimilados a una baja por accidente de trabajo, lo que supone una mayor protección para el trabajador y la empresa”, indica el Ministerio.

El gasto en las prestaciones por nacimiento y cuidado de menor se incrementó un 16% respecto al año anterior, hasta alcanzar los 3.499 millones. El gran aumento es fruto principalmente de la ampliación del permiso del segundo progenitor, antes “permiso de paternidad”, de las 12 a las16 semanas desde el 1 de enero de 2021.

Además, se gastaron 3.577 millones de euros corresponden a Ingreso Mínimo Vital y prestaciones familiares, “un 62% más respecto del año anterior”, en el que apenas comenzó a desplegarse la renta mínima estatal, desde junio.