La 'tractorada' llega a Bruselas: los agricultores protestan ante los líderes de la UE
Las bocinas comenzaron a escucharse en las calles de Bruselas antes de la medianoche del miércoles y se prolongaron hasta entrada la madrugada. No había amanecido aún y la Plaza de Luxemburgo ante el Parlamento Europeo ya estaba caldeada con las protestas de los agricultores que han llegado a la capital comunitaria desde todo el continente coincidiendo con la reunión de los líderes de la UE, que se celebra a apenas un kilómetro de distancia. Centenares de tractores han bloqueado las calles aledañas a la sede de la Eurocámara en un gesto simbólico contra el “exceso de regulación” a las puertas de las elecciones europeas.
“Se acercan las elecciones europeas y todo el mundo va a querer usar a los agricultores, por un lado o por otro. Tenemos que ser inteligentes, poner nuestras reivindicaciones sobre la mesa y apretar todo lo que podamos”, ha expresado el responsable de Asaja en Bruselas, José María Castilla, en declaraciones a los periodistas en el epicentro de la protesta, donde de cuando en cuando se escuchan petardos y el olor a pólvora se ha apoderado de la zona.
¿Qué reivindican los agricultores? Lo principal es una paralización de la legislación medioambiental. La UE ha centrado esta legislatura en la agenda verde con el objetivo de cumplir con la reducción de las emisiones en un 40% hasta 2030 y la neutralidad climática a mitad de siglo. Pero esa situación ha tenido repercusiones en la economía del campo, azotada también por la subida de los precios, especialmente de los carburantes.
“No podemos más. Estamos asfixiados. Cada semana tenemos una propuesta de la Comisión Europea distinta”, se ha quejado Castilla, que ha puesto fecha a la petición: dos años de relajación legislativa. Esa medida la reclamó hace meses el Partido Popular Europeo, que se ha alejado de la política que ha hecho el gobierno comunitario que pilota su correligionaria Ursula von der Leyen. Pero, como ha dicho Castilla, se acercan las elecciones europeas y las fuerzas políticas tratan de sacar tajada.
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, se pasó por la zona de las protestas en la noche del miércoles. De hecho, se encontró con el representante de ASAJA y estuvieron conversando un rato, como se observa en la fotografía que acompaña el tuit del portavoz del gobierno húngaro. El vicepresidente de Castilla y Léon, Juan García-Gallardo (Vox), ha viajado a Bruselas para hacerse la foto en la protesta de los agricultores. También han acudido la portavoz del PP, Dolors Montserrat, y el eurodiputado Juan Ignacio Zoido. “A los agricultores que están fuera: os vemos y os oímos. Si queréis que vuestra voz se oiga, haced que se oiga también en junio, cuando votéis para las elecciones al Parlamento Europeo”, ha dicho esta mañana la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola (PPE).
El malestar en el campo está siendo un catalizador para la extrema derecha. Son conscientes los jefes de Gobierno, que tratan de calmar las aguas en sus países, y también en la Comisión Europea, que ha anunciado esta misma semana las primeras medidas para tratar de apaciguar a los agricultores. “No me sirve de nada un diálogo estratégico antes de las elecciones”, ha expresado Castilla sobre la iniciativa anunciada por Von der Leyen en el debate del estado de la Unión y que tuvo su primera reunión la semana pasada. “Dignidad y respeto”, es una de las cosas que ha pedido y que se traduce básicamente en que se recuperen las negociaciones con el sector.
La otra exigencia de los agricultores son las “cláusulas espejo”, es decir, que se exija a los productos que vienen de fuera los mismos estándares regulatorios en materia laboral, fitosanitaria o medioambiental que en la UE. Y es ahí donde se ha abierto el eterno melón de Mercosur. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha planteado que se bloqueen las negociaciones de ese acuerdo. “Este tratado comercial no puede ser ratificado en su forma actual. No podemos tener una situación en la que imponemos regulaciones medioambientales a los agricultores (europeos) y luego permitimos importaciones de países que no tienen esas mismas”, se ha sumado el irlandés, Leo Varadkar.
Varios líderes de la UE se han hecho eco del malestar de los agricultores a su llegada a la sede del Consejo Europeo tras haber esuchado en la noche los pitos de los tractores. “Tenemos que poder discutir en el Consejo este tema porque las preocupaciones que tienen son parcialmente legítimas”, señaló el belga Alexander de Croo: “La transición energética es una prioridad clave para nuestras sociedades, pero tenemos que asegurar que los agricultores pueden ser socios en esto. Han hecho increíbles esfuerzos el último año, se han adaptado a los nuevos estándares. Tenemos un largo camino por delante y tenemos que asegurarnos que pueden ser socios”.
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