Santander destinó 358 millones de euros a iniciativas de banca responsable en 2018
El Grupo Santander es uno de los bancos más activos en la adopción de criterios éticos en su relación con la sociedad. En 2018, destinó 358 millones de euros a iniciativas destinadas a proyectos sociales inclusivos. Tal como explica en su último Informe de banca responsable, Santander ha establecido como su misión principal contribuir al progreso de las personas y las empresas en todos los países donde está presente, haciendo que su crecimiento sea “inclusivo y sostenible”.
El término “inclusivo” significa “atender a las necesidades de los clientes; ayudar a los emprendedores a crear empresas y empleo; fortalecer las economías locales y favorecer que las personas reciban la educación y formación que necesitan”. Sostenible consiste en “financiar energías renovables y apoyar el desarrollo de infraestructuras y tecnología más eficientes, teniendo en cuenta los riesgos y las oportunidades sociales y medioambientales” de sus operaciones.
La pérdida de confianza derivada de la crisis financiera de 2008 abrió el camino hacia la denominada “banca responsable”. Aunque no se trataba de un concepto nuevo, ponía sobre la mesa el papel que debe representar el sector financiero como motor de la economía, el progreso y el bienestar. No en vano, los bancos representan dos tercios de la financiación a nivel mundial y su actividad es clave para plantar cara a los nuevos desafíos de la sociedad.
Pero, ¿qué significa ser un banco responsable? El objetivo principal es liderar proyectos que ayuden a mejorar la vida de las personas, que contribuyan al desarrollo y fomenten el concepto de sostenibilidad. Los Principios de Banca Responsable promovidos por la ONU y por 28 entidades financieras fundadoras (ente ellas Banco Santander) definieron el pasado mes de noviembre en París seis campos de actuación:
- Compromiso.Ser coherentes con las necesidades de los individuos y los objetivos de la sociedad y contribuir a ellos. Para ello,los bancos se comprometen a alinear sus actividades con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el Acuerdo de París sobre Cambio Climático.
- Impacto. Identificar, evaluar y ser transparentes sobre los impactos positivos potenciales y significativos que resulten del negocio, al tiempo que se definen indicadores para reducir y mitigar los impactos negativos.
- Clientes. Fomentar prácticas sostenibles y actividades económicas que generen prosperidad compartida, tanto para las generaciones actuales como las futuras.
- Grupos de interés. Involucrar y colaborar proactivamente con los grupos de interés relevantes -reguladores, inversores, instituciones…- para alcanzar estos objetivos.
- Gobernanza y fijación de objetivos. Fijar objetivos públicos y métricas y se asignarán responsabilidades para medir la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible y cambio climático.
- Transparencia y responsabilidad. Revisar periódicamente la implantación de estos Principios e informar de forma totalmente transparente sobre los impactos positivos y negativos de la actividad, asumiendo total responsabilidad sobre los mismos.
Cada entidad establece sus propias líneas de actuación para adaptarse a estos Principios. Para Ana Botín, la banca responsable significa “contribuir al progreso de las personas y las empresas”. La presidenta del Santander está convencida de que así “no sólo creceremos como negocio, sino que ayudaremos a la sociedad a afrontar los principales desafíos globales. El valor que creamos
Como se explicaba antes, Banco Santander destinó el año pasado 358 millones de euros a iniciativas que persiguen mejorar la sociedad del futuro. De ellos, 121 millones se invirtieron en la educación superior. De hecho, es la empresa que más apoya y dedica recursos a la universidad en el mundo (Informe Varkey/UNESCO-Fortune 500) con más de 1.200 acuerdos con universidades y otras instituciones académicas en 33 países. Otros 179 millones fueron inversiones en la sociedad y 58 millones se destinaron a programas y proyectos de apoyo a las comunidades.
“Hemos recibido reconocimiento internacional por nuestro desempeño”, señalan fuentes oficiales del banco, y recuerdan que Santander es el tercer banco del mundo y el primero en Europa en el Dow Jones Sustainability Index.
Comisión de banca responsable, sostenibilidad y cultura
Santander creó el año pasado una Comisión de banca responsable, sostenibilidad y cultura para impulsar la transformación del banco. Esta novedosa iniciativa tiene como misión asesorar al consejo de administración en el diseño, promoción e integración de la estrategia de negocio sostenible. También puso en marcha una unidad especifica de Banca Responsable adscrita al equipo de presidencia que incorpora y coordina las funciones de cultura y sostenibilidad.
Para el banco “el crecimiento debe satisfacer las necesidades presentes sin poner en peligro los recursos y posibilidades de las generaciones futuras: se debe alcanzar un equilibrio entre el crecimiento económico, el bienestar social y la protección ambiental. Las entidades financieras pueden contribuir a este objetivo gestionando su propia actividad de forma responsable para ayudar a la sociedad a alcanzar sus metas. En Santander nos esforzamos por adaptarnos al nuevo entorno empresarial, impulsando a su vez un crecimiento más inclusivo y sostenible y construyendo un banco cada vez más responsable”.
