Cronología del posparto: ¿Cuánto tiempo tardan el cuerpo y la mente en recuperarse?
Las visitas prenatales y el proceso del parto son parte fundamental de los cuidados de todas las madres. Sin embargo, el periodo posparto, también denominado puerperio, es un momento crítico para la recuperación, la cura y la adaptación tanto para la madre como para el bebé al que, a menudo, no se le presta la atención necesaria.
Pero tras el parto llega un momento de transición y adaptación en el que se deben producir ajustes fisiológicos y también cambios sociales y emocionales significativos para toda la familia. Este periodo es además una fase crucial en el proceso de atención médica de una mujer y, por tanto, la atención durante este periodo es igual de importante que cualquier otra para la salud de la madre y la del bebé.
Puerperio: cambios físicos y emocionales
Este periodo posparto, conocido también como “cuarentena” o puerperio, empieza inmediatamente después del parto y dura de seis a ocho semanas —de 42 a 56 días—. Como explica el Doctor Manuel Duarez Coronado, especialista del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, “es el periodo que transcurre desde el alumbramiento y se extiende hasta que el cuerpo de la mujer recupera su estado físico y hormonal previo al embarazo, excepto de las mamas, que se preparan para la lactancia”.
Las primeras semanas tras el parto son igual de importantes que cualquier ya que la madre debe navegar entre el cuidado de un bebé (y probablemente otros pequeños), la adaptación a ciclos de sueño imprevisibles y gestionar otros cambios. Por tanto, debe tratarse como una fase más, aunque a menudo se pasa por alto.
¿Qué le pasa al cuerpo de la mujer cuando da a luz?
En el cuerpo de una mujer tras el parto pasan muchas cosas. Durante el embarazo, el cuerpo ha cambiado mucho, trabajó duro para mantener al bebé sano. Ahora que ya ha nacido, el cuerpo vuelve a cambiar.
Como enumera el Doctor Duarez, algunos de los cambios físicos más comunes que se producen en este periodo son la involución uterina, producción de loquios y secreción; cicatrización en el caso de que se haya producido desgarro o episiotomía o dolor en la incisión abdominal en el caso de cesárea; congestión mamaria entre el tercer y cuarto día, que puede causar molestia o hinchazón; estrías e hiperpigmentación y caída del cabello; eliminación del exceso de líquido retenido durante el embarazo y recuperación del peso lenta; aumento del metabolismo, lo que provoca fatiga, sudoración y sensación de calor, así como cambios hormonales que afectan al sueño y a la energía.
Pero no solo hay que lidiar con estos cambios físicos. El periodo posparto va asociado también a toda una serie de retos emocionales a los que hacer frente. El cuerpo, la mente, las emociones y las hormonas están como en una montaña rusa. Si a todo esto le sumamos la falta de sueño, las molestias y las frustraciones con la lactancia materna y las responsabilidades cotidianas, es esperable y natural que muchas madres experimenten cambios de humor.
“Los cambios emocionales son cambios de humor repentinos, ansiedad, irritabilidad, tristeza y sensación de soledad o agobio”, afirma el Doctor Duarez, y están provocados sobre todo por la suma de causas fisiológicas y psicosociales. La tristeza posparto, o baby blues, a pesar de que difieren para cada mujer, comparte características comunes.
La madre puede sentirse irritable o enfadada, o tener ganas de llorar, sentirse agobiada. Son sentimientos que “suelen desaparecer en unas dos semanas”, aclara el Doctor Duarez. Forman parte normal de todo el periodo posparto. Algo más grave es la depresión, “que persiste durante más tiempo y requiere atención profesional, con síntomas como desesperanza, falta de interés, problemas de sueño y concentración e, incluso, pensamientos de autolesión”, advierte el experto.
De acuerdo con los datos del Consejo General de la Psicología de España, en 2023 sufrieron depresión posparto entre el 21,7% y el 30.3% de las madres.
Recuperación posparto: cuidar el cuerpo y la mente
Ya hemos visto que dar la bienvenido a un bebé cambia la vida. Pero uno de los retos más importantes es navegar por la recuperación posparto. Un viaje único para cada madre que implica tanto el cuidado físico como emocional. Y aquí cobran especial importancia varios factores. La alimentación es uno de ellos. Aunque siempre es una buena opción comer bien, ahora lo es más que nunca.
La alimentación debe ser variada, pero poniendo “énfasis en asegurar una buena ingesta de proteínas, vitaminas, calcio y hierro, así como carnes magras, legumbres, cereales integrales, frutas, verduras, lácteos y grasas saludables”, afirma el Doctor Duarez. También es muy importante beber mucha agua para mantenerse bien hidratada, especialmente si se sigue la lactancia, así como optar por “métodos de cocción sencillos como la plancha, el asado o el horneado”.
¿Cómo se puede recuperar el cuerpo tras el embarazo y el parto? La recuperación física es clave. Para este periodo, “se recomiendan ejercicios de bajo impacto, como caminar y natación, además de ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico (ejercicios Kegel), respiración profunda e hipopresivos”, afirma el Doctor Duarez, que además recomienda “empezar con suavidad y aumentar la intensidad progresivamente y evitar ejercicios de alto impacto o que generen mucha presión abdominal, hasta que el suelo pélvico y los músculos abdominales estén preparados, que suele ser normalmente después de las seis a ocho semanas”.
Volver a la normalidad también pasa por saber cuándo reanudar la actividad sexual. Cada mujer tiene un proceso de recuperación distinto y el momento dependerá de cómo se sienta, aunque es “recomendable esperar entre cuatro y seis semanas tras el parto para reanudar las relaciones sexuales con penetración, para permitir que el cuerpo se recupere”, afirma el Doctor Duarez. El cuerpo necesita tiempo para recuperarse, para que cicatricen posibles desgarros o episiotomía, para que los loquios cesen. Durante este tiempo, la comunicación con la pareja es clave, para este y otros aspectos igual de importantes.
Y es que es fundamental que la pareja ayude “a través del apoyo emocional, en el cuidado del bebé y de las tareas domésticas, así como a la hora de practicar una comunicación abierta, hablando sobre sus necesidades y expectativas”, afirma el Doctor Duarez. Además, es clave que la pareja “tenga paciencia con los cambios físicos y psicológicos del puerperio, escuchar y validar los sentimientos”.
