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Ecodiseño o cómo hacer los envases más sostenibles para acabar con el plástico

Gracias al ecodiseño, las botellas de plástico ahora pesan, de media, un 18% menos que hace unos años.

Cristina Castañer

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Algo está cambiando en las estanterías de los supermercados: el cacao en polvo Nesquick ahora se presenta en papel y el detergente líquido de Skip ya viene sin dosificador. No es casual que dos marcas tan conocidas hayan decidido reducir la cantidad de plástico en sus envases, se trata de un reto global: al tiempo que el consumidor toma mayor conciencia sobre los problemas medioambientales, las empresas trabajan para contribuir al cuidado del planeta. “Queremos ser parte de la solución y aceleradores de este camino hacia la economía circular, pero es necesaria la implicación de todos los agentes de la sociedad. Los consumidores tienen aquí un papel importante en la posterior gestión de los residuos para facilitar el reciclado; todos los eslabones tienen un rol que jugar”, indica Pedro Ruiz, especialista en Sostenibilidad Ambiental de Nestlé España.

En el caso de las compañías, ese papel pasa por reducir al máximo su huella ambiental; un impacto que no solo tiene que ver con la fabricación del producto en sí, sino que se extiende a todos los aspectos relacionados con su producción como, por ejemplo, la elaboración de los envases que los contienen.

Ante este contexto, cada vez son más las empresas que están implementando medidas de ecodiseño; es decir, concebir el envase que albergará el producto, desde la misma fase de diseño, para que el impacto ambiental asociado a su producción, distribución, uso y gestión como residuo sea el menor posible. “Se trata de visualizar las características que se le exigen a los envases (protección del producto, atractivo comercial…) y, partir de ellas, seleccionar posibles materiales, y diseños que tengan un compromiso entre cubrir dichas características y minimizar el impacto ambiental”, asegura Carlos Enguix de AINIA, un centro tecnológico que estudia soluciones para mejorar los envases comerciales.

El inicio del círculo

Si tenemos en cuenta que el 80% del impacto ambiental de un envase se produce en la fase de diseño, los esfuerzos por consumir menos materias primas empiezan durante su fabricación. “El compromiso incluye aspectos como la búsqueda de materiales alternativos, utilizar papel y cartón de fuentes certificadas o eliminar tintas innecesarias, además de optimizar el almacenamiento y el transporte”, explica indica Ana Palencia, directora de Comunicación y Sostenibilidad de Unilever España.

Bajo el lema ‘No Plástico, Mejor Plástico, Menos Plástico’, Unilever ha anunciado recientemente que para 2025 reducirá a la mitad su uso de plástico virgen, reduciendo el empleo absoluto de envases de plástico en más de 100.000 toneladas y acelerando la utilización de plástico reciclado: “Las botellas de Dove están hechas de plástico 100% reciclado, mientras que las tarrinas de helado de Ben & Jerry son de papel 100% reciclable y las cremas KNORR han sustituido el tetrabrik por el vidrio reutilizable”.

En último lanzamiento de surtido de bombones Nestlé, la bandeja está fabricada con plástico PET transparente para facilitar su reciclabilidad, mientras que se ha optado por el plástico reciclado en los frascos de Nescafé. “Tenemos el compromiso de que el 100% de nuestros envases sea reciclable o reutilizable en 2025. El Instituto Nestlé de Ciencias del Envase en Lausanne, creado como centro de I+D a nivel mundial, ya está desarrollando nuevos materiales y soluciones de embalaje seguras y respetuosas con el medio ambiente”, indica Pedro Ruiz.

El ecodiseño, clave para luchar contra el cambio climático

Coincidiendo con la Semana Europea de Prevención de Residuos, Ecoembes, la organización ambiental que coordina el reciclaje de envases en España, ha hecho públicos varios datos que confirman que el ecodiseño es una herramienta clave en la lucha contra el cambio climático:

  • Más de 2.100 empresas implantaron durante el pasado año un total de 3.653 medidas de ecodiseño de la mano de Ecoembes. Cuatro de cada diez medidas estaban encaminadas a reducir y minimizar la cantidad de plástico y otros materiales.
  • Gracias a este compromiso, se ahorraron más de 25.200 toneladas de materias primas durante el proceso de diseño de envases.
  • Las medidas de ecodiseño aplicadas en los últimos veinte años han permitido el ahorro de 528.700 toneladas de materia prima y han conseguido evitar la emisión de 1.430.500 toneladas de CO2.
  • En los últimos 20 años, las empresas, junto a Ecoembes, han conseguido que gracias al ecodiseño se reduzca el peso en las botellas de agua (un 18% menos), en los envases de yogur (un 21% menos) y en las latas de aluminio (un 20% menos).

Pero, además de cuidar el medioambiente, el ecodiseño también se plantea como una herramienta crucial en las estrategias de innovación de las empresas. Bajo esta premisa, nació en 2017 TheCircularLab, el primer centro de innovación sobre economía circular de Europa y el responsable del plástico ‘bio-bio’, un nuevo material que se obtiene a partir de residuos vegetales (como mondas de patatas o cualquier otro desperdicio vegetal en lugar de petróleo) y que se puede usar en la fabricación de envases como botellas o bandejas para alimentación y bebidas. Además de ser biobasado, porque proviene de materia 100% orgánica en descomposición, es compostable, reciclable y biodegradable en el entorno marino.

“En un contexto en el que el cuidado del medioambiente es responsabilidad de todos y los ciudadanos priorizan los productos que son sostenibles frente a otros que no, el ecodiseño se ha convertido en una necesidad y, a la vez, una gran herramienta para las empresas”, señala Begoña de Benito, directora de relaciones externas de Ecoembes.

Una herramienta que, como señalan Palacios y Ruiz, es colaborativa: “Hay que compartir y no competir en temas medioambientales. Las cosas buenas que hacemos las compañías sirven de inspiración y tienen un gran impacto en la sociedad. El mensaje que trasladamos es el de compartir las buenas prácticas y que se entienda por parte del consumidor”, asegura Palencia.

“Nuestros equipos de venta competirán en los lineales, pero a nivel medioambiental estamos totalmente alineados con las empresas del sector y todos estos avances en temas de sostenibilidad los impulsamos de forma conjunta y totalmente colaborativa”, confirma Ruiz.

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