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La escasa participación castiga esta vez al PP

El cabeza de lista del PP a las elecciones europeas, Miguel Arias Cañete, dialoga con el presidente del PP, Mariano Rajoy. / Efe

Andrés Gil

En 2009 votó el 45% del censo. Y esta vez las encuestas auguran una participación aún menor. Si esto es así, ¿a quién perjudicará o beneficiará? “Lo que estamos observando a lo largo de la legislatura en cuanto a transferencia de voto es que los del PP se marchan a la abstención y los del PSOE, a la indecisión”, sostiene el profesor de Sociología de la Universidad Complutense (UCM) Ignacio Urquizu: “Si aumentara mucho la participación, el PP recuperaría voto”.

De acuerdo con las numerosas encuestas publicadas en las últimas semanas, el PP entró en la campaña electoral con una ligera ventaja sobre el PSOE, si bien podrían haber perdido uno de cada tres votos, lo que llevaría implícito el crecimiento del resto. “Tradicionalmente, una elevada abstención ha perjudicado al PSOE, pero en este caso y en esta legislatura es al PP”, observa Urquizu: “Era en los años noventa y primeros 2000, en la etapa final de Felipe González y hasta 2004 con la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero. Aun así, lo que José María Aznar logró fue desmoralizar a la izquierda y dar al PP un electorado muy férreo. Mariano Rajoy, sin embargo, lo que está consiguiendo es destruir ese legado porque tiene a su electorado desencantado, desanimado hasta el punto de ir a la abstención”.

El profesor de Políticas de la Universidad de Valencia Juan Rodríguez Teruel apunta otros elementos que pueden perjudicar al PP en estas elecciones: “Las europeas casi siempre han coincidido con el PSOE en el Gobierno, salvo las de 1999 y 2003. Son elecciones que tradicionalmente han servido para castigar al partido del Gobierno y, ahora, el PP está en el Gobierno: el PP va a verse muy perjudicado”.

Además, está la crisis del bipartidismo. “La suma de votos PP-PSOE será clave para ver hasta qué punto llega el declive del bipartidismo, si bien hay que tener en cuenta que en las europeas, por ser un distrito único, no afecta tanto el llamamiento al voto útil ni penaliza la circunscripción provincial a partidos medianos y pequeños”, explica Rodríguez Teruel.

Esta abstención, advierte Rodríguez Teruel, también puede ser “simétrica y no asimétrica. Es decir, que afecte a todos los partidos, no sólo a los grandes, y perjudique las aspiraciones del resto de partidos. Habrá que ver si el castigo al PP y el declive del bipartidismo empujan a esos votantes a partidos pequeños, medianos o a su casa. En este caso, la competencia del PP está mejor representada por UPyD y Ciudadanos, además de la aparición de VOX”.

La profesora de Políticas de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) Eva Anduiza llama la atención sobre un elemento: “Habrá que ver si al final hay tanta abstención como se prevé, porque los niveles de insatisfacción política altos, como los que hay ahora en España, pueden generar un efecto movilizador”.

En todo caso, en estas elecciones, no sólo se ventila la fortaleza del PP y del bipartidismo, sino del proceso soberanista catalán, por ejemplo, como explica Rodríguez Teruel: “Hay que ver cómo salen ERC y CiU, si en Catalunya se asumen estas elecciones con un cierto tono plebiscitario y si participan más o menos que en el resto del país. Si el PSOE no gana estas elecciones será por la derrota en Catalunya del PSC”. “Es que la abstención va por barrios”, recuerda Urquizu, “y lo han explicado muy bien Lavezzolo y Riera en un trabajo de la Fundación Alternativas”.

Pero, ¿podría perder las elecciones el PP? “Si los encuestados del CIS no han mentido, sí; si han mentido, no”, analiza Urquizu: “Si se tiene en cuenta que hay mucha distancia entre el recuerdo de voto del PP y el voto real en las últimas elecciones, y que en voto más simpatía gana el PSOE y, salvo en 1999 y 2004 el que vence en esta categoría acaba ganando las elecciones... Pues podemos decir que el PSOE está en condiciones de ganar estas elecciones”.

“De todas formas”, advierte Urquizu, “es muy complicado hacer predicciones, porque estamos en un momento en el que predominan los sentimientos, que están a flor de piel”.

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