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Podemos anuncia ya que arrancará campaña en solitario en Euskadi ante la falta de acuerdo con Sumar

Pilar Garrido, en un acto en Donostia durante la campaña de Sumar

Iker Rioja Andueza

Vitoria —

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“Podemos se pone a hacer campaña con sus candidatos. Lo que tenga que venir, será”. Estas palabras en Radio Euskadi de la coordinadora general del partido en Euskadi, Pilar Garrido, ponen en evidencia que las negociaciones entre Podemos y Sumar, de las que también forman parte IU y Berdeak Equo, para conformar una posible candidatura unitaria de cara a las elecciones vascas están al borde de la ruptura. Aunque formalmente nada se ha roto ni comunicado, no hay ninguna reunión prevista y todas las partes asumen que lo más probable es que haya dos papeletas en las autonómicas. Por un lado, habría una marca compartida para Sumar, IU y Berdeak Equo. Los de Yolanda Díaz han propuesto como candidata a la activista Alba García Martín. Y, por otro lado, Miren Gorrotxategi lideraría la propuesta de Podemos, a la que podría sumarse la marca de Juantxo López de Uralde, Alianza Verde, aunque es una organización sin estructura en Euskadi más allá de que su líder sea una figura conocida.

Podemos y Sumar han discrepado desde el inicio sobre la marca, el formato de la candidatura y la cabeza de cartel. El partido morado ha reivindicado su estructura, su implantación territorial y la validez de la coalición “Elkarrekin”, creada en 2016 y que es la que está representada en las instituciones locales. Garrido afirmó públicamente que no se podía repetir el modelo de las generales, cuando el espacio se presentó como Sumar. En Euskadi, la única representación la obtuvo su líder, Lander Martínez. La propia Garrido se quedó sin escaño en el Congreso. En Sumar, sin embargo, se considera que esta marca es la que genera movilización y la que debe ser referente de la posible coalición. Remarcan que se pasó de 70.000 votos obtenidos por Elkarrekin en las elecciones forales a 125.000 en las generales. Los otros socios entienden también que es Sumar la marca con opciones y futuro frente a la de Podemos, que acaba de cumplir diez años.

Las conversaciones se iniciaron en diciembre. Se produjeron algunos avances. Por ejemplo, había consenso en que la candidata fuese una mujer como mensaje claro en contraste con PNV, EH Bildu, PSE-EE y PP, que han elegido varones. En cuanto a la marca, no había grandes dificultades para buscar una fórmula compartida. Sumar en Euskadi está copada por antiguos dirigentes de Podemos que salieron hace cuatro años al perder primarias frente a Gorrotxategi y Garrido pero fue con ellos con quienes se impulsó “Elkarrekin”.

Sin embargo, en Navidad empezaron a enfriarse las contactos. Justo después de Nochevieja se suspendió una reunión y todo cambió. Podemos salió del grupo compartido con Sumar en el Congreso y luego votó contra un decreto laboral de Díaz, que decayó por este motivo. En Galicia, las bases no refrendaron un preacuerdo entre las organizaciones y, además, Pablo Iglesias instó a apoyar al BNG antes que a Sumar. En este contexto, Sumar propuso como candidata a lehendakari a una persona que era trabajadora de Podemos hasta ese mismo momento, García Martín. El movimiento enfadó a los interlocutores, que desde el principio han apostado por repetir con Gorrotxategi. En público y en privado, desde el equipo de Sumar han negado que la portavoz actual sea una figura “de consenso”. A nadie se les escapa que sigue abierta la herida por las primarias internas que ganó hace cuatro años.

Prácticamente lo único que mantenía viva la llama era la muy mala perspectiva electoral. El Sociómetro midió una posible candidatura común y ya preveía una bajada de seis a tres escaños, uno por provincia. En 2016 se estrenó con once. Además, Podemos prometió desde el inicio someter a consulta de sus bases cualquier acuerdo, lo que podría suponer que un consenso mínimo saltara por los aires 'a posteriori', como en Galicia.

Formalmente, hay margen legal para cerrar un posible acuerdo de coalición. El plazo de registro no se cierra hasta unas semanas después de convocadas las elecciones, algo que no se ha producido. Si fueran el 21 de abril, como toda la Euskadi política vaticina, todavía a principios de marzo habría tiempo para formalizar una alianza. Sin embargo, en las partes empiezan a pesar las prisas. El PNV con Imanol Pradales o EH Bildu con Pello Otxandiano ya han lanzado la carrera electoral con actos y entrevistas casi diarios. El PSE-EE ya activó desde el otoño una larga precampaña bajo el lema “Cambia el guion”. El PP también nombró líder y candidato en noviembre a Javier de Andrés. Internamente, el proceso de primarias de Podemos ratificará ya este jueves a Gorrotxategi y es deseo de Podemos que lance su candidatura ya este viernes. “Nos ponemos en marcha. La gente está cansada de oírnos a hablar de cosas que no le interesan. Vamos a empezar a hablar de política, de confrontar medidas y de cómo construimos ese país que queremos”, señaló Garrido en la misma entrevista.

En la actualidad el grupo en el Parlamento Vasco tiene cuatro representantes de Podemos y dos de IU. Atendiendo a resoluciones históricas de la Junta Electoral, ése sería el peso y la proporción para repartir tiempos, espacios y presencia pública. Existen ya precedentes de división en la izquierda no nacionalista a la izquierda del PSE-EE. En 2020, por ejemplo, Berdeak Equo concurrió en solitario y se quedó sin representación. Y, en 2012, IU se enfrentó en las urnas a Ezker Batua, que significa exactamente lo mismo en euskera. Ambos quedaron fuera de las instituciones.

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