Aunque los medios han estado más atentos a cuestiones de liderazgo, lo cierto es que Vistalegre II ha supuesto para Podemos un cambio tan profundo que se podría hablar de una refundación. Se cierra un ciclo político y se abre una nueva etapa. Vamos a intentar analizar los principales cambios políticos y organizativos que supone esta nueva etapa, porque estos cambios suponen un momento de oportunidad para articular una alternativa de gobierno en Euskadi a la hegemonía del nacionalismo conservador del PNV, sustentada sobre sus viejas tramas de clientelismo y puertas giratorias y con unas políticas de “neoliberalismo con parches sociales” bien acogidas por la gran patronal española y que facilitan sus pactos con el PP.
En el ámbito político, el principal cambio de Vistalegre ha consistido en la decisión de “enterrar la máquina de guerra electoral”, es decir, en superar una fase marcada por la hipótesis populista de la ventana de oportunidad para una “acción relámpago” justificada por las urgencias de un ciclo electoral continuado. Pero, como ya advirtió en su momento Monedero, la hipótesis populista empezó a hacer agua en varios frentes y el discurso de la “transversalidad light” ha dejado de ser eficaz una vez que se ha cerrado dicho ciclo. La apuesta por un modelo centrado menos en elementos discursivos y más en contenidos y propuestas programáticas debe extenderse también a Euskadi.
En el ámbito organizativo, Vistalegre II ha supuesto también un cambio profundo, a partir de la autocrítica del camino andado y de la apuesta por un nuevo modelo, tanto en la dirección, como en la participación de las bases. En lo que se refiere a la dirección, se destierra el viejo modelo de las listas-plancha, que permitía a las candidaturas que ganaban, incluso por un escaso margen de votos, conformar ejecutivos monocolores; y se apuesta por un modelo que fomenta la integración y que ha desembocado en una ejecutiva estatal con representación de los tres sectores mayoritarios. En cuanto al poder de los inscritos y de los territorios, se les dota de importantes medios y se apuesta por un sistema que prima la participación de los inscritos sobre la representación en la toma de las decisiones importantes.
¿Cuales son las consecuencias que debe tener en Euskadi la apuesta de las bases por cerrar la vieja etapa política y organizativa y por abrir un nuevo ciclo? En lo político, consideramos que el abandono de la estrategia estrictamente populista resulta mucho más urgente aún en Euskadi que en otros territorios, precisamente por la profunda politización de la sociedad vasca. Desde el objetivo de articular una alternativa de gobierno fuerte frente al nacionalismo conservador, la transversalidad no puede concebirse como una estrategia discursiva de eludir posicionamientos difíciles y de intentar satisfacer a todos. La estrategia de Podemos en Euskadi, necesita basarse en adelante en la impugnación del discurso del nacionalismo conservador. Y necesitamos también alterar la agenda política nacionalista y reformular las prioridades de una agenda ciudadana. Podemos no ha surgido para introducir matices en la agenda de los viejos partidos, sino para transformar el tablero político vasco y ponerlo al servicio de las necesidades de la ciudadanía frente a las élites.
En lo organizativo, Vistalegre II ha dado por superados los criterios sobre los que se halla estructurada Podemos Euskadi, con el sistema de listas-plancha y dirección monocolor. Necesitamos incorporar también aquí los criterios que han sido mayoritariamente establecidos para el nuevo ciclo a favor de órganos directivos más integradores. También es necesario que la dirección se adecúe a las exigencias introducidas para evitar la acumulación de cargos internos en las mismas personas. Y, por último, hace falta adaptar el funcionamiento a criterios democráticos más basados en la participación de los inscritos que en su representación.
Resumiendo, se abre ante nosotros el reto de adaptar Podemos en Euskadi a las exigencias de la nueva etapa. Se trata de un reto realmente apasionante. Vamos a convertirlo en un motivo de oportunidad y vamos a activar y a recuperar todo el talento y toda la energía que existe en nuestra organización y que en este momento no se encuentra movilizada y vamos también a generar nuevas sinergias que nos conviertan en el interlocutor preferente de una sociedad civil tan plural y tan rica como la vasca. Estamos en deuda con la ciudadanía de este país, que votó masivamente a favor de la candidatura de Pablo Iglesias a la presidencia del gobierno. No vamos a defraudarla. Tenemos la energía y tenemos el proyecto.
Sobre este blog
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