Sucursal vasca del 'sanchismo'

Asistimos el jueves pasado al debate de política general en el Parlamento Vasco en el que el lehendakari ha vuelto a volcar como prioridad una obsesión, la superación del Estatuto de Gernika como eje de legislatura y como propósito a corto plazo. Sabe bien Pradales, y con él todo el PNV, que en la actualidad es imposible alcanzar un acuerdo de país en torno a un nuevo estatuto más amplio y con mejores aceptaciones que el alcanzado en la norma de 1979.

Una visión desde el Congreso de esta y otras cuestiones importantes permite que se pueda calificar la estrategia del PNV como la de un interesado y entusiasta partidario de las políticas del 'sanchismo', que han diluido buena parte de las señas de identidad e idiosincrasia de los nacionalistas.

Podemos dar un repaso en diez ideas en relación con la actitud del PNV (y su repercusión en el Gobierno Vasco) tras el análisis de la actividad parlamentaria en el Congreso de los Diputados.

1.- La política del Gobierno Vasco hoy está anclada estructuralmente al fondo y a las formas del Gobierno de Sánchez a través del apoyo incondicional del PNV a su política de confrontación y polarización. La definición de la realidad política de los distintos portavoces nacionalistas coincide totalmente con el “discurso del muro del presidente”.

2.- El PNV ha apoyado el proyecto de ley de Yolanda Díaz de reducción de jornada laboral, sin acuerdo de los agentes económicos y sociales, alejándose de su tan cacareado respeto al diálogo social de la concertación laboral y dando la espalda, una vez más, al empresariado.

3.- Todo el mundo ya sabe que el precio que el PNV paga por el palacete de París es un apoyo estable en el Congreso. Ahí ha perdido una reconocida capacidad crítica y ha neutralizado su tradicional ambigüedad calculada. Impera solo un criterio que asumen con soltura: el de ser “bloque progresista”.

4.- Nunca ha estado el PNV tan cerca de EH Bildu en sus postulados políticos como compartiendo el apoyo a Sánchez. En el Parlamento Vasco escenifican una distancia política que en el Congreso no existe.

5.- Ha existido una falta de exigencia del grupo nacionalista en el Congreso ante la no presentación de los Presupuesto Generales del Estado en 2 años. Esta falta de presupuestos ha perjudicado económicamente a la comunidad autónoma vasca, y a las demás, y eso se ha minusvalorado. El lehendakari también debía haber sido más beligerante con la no existencia de ese instrumento político. El PNV ha estado mudo ante ese incumplimiento.

6.- El PNV es hoy “un coladero de 'sanchismo'” en el Congreso a la busca de una autorización de Sánchez para el “nuevo estatus”. Le ha comprado, en esa obsesiva estrategia superadora del Estatuto de Gernika, el discurso del miedo a la derecha para ganar tiempo en la presente legislatura.

7.- El PNV debía de haber sido en el Congreso más exigente en el apoyo a la industria vasca, en esta época de continuo declive. También en el apoyo a las necesidades energéticas. Esa actitud, que tanto proclama en el País Vasco, hoy se pone en entredicho con los decretos y proyectos de ley de Sánchez y Díaz, con el cordón sanitario de nuevo cuño a Israel o con las críticas compartidas a Estados Unidos. Mucho hablar de internacionalización de la empresa y cada vez más estrategias de puertas cerradas.

8.- Además, el PNV está perdiendo a marchas forzadas capacidad de ser actor europeo en lo político. Antes pesaba más en el Comité de las Regiones. Y la iniciativa de Urkullu en relación con el impulso al “Eje Atlantico” se ha quedado en nada (o solo en la justificación de una fundación), no ha perseverado el Gobierno Vasco en esa exigencia de conexión con Francia, siendo Euskadi el principal beneficiario. Y el PNV en el Congreso no es más beligerante con ese impulso.

9.- El complicado asunto del centro de refugiados (CAPI) de Vitoria y la intermitente oposición del PNV y el Gobierno vasco al mismo solo es una pose. No han traído al Congreso iniciativa parlamentaria en relación con su paralización, ni han negociado con el Ministerio de Seguridad Social y Migraciones nada al respecto. Impulsaron un grupo de trabajo en su día que no ha trabajado en el tema.

10.- El PNV se mantiene estático y conformista en el Congreso con las conexiones de alta velocidad en Euskadi, sin exigencia alguna en las conexiones pendientes y también con la conexión navarra con Vitoria. En esta asignatura pendiente el PNV suspende aquí y en Madrid.

¿Qué hace el PNV apoyando las políticas de un Gobierno rodeado de corrupción, que ha vuelto la espalda a la sociedad, que coloniza las principales instituciones y que ha cometido graves errores en la protección de las mujeres? Y parafraseando a la más importante de las leyes de occidente estas diez claves se encierran en dos: la búsqueda urgente de la aprobación de un “nuevo estatus” y el más que inevitable forzamiento constitucional.