Pradales avisa de los “tiempos oscuros” que se ciernen en España, pero sigue viendo en Sánchez una “oportunidad”

El lehendakari, Imanol Pradales, ha dejado para el final de su discurso de casi hora y media en el debate de política general que celebra el Parlamento Vasco -el primero desde que accedió el pasado verano a Ajuria Enea- el apartado más esperado desde que había adelanado que lo trataría, la “oportunidad” que ve con Pedro Sánchez para poder lograr un acuerdo para superar el Estatuto de Gernika, de 1979, además de ir completando en los próximos meses las transferencias pendientes, encabezadas por la Seguridad Social. Sin embargo, siguiendo el deseo de Iñigo Urkullu de que ese debate era cosa de los partidos y no del Gobierno, como hizo Juan José Ibarretxe, ha delegado en ellos que hagan una propuesta. Su planteamiento, por el contrario, es hacer una ronda de reuniones en junio de 2026, es decir, dentro de nueve meses. Para ver cómo avanzan en esa materia. Y eso que siente que España vive “un año electoral sin elecciones” y que se le avecinan “tiempos oscuros”, una “pulsión recentralizadora y reaccionaria”.

¿Y después? Pocas concreciones. Si en junio saliera algún tipo de propuesta, habría que activar la ponencia parlamentaria para tramitar una reforma estatutaria, que no es precisamente un proceso breve. La anterior (fallida) se prolongó durante dos legislaturas enteras. Lo que pudiera aprobar la Cámara vasca pasaría al Congreso antes de un referéndum. La actual legislatura de Sánchez, como mucho, terminaría en julio de 2027.

Pradales, que ha llegado a la Cámara doce minutos antes de la hora de inicio prevista y rodeado de todo su Gobierno, incluidos los consejeros del PSE-EE, ha arrancado la intervención en euskera y con una mención al genocidio que está cometiendo Israel en Gaza. Excepcionalmente, ha detenido su alocución para pedir un minuto de silencio por los más de 65.000 asesinados. Todo el hemiciclo ha secundado la propuesta, incluidos los grupos de PP y Vox, que en junio no votaron a favor de una resolución que empleaba ese término, el de 'genocidio'. Después, ha mirado al mundo y ha mostrado unas fotografías preocupantes, desde la de Ucrania hasta Donald Trump, pasando por su preocupación por el papel de la Unión Europea y por la situación política en Venezuela.

Tras una mención a la situación macroeconómica, que le es favorable con crecimientos del 2% y por encima de otros países de Europa, aunque no de España en los últimos tiempos, el lehendakari ha solemnizado que Euskadi es un país “democrático y avanzado”. Y también “estable”. Su Gobierno dispone de mayoría absoluta en el Parlamento. Su Gobierno presenta y aprueba presupuestos en tiempo y forma. Su Gobierno celebra debates del 'estado de la nación' en tiempo y forma, ha venido a decidir a modo de contraste con el Congreso.

Después, ha realizado un largo descargo de su labor sectorial en diferentes ámbitos. Ha quedado claro que todos sus consejeros le habían ofrecido datos, balances y medidas. En este apartado, Pradales ha señalado que su objetivo es “fortalecer los servicios públicos”, pero también ha puesto negritas en que “el bienestar no debe entenderse únicamente en términos clásicos y materiales”. Ha hecho mucho énfasis en la mirada “emocional” de la gestión institucional.

Pradales ve también una parte de su ciudadanía instalada en el “enfado permanente”. “¿Por qué aumentan las depresiones, la ansiedad, las adicciones o el consumo de autodepresivos?”, se ha preguntado. Una de cada tres consultas en los ambulatorios de Osakidetza tiene que ver con la falta de “bienestar” más que con patologías físicas. Ha llegado a plantear la necesidad de un plan para la “respuesta ante el uso abusivo de las pantallas”. “No son pocas las amas y aitas que me han pasado por la calle” a cuenta de los menores, los móviles y las redes sociales, ha dicho. “Lideraré un grupo de trabajo con el objetivo de contar con una estrategia integral de país sobre el uso de las pantallas antes de finalizar este curso”, ha indicado. Hasta ha señalado que se deberían hacer más fotografías de grupo y menos 'selfies', como metáfora de la tendencia negativa hacia el individualismo. Siete de los quince consejeros participarán en este plan. También quiere Pradales, bogador de joven, una ciudadanía que haga más deporte.

En esa parte social y sectorial, ha indicado que mejorarán las ayudas por nacimiento, adopción o acogida, que en Euskadi también se pueden usar para vientres de alquiler. Son 200 euros mensuales que podrán cobrarse hasta cuatro años y no tres, como hasta ahora. También se mejorará la cobertura hasta los siete años para las familias numerosas. Eran planes ya previstos por la consejera del ramo, Nerea Melgosa, pero el lehendakari los ha elevado a compromiso inmediato. La preocupación por Osakidetza que carcomió la tercera y última legislatura de Urkullu parece que ha dado paso a la Vivienda como prioridad. De hecho, Pradales ha destacado la reducción de las listas de espera en la Sanidad pública. “Hemos mejorado las infraestructuras y servicios de Osakidetza”, ha solemnizado.

En todo caso, ha asegurado que en los quince meses que lleva ya de legislatura ha puesto en marcha el 61% de sus compromisos. También ha asumido cierta autocrítica. “Sé bien, y lo admito, que como Gobierno no lo hemos hecho todo bien. Ni mucho menos. Aunque lo hemos intentado, no hemos acertado en todo”, ha señalado en euskera, citando como ejemplos la “desburocratización” de la Administración o la “reducción de las desigualdades”. La oposición, en la sesión vespertina, ampliará largamente esta lista, a la luz de los primeros comentarios en privado tras la intervención.

La “relación” con España

El apartado más esperado del discurso era el final, titulado 'La relación de Euskadi con el Estado español' por Pradales. Ha ocupado los últimos de los 85 minutos de intervención, 84 más el silencio por Palestina. Ha descrito una España sin “horizontes de entendimiento” entre diferentes frente a la Euskadi del “entendimiento y colaboración”. También aprecia una “pulsión recentralizadora” e incluso “jacobina”. “Como lehendakari, siento la obligación de advertir en esta Cámara sobre una circunstancia determinante para nuestro futuro político. Pueden llegar tiempos muy complicados para Euskadi, un escenario de cuestionamiento de nuestro autogobierno, identidad e instituciones. Un tiempo oscuro para nuestro desarrollo como país”, ha manifestado, esta vez en castellano.

Su tesis es que Sánchez supone una ventana de “oportunidad” para avanzar en materia de autogobierno. Ese debate tiene dos planos. Por un lado, las transferencias pendientes del Estatuto de 1979. Dice el lehendakari que es una “deuda” de que se ha prolongado nueve lustros. Esas competencias que ahora se negocian “pertenecen por ley y referéndum al pueblo vasco”. Pradales ha llegado con un acuerdo en las horas anteriores para asumir la gestión del SEPE y negocia avances con el resto de materias del bloque de la gestión económica de la Seguridad Social. El PNV arrancó a Sánchez en la investidura de 2023 un calendario, tener cerrado todo eso en 2025. “La fecha la tenemos encima. Madrid tendrá todos los papeles encima de la mesa a comienzos de octubre. El tiempo le apremia a Madrid. Pero eso no es excusa para hacer las cosas mal. No firmaremos cualquier cosa. No aceptaremos mercancía averiada”, ha manifestado.

Después, ha entrado ya en el “autogobierno del futuro”. “Debemos avanzar y hacerlo ya”, ha empezado. Pero ese “ya” lo ha pospuesto a junio. Será entonces cuando se cite con los partidos para testar cómo avanzan sus conversaciones. PNV y PSE-EE, los socios de Gobierno, y EH Bildu, la primera fuerza de la oposición, llevan meses negociando con discreción sobre este asunto, aunque el proceso ha tenido altibajos recientes. El primero, el relevo en la cúpula del PNV, con Aitor Esteban -invitado este jueves en la Cámara- por Andoni Ortuzar. El segundo, en encarcelamiento de quien era enlace con el Gobierno de Sánchez, Santos Cerdán, ahora acusado de corrupción. El portavoz nacionalista, Joseba Díez Antxustegi, ha matizado tras el pleno en Euskadi Irrati que la referencia de junio podría adelantarse, que el deseo es presentar una propuesta “cuanto antes”. El PSE-EE ha añadido que en verdad el acuerdo podría ser inminente pero que las partes siguen enfrentadas por una sola cuestión, el derecho a decidir. Según Pradales, hay que abordar el asunto con la “máxima responsabilidad”, “sin jugar, sin especular y, sobre todo, sin fallar al pueblo vasco”.

Decenas de invitados

El pleno de política general ha inaugurado el curso en el Parlamento, que llevaba casi tres meses sin sesiones. La presidenta, Bakartxo Tejeria, ha calificado la jornada como importante y ha defendido que la ciudadanía puede estar segura de que en la Cámara se adoptan decisiones para mejorar la vida diaria de las personas.

Lo especial de la sesión se ha notado en el volumen de invitados y en las emisiones en directo realizadas durante la mañana en los pasillos de la institución. Además de los líderes políticos que no tienen escaño (además de Esteban, Arnaldo Otegi de EH Bildu o Lander Martínez de Sumar) se han acercado a Vitoria cargos institucionales como los diputados generales, el alavés Ramiro González, la vizcaína Elixabete Etxanobe y la guipuzcoana Eider Mendoza, o el alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, todos ellos del PNV. En el exterior, protestas. Desde los jardineros de Vitoria que llevan casi seis meses en huelga hasta los pensionistas pasando por una cadena humana para denunciar el genocidio en Palestina.