Euskadi adoptará este martes “nuevas directrices” para contener el repunte de la COVID-19

Después de una semana de avisos a la luz del claro repunte que está sufriendo la pandemia en Euskadi, las autoridades sanitarias han adelantado en pleno domingo y con un escueto comunicado que este martes, tras la reunión semanal del Consejo de Gobierno, se presentarán “nuevas directrices para municipios con alta incidencia de la COVID-19”. No se concretan en ningún momento las restricciones que se adoptarán pero se reitera, entretanto, “la necesidad de cumplir las medidas de prevención tales como evitar aglomeraciones, higiene de manos, ventilación de espacios cerrados, uso continuado de la mascarilla y, por supuesto, la vacunación”. Ahora bien, este mensaje se acompaña con la constatación de que la situación es “mejor que la de hace un año”, cuando no había vacunas y la presión hospitalaria era mucho mayor.

La justificación de esta alerta llega cuando Euskadi ha superado la tasa de 150 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días, un umbral que el Ministerio de Sanidad considera ya como de riesgo elevado aunque en el caso vasco se activa la alerta roja con una incidencia de 400 (llegó a ser 500 en algunas fases de la pandemia). Navarra es la otra comunidad autónoma con esas cifras y, dentro de Euskadi, los datos de Gipuzkoa son los más altos. Es imposible dar cifras de la evolución epidemiológica con precisión porque, tras decretar el final de la emergencia sanitaria en octubre, el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) cambió el informe diario con un resumen semanal de los principales indicadores que se hará público este lunes a mediodía. Hace una semana, los municipios de más de 5.000 habitantes en peor posición eran Astigarraga y Agurain, particularmente, pero también Abadiño, Azpeitia y Zumarraga. El único mensaje oficial es que en las últimas horas “se evidencia la tendencia al alza”.

El Ministerio de Sanidad sí envía de lunes a viernes un reporte con los principales datos. El último de esos informes revelaba que Euskadi duplica la tasa de incidencia media en España y que el jueves registró prácticamente 400 positivos en 24 horas, cifras desconocidas en meses. Asimismo, la incidencia entre la población no vacunable (los menores de 12 años) se había disparado ya por encima de 300, más del triple que en el conjunto de España. Por el contrario, según este informe Euskadi lleva tiempo por debajo de la media en número de pruebas realizadas (sumadas PCR y de antígenos), con 1.191 por cada 100.000 habitantes por 1.248 en España. Asturias, Baleares, Canarias, Catalunya, Extremadura, Madrid, Navarra y La Rioja le superan.

Desde el pasado fin de semana tanto la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, como el lehendakari, Iñigo Urkullu, habían repetido casi a diario la necesidad de observar con “rigor” las medidas vigentes -particularmente el uso continuado de la mascarilla si no hay distancias, incluso en la calle- si no se desea una vuelta atrás de cara a Navidad. Sin embargo, en ningún momento se han avanzando escenarios o posibilidades más allá de la entrada en vigor de una normativa que impide el consumo de bebidas en vasos grandes en ferias populares. De hecho, jurídicamente es un terreno desconocido ya que ni hay un estado de alarma ni una emergencia sanitaria activadas que orienten cuáles pueden ser los próximos pasos. Disuelta ya la mesa de crisis que ha pilotado las diferentes fases de la pandemia (el órgano conocido como Labi) es la consejera Sagardui la que tiene plenos poderes para modificar las medidas preventivas.