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Euskadi quiere pasaporte COVID en gimnasios y hospitales mientras roza el récord de positivos de la pandemia

El lehendakari, Iñigo Urkullu, y la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, este viernes

Iker Rioja Andueza

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El Gobierno de Iñigo Urkullu ha concretado ya en qué otras actividades quiere aplicar el pasaporte COVID en una segunda fase de su implantación, que arrancará en Euskadi este sábado con los locales de ocio nocturno o los restaurantes más grandes. Se planteará para eventos en espacios cerrados, para toda la hostelería y restauración, para centros deportivos interiores (gimnasios) y para poder hacer una visita a un hospital o a una residencia de ancianos. Estas medidas no se pueden dar por seguras ya que precisan de una nueva autorización judicial. El primer paquete fue vetado por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) y ha sido preciso un fallo del Tribunal Supremo en sentido contrario para autorizarlo. La petición se hará “a la mayor brevedad posible” y no hay fecha para la resolución judicial.

El lehendakari ha hecho estas consideraciones en una primera reunión de la mesa de crisis de la emergencia sanitaria, el órgano conocido como Labi, tras la reactivación de esta alerta desde este viernes por la escalada de la COVID-19. Como ha adelantado este periódico, esta primera sesión ha sido meramente constitutiva y no se ha adoptado ninguna restricción adicional a pesar de toda una semana de especulaciones e hipótesis. Urkullu, que no ha comparecido ante los medios de comunicación y que a la vez ha demandado que se trasladen mensajes “claros” a la sociedad, ha explicado a los miembros del Labi en una primera intervención abierta antes de pasar a las deliberaciones a puerta cerrada, que se “estudiarán” más medidas para controlar los contagios, pero también ha lamentado que “la toma de decisiones está condicionada por, al menos, tres referencias a considerar: internacional, estatal-judicial, y las competencias propias”.

En las últimas fechas, Euskadi se ha quejado de que el Gobierno de Pedro Sánchez, por ejemplo, no recupera las mascarillas obligatorias en la calle. “El marco jurídico para la toma de decisiones sigue siendo insuficiente para responder a la pandemia. Las leyes estatales se quedan cortas. Nuestro marco competencial no nos permite adoptar determinadas decisiones sin su cobertura. En este contexto, los tribunales autonómicos emiten resoluciones y autos dispares sobre una misma cuestión. Por el momento, no se han adoptado decisiones que resuelvan esta problemática”, ha señalado el lehendakari, quien también ha llamado a la vacunación global.

Sin medidas, la intervención de Urkullu se ha limitado a una valoración de la situación en Euskadi. “Entre el 12 y el 30 de octubre, en la tasa de incidencia acumulada pasamos de 54 casos a 87 por 100.000 habitantes. Desde el 1 de noviembre, el incremento ha sido abrupto y exponencial. En 33 días, hemos pasado de 87 casos a los casi 625 actuales. Esta incidencia se produce en todos los grupos de edad, aunque de forma especialmente significativa entre menores de 12 años que todavía no han podido recibir la vacuna. Excepto en el tramo de 20 a 39 años, la vacunación ha alcanzado el 90% en la población mayor de 12 años. Esto está permitiendo que los fallecimientos y los ingresos en UCI sean significativamente menores que los padecidos en olas anteriores con tasas de incidencia similares”, ha asegurado el lehendakari, que ha podido mirar “este dato positivo” para situar “en su justa medida” la crisis sanitaria actual. “Los datos de impacto asistencial y vacunación hacen que esta situación de emergencia sanitaria sea sustancialmente diferente a las dos anteriores. En consecuencia, las medidas a adoptar también son diferentes. En este contexto, las principales herramientas son la vacunación y las medidas preventivas básicas: mascarilla, distancia, ventilación y evitar aglomeraciones”, ha enfatizado.

Y ha seguido: “Seguimos en pandemia y volvemos a encontrarnos en situación de emergencia sanitaria. Es importante ajustar nuestros hábitos a esta realidad: el virus y el riesgo sigue entre nosotras y nosotros, debemos evitar situaciones que representen un peligro de contagio. Debemos reforzar la vacunación en todos los ámbitos; analizar la extensión del uso del certificado COVID a las actividades en que sea útil y posible; intensificar el llamamiento a la responsabilidad y la prevención; mantener los recursos humanos y materiales necesarios; y, también, tener previstas nuevas medidas preventivas ante un escenario de evolución epidemiológica negativa. Debemos adecuar nuestros hábitos a esta realidad y seguir protegiendo con rigor nuestra salud individual, nuestra salud colectiva y la salud de quienes nos rodea”.

En este contexto, el Ministerio de Sanidad ha hecho públicos los últimos datos de la pandemia en Euskadi. En 24 horas se han superado los 1.600 positivos, un registro cercano ya a los máximos de toda la pandemia (1.801). De hecho, deja atrás el tope de 1.547 positivos que fue el récord de la ola del pasado mes de noviembre, en esta misma época del año. Eso se traduce en que, día a día, sigue subiendo la presión asistencial, con 277 personas ingresadas y 58 graves en las UCI. La tasa de positividad continúa elevadísima, en el 11%, más del doble que el umbral del 5% que ya se considera crítico.

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