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Álava instalará parques solares para autoabastecer a los municipios de seis de sus cuadrillas

Placas solares del huerto solar de Agurain (Álava).

Beatriz Olaizola

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La 'Estrategia Klima Araba 2050', cuyo objetivo es “impulsar medidas que favorezcan acciones de mitigación y adaptación del cambio climático y que contribuyan al impulso de un modelo socioeconómico y energético bajo en carbono”, recoge que en Álava solo se genera “un 7% de la energía” que se consume y que dos de las actuaciones previstas en este aspecto son “fomentar el autoabastecimiento de energía” y “aumentar las energías renovables”. Ahí entra la nueva iniciativa, impulsada por la Diputación Foral de Álava y el Ente Vasco de la Energía (EVE), para constituir seis cooperativas energéticas sin ánimo de lucro en las cuadrillas alavesas de Añana, Ayala, Montaña Alavesa, Llanada Alavesa, Laguardia-Rioja Alavesa y Gorbeialdea. El proyecto, presentado este lunes, supone la instalación de seis parques solares fotovoltaicos, uno por cuadrilla, que se ubicarán en el entorno más próximo a las comunidades de vecinos que decidan formar parte de las cooperativas. 

Esta iniciativa, que se desarrollará en el próximo año, se enmarca dentro de los planes de transición energética planteados a nivel nacional y autonómico. En uno de los “objetivos mínimos nacionales” que recoge la Ley 2/2021 de cambio climático, publicada en el Boletín Oficial del Estado el pasado 21 de mayo, es “alcanzar en el año 2030 una penetración de energías de origen renovable en el consumo de energía final de, al menos, un 42%”. La norma también menciona la “dependencia energética”, que, según define el Instituto Vasco de Estadística (Eustat), “refleja la capacidad de autoabastecimiento energético, es decir, el grado en que una economía se basa en las importaciones para satisfacer sus necesidades energéticas”. En España, la dependencia energética en 2017 era del 74% y, en Euskadi, los datos de Eustat referidos a 2018 la situaban en un 90%, porcentaje muy superior a la media en los países de la Unión Europea, que es, según estos mismos datos, de un 55,2%. Ante esta situación, la 'Estrategia energética de Euskadi 2030', aprobada en el Consejo de Gobierno en 2016, actúa como hoja de ruta para la transición energética en los próximos nueve años en Euskadi y, entre los objetivos planteados, incluye “potenciar el uso de las energías renovables un 126%” y “reducir la dependencia de los suministros externos”. 

Se trata de cooperativas donde las propias vecinas y vecinos serán quienes participen en la generación y gestión de energía solar para su propio abastecimiento

Sociedad Ekiola

El pasado 22 de junio se firmó el convenio de colaboración entre el diputado general de Álava, Ramiro González, y la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantza Tapia, para la constitución de las cooperativas energéticas, calificadas entonces de “impulso de la participación ciudadana en la generación y gestión de su propia energía”. Ahora comienza el proceso de reunión con los diferentes municipios y concejos para la búsqueda de socios que quieran sumarse a la iniciativa. El proyecto se desarrollará según el modelo cooperativo de Ekiola, una sociedad que promociona la creación de cooperativas ciudadanas de generación de energía renovable y su posterior gestión, y que nace de la colaboración público-privada entre EVE y Krean, ingeniería promotora del Grupo Mondragón. En su web, Ekiola define así su modelo: “cooperativas donde las propias vecinas y vecinos serán quienes participen en la generación y gestión de energía solar para su propio abastecimiento a través de pequeños parques solares”.

Esta es la idea que se va a imitar en las seis cuadrillas alavesas, donde cada cooperativa “construirá y operará las instalaciones con un coste de generación estable” y por un plazo de cooperación de, al menos, 25 años. “No habrá pérdida de energía por llevarla de un sitio a otro, porque se tiene al lado, y supone una democratización de esa energía”, ha explicado Pelayo Serrano, de la Diputación Foral de Álava, y también ha señalado que “los vecinos son quienes producen, gestionan y compran [la energía]”. Según han detallado en rueda de prensa, el 51% de la cooperativa estará representada por la ciudadanía. “Una vez se hayan constituido las cooperativas, en un plazo de diez a doce meses, la ciudadanía interesada, con unas condiciones financieras muy buenas, tendrá energía para 25 años”, ha añadido. Uno de los resultados positivos de la iniciativa, expuestos en la presentación, se verá reflejado en las facturas eléctricas, “de manera que los vecinos verán anualmente el resultado de la generación de su instalación, tanto en términos económicos como eléctricos”.

No habrá pérdida de energía por llevarla de un sitio a otro, porque se tiene al lado, y supone una democratización de esa energía

Pelayo Serrano

Según han adelantado, el proyecto contempla “la puesta en marcha de los parques solares en doce meses” y cada uno de ellos ocupará una hectárea (similar al tamaño de un fútbol) en “suelos de escaso valor” y “no agrarios”, y dará energía a “aproximadamente 500 viviendas”. Serrano ha indicado que todavía no se “atreven a dar precios”, respecto a cuánto pagarán los vecinos por la energía, pero que “lógicamente va a ser más económica”. El diputado foral de Medio Ambiente, Josean Galera, ha señalado durante la rueda de prensa que “a fecha de hoy, en Álava se consumen doce millones de megavatios hora” y que, de esa cantidad, “el sector residencial, al que va dirigido este proyecto, consume millón y medio al año, lo que significa que el sector, traducido en instalaciones solares, tendría una necesidad de 1400 megavatios de potencia instalada”. Por ahora, son 33 municipios alaveses los que se han interesado en la iniciativa Ekiola y, en palabras de Galera, el proyecto pasará por “dos fases básicas”: “La primera es la identificación del suelo y la redacción de todos los documentos de carácter técnico y la segunda es socializar el proyecto para que la ciudadanía sean los futuros socios propietarios de ese parque”. 

Desde el colectivo Arabako Mendiak Aske, consideran que este tipo de iniciativas “reparten el pastel de las energéticas entre las empresas” y que “no es necesario” destinar una zona tan amplia, como la que proponen en Ekiola, a la construcción de parques fotovoltaicos, porque “compactan el suelo y lo erosionan”. “Al final están industrializando algo que es natural y eso produce una pérdida vegetal, de fertilidad del suelo y de especies animales que pueden vivir en la zona”, explica Raquel González, miembro de Arabako Mendiak Aske, en conversación telefónica con este periódico, aunque todavía se desconoce el emplazamiento concreto de cada uno de los parques solares. Defiende que “hay otras alternativas más sencillas y democráticas” y que “aunque se le dé el matiz de coordinación público-privada”, la experiencia les dice “que acaban siendo las empresas las que se benefician de lo público” y que el ciudadano, aunque forme parte de la cooperativa, “tiene poco que decir”. “No entendemos por qué lo quieren hacer a lo grande. Bueno sí, es para dar beneficio a la empresa, en este caso a Krean”, critica González. En el colectivo proponen un modelo “alternativo y sencillo”, formado por comunidades energéticas “pequeñas”, “dimensionadas al consumo del pueblo”, en “espacios ya degradados” o “edificios públicos”, y sin intervención externa. 

Al final están industrializando algo que es natural y eso produce una pérdida vegetal, de fertilidad del suelo y de especies animales que pueden vivir en la zona

Raquel González Miembro de Arabako Mendiak Aske

Junto a Arabako Mendiak Aske, los grupos AHTrik EZ Araba, Proiektu honi ez! y el Movimiento por la alimentación sostenible, presentaron el pasado 15 de julio un manifiesto conjunto, bajo el lema 'Araba Bizirik!', donde mostraban su rechazo a “megaparques fotovoltaicos proyectados en terrenos de alto valor agrológico” y que ocupan “grandes extensiones que comprometen la continuidad de la actividad agropecuaria en las zonas donde se pueden instalar”. También hicieron un llamamiento a la ciudadanía para manifestarse el próximo 23 de octubre en Vitoria en contra de proyectos “cobijados bajo el paraguas de la transición energética y el impulso de las energías renovables”, entre los que incluyen los parques solares, las centrales eólicas y la construcción de la 'Y vasca'. “Parece que estamos en contra de la energía renovable y no”, indica Roberto Ruiz de Arkaute, del colectivo Proiektu honi ez!. Explica que su “mayor demanda” es “que haya un criterio regulador y que si surgen iniciativas de este tipo, ”porque son necesarias“, deben desarrollarse ”bajo la tutela de un criterio técnico que sirva tanto ahora como para dentro de quince años“. ”Se habla de que los parques solares van a ocupar terreno poco fértil o de baja rentabilidad, pero queremos que estén claros los criterios que determinen que un terreno sea poco fértil o no“, añade Ruiz de Arkaute.

No a los parques eólicos

Estas críticas se suman a la recogida de firmas (23.833 en total) que Arabako Mendiak Aske presentó en el Gobierno Vaco a finales de junio contra los tres nuevos parques eólicos que se van a construir en Arlamo, Montes de Iturrieta y Labraza. Además, según aseguró la plataforma, 50 pueblos del territorio y 10 ayuntamientos se sumaron a este rechazo. El colectivo denuncia que las centrales eólicas se van a instalar en “los cordales montañosos del territorio, donde se mantienen los ecosistemas más ricos y biodiversos, y cuya fragmentación e industrialización supondría tanto la pérdida de especies animales y vegetales como de superficie natural”.

Actualmente, en Álava existen dos parques eólicos, en Elgea y en Badaia, y la propuesta de construcción de otros cuatro parques más fue solicitada por el Gobierno Vasco e Iberdrola con el objetivo de “triplicar la capacidad eólica instalada en la comunidad”. Sin embargo, el plan de construcción del parque eólico en Montes de Iurreta suscitó quejas entre los vecinos de la zona porque el terreno donde se planea construir forma parte de la Sierra de Entzia, que en 2015 se declaró Zona de Especial Conservación (ZEC).

Arabako Mendiak Aske, AHTrik EZ Araba, Proiektu honi ez! y el Movimiento por la alimentación sostenible, en su manifiesto conjunto, exigen “la paralización inmediata de los proyectos en curso y el desarrollo de Planes Territoriales Sectoriales basados en la protección y el respeto real a la biodiversidad” y la “urgente declaración de montes y tierras de cultivo agrario como áreas de exclusión para centrales de producción de energía”. “Estos proyectos supondrían el sacrificio del gran tesoro que conservamos en Álava. Por ello es necesario salvaguardar y preservar nuestros espacios naturales y el modo de vida rural, sustento de la vida y patrimonio intangible de nuestra identidad cultural”, concluyen los colectivos.

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