La enseñanza concertada coge el relevo de la pública y se lanza a la huelga para mejorar las condiciones de los docentes
El incendio que sufre la red pública de enseñanza no universitaria se traslada a la concertada con una jornada de huelga general. En concreto, la movilización afecta a los profesores y trabajadores de centros religiosos de Kristau Eskola y de AICE (Asociación independiente que agrupa a colegios laicos y cooperativas), que engloban al 70 % de los centros concertados y en los que trabajan más de 9.000 personas y estudian 117.905 niños. Las ikastolas concertadas conforman el otro 30 %, pero se han quedado al margen de la movilización.
Se trata de la primera huelga en la red concertada de este curso, lo que no significa que en el sector no bulla el malestar. Por ejemplo, el pasado 1 de marzo una manifestación con más de 2.000 trabajadores del sector recorrió las calles de Bilbao reivindicado mejoras laborales. Era un aviso de lo que estaba por venir.
Todos los sindicatos del sector, ELA, STEILAS, CC OO, LAB y UGT, apoyan las movilizaciones ante lo que consideran un “bloqueo” de las negociaciones con la patronal y en demanda de mejoras en las condiciones laborales de las plantillas. Los sindicatos reprochan la “nula voluntad” negociadora de Kristau Eskola y AICE. Y prueba de ello, según las centrales, es que el convenio por el que se rige este colectivo se firmó hace casi diez años. Las relaciones laborales de los trabajadores del sector han estado reguladas hasta el día de hoy por el convenio para centros de Iniciativa Social 2008/09 y han sufrido “los recortes impulsados desde la Administración y amparados por las patronales y la imposición de un convenio estatal que empeoraba sumamente las condiciones laborales”, denuncian los sindicatos.
Cambios profundos
Además, han apuntado que desde hace diez años desde la firma del último convenio, “los profundos cambios que se están dando en el sector no han sido aún recogidos en un nuevo marco que regule” las condiciones laborales de los docentes“. Así, la aplicación de nuevos métodos pedagógicos, de las nuevas tecnologías y del inglés, entre otros, está siendo posible ”únicamente gracias al sobre-esfuerzo de los trabajadores y trabajadoras, de modo que las horas complementarias que antes se destinaban al trabajo personal, la preparación de clases y al seguimiento individualizado del alumnado hoy se destinan a infinidad de reuniones, formaciones y proyectos“.
Las nuevas figuras que hace unos años apenas existían en los colegios, como las Especialistas de Apoyo Educativo y las profesoras del primer ciclo de Educación Infantil hoy están muy extendidas y trabajan en condiciones precarias: sueldos bajos, sin horas complementarias, jornadas parciales las primeras y jornadas anuales abusivas las segundas, que exceden las necesidades reales de los colegios.
A ello, se ha añadido que las tablas salariales son de 2009, lo que ha supuesto para los trabajadores de este sector “una pérdida de poder adquisitivo del 13,6% desde enero de 2009”, recalcan las centrales.
