El juez autoriza la compra de Astilleros Balenciaga por un consorcio que forman Abu Dhabi Port Group y Premiere Marine

El juzgado de lo mercantil número 1 de Donostia ha autorizado la compra de Astilleros Balenciaga por parte del consorcio que conforman Abu Dhabi Port Group y Premiere Marine. El visto bueno del juzgado es imprescindible para que se formalice la compra, ya que la empresa está en concurso de acreedores, pero hay que esperar a ver si se formaliza finalmente el acuerdo, y, por lo tanto, queda garantizada la viabilidad del astillero. Hasta entonces, tanto el Gobierno vasco como el comité de empresa han acogido con esperanza, pero con cautela, la noticia.

En concreto, la oferta de consorcio conformado por estas dos empresas, una de Emiratos Árabes Unidos y otra de Estados Unidos, a través del consorcio Safeen Drydock, asciende a 11,2 millones de euros y el juez considera que es la más adecuada, ya que permite satisfacer a los acreedores, conservación de la actividad empresarial y preserva el empleo, entre otros.

El consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad, Mikel Jauregi, ha pedido prudencia hasta ver cómo evoluciona el acuerdo, pero ha valorado muy postivamente la noticia, porque “las condiciones de la propuesta, tanto desde el punto de vista del mantenimiento de los puestos de los 71 puestos de trabajo, como desde el punto de vista económico y de actividad industrial de futuro, son muy positivas”. No obstante ha insistido en la necesidad de prudencia hasta el desenlace de la operación.

Astilleros Balenciaga, con 104 años de historia, entró en concurso de acreedores a finales del año pasado tras la negativa de la Compañía Española de Financiación el Desarrollo (Cofides) al plan de reestructuración de la compañía. Después de varios meses de futuro incierto, el pasado mes de marzo se despejó el acuerdo con posibles inversores después de que todos los acreedores, incluido Cofides, que depende del Ministerio de Economía, aceptaran y firmaran una quita de la deuda, precisamente para facilitar la venta de un astillero que puede ser viable. Este acuerdo rebajó casi a la mitad el pasivo de la empresa, de 15 a 8,6 millones de euros.