Por cada extremeño que emigra al extranjero hay 40 que prefieren buscar trabajo dentro de España

Extremadura perdió el año pasado 6.920 habitantes y es una de las ocho comunidades que ha retrocedido en ese sentido dentro de un contexto nacional en el que por segundo año consecutivo la población ha aumentado, hasta los 46,659 millones a 1 de enero pasado.

En la región se ha pasado a 1.070.586 frente a las 1.077.506 personas que vivían un año antes, a 1 de enero de 2017.

El detalle de las cifras que ofrece el Instituto Nacional de Estadística indica que el descenso de población en Extremadura se debe fundamentalmente a un  saldo negativo en los intercambios de residentes entre unas comunidades y otras, y así hubo un balance final de 3.934 personas que se han trasladado a otras regiones.

La evolución del total se compone de tres factores: ese balance de los cambios de residencia dentro de España, el balance con residentes en el extranjero (los que vienen a establecerse en Extremadura frente a los que desde aquí se van fuera), y por último el saldo vegetativo que es la diferencia entre nacimientos y defunciones.

Solo el saldo con el extranjero ha sido positivo, han venido a vivir aquí 103 personas más de las que se han ido, lo que deshace en cierta forma la idea de una emigración masiva de población joven extremeña al extranjero, y más bien parece que intentan buscar trabajo en otras comunidades.

Sin embargo ese saldo migratorio positivo con el exterior es casi irrisorio respecto al producido a escala nacional, y que es el que explica el aumento de población de España en los dos últimos años. Baste comparar con otras dos regiones de tamaño demográfico similar al extremeño, Aragón o Asturias, que han tenido un saldo con el extranjero positivo en más de 1.000 personas, frente a las 103 de Extremadura.

En cuanto al saldo vegetativo, aunque el año pasado hubo en la Comunidad 3.066 fallecimientos más que nacimientos, no es tan malo como el de Asturias, 7.140 en números negativos, o Aragón, 3.700 también en negativo.

Sin embargo esas dos comunidades han sido más atractivas que Extremadura en su intercambio de residentes con otras, con cifras positiva de 146 personas en el caso aragonés o negativa de 759 en Asturias frente a las 3.934 citadas para la región.

Pérdida de jóvenes

El envejecimiento es un mal profundo en general en la población española según otros datos del padrón a 1 de enero de 2018.

Analizando el caso de Extremadura, su población total se ha reducido en la última década en 19.064 personas, un 1,74%, al pasar de 1.089.650 el 1 de enero de 2008, al inicio de la crisis, a 1.070.586 a 1 de enero de este año.

Pero mirando a la etapa de edad juvenil, de entre 15 y 34 años, la población se ha reducido en 57.219, un 19,3%; o se han marchado, o han crecido y sobrepasado esa edad sin que se haya producido su relevo. Así el peso de los jóvenes dentro de la población extremeña ha retrocedido del 27,1% al 22,28%.

En el total nacional, si bien la población en general ha aumentado en los dos últimos años, el problema del envejecimiento es aún mayor, y en esta década los jóvenes de 15-34 años han pasado de ser 12,914 millones a 9,891, se han perdido por el camino de la crisis y modesta recuperación más de tres millones de jóvenes, un retroceso del 23,4% (Extremadura, recordemos, un 19,3%).

El peso de los jóvenes de 15 a 34 años en España ha pasado de ser el 28,2% en 2008 (una tasa superior a la extremeña) al 21,2% (un punto por debajo de la regional).