Confederación del Guadiana retira al día 100 toneladas de camalote y siega constantemente nenúfar mexicano
La plaga del “camalote” o jacinto de agua se expande rápidamente por el río Guadiana debido al calor y obliga a retirar unas 100 toneladas al día, y la del nenúfar mexicano requiere segarlo constantemente con el objetivo, en ambos casos, de contener su presencia y limitar los efectos dañinos para el medio ambiente.
Así lo ha señalado el jefe del Servicio Forestal de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), Nicolás Cifuentes.
Según Cifuentes, unas 30 personas trabajan con diversa maquinaria especializada para luchar contra esas especies invasoras, 20 contra el “camalote” y 10 contra el nenúfar mexicano, esto con un coste aproximado de un millón de euros.
Ha explicado que el “camalote” prospera en “grandes manchas” gracias a las altas temperaturas, sobre todo entre Mérida y Medellín (Badajoz), y que se extraen unas 100 toneladas al día, con lo que este año ya se han eliminado unas 1.000 y desde el inicio de la plaga en 2005 unas 230.000.
Se prevé que, aunque está controlado, aumente el volumen de extracción de esta planta invasora, contra la que también se lucha preventivamente en invierno, cuando por las bajas temperaturas permanece estable.
“Cuando se descontrola -ha explicado- cubre totalmente el río de orilla a orilla en cantidades espectaculares, como se ha visto en años anteriores en Mérida y otros sitios”, y , además, la descomposición de su materia orgánica produce efectos muy perjudiciales y “deja a oscuras el agua”.
Además, otro efecto negativo es en la actividad agraria si logra introducirse en los sistema de canales de riego, lo que produciría “unos daños económicos bestiales”, aunque esto no ha ocurrido nunca porque se han instalado barreras, ha puntualizado.
Este año hay más
Este año hay más presencia de “camalote” ya que no ha habido inundaciones, que ayudan a eliminarlo “naturalmente” porque lo arrastran a zonas secas donde, luego, muere.
Por otro lado, con respecto al nenúfar mexicano, Cifuentes ha dicho que se centra entre el tramo urbano de Badajoz y la frontera portuguesa, y que, al contrario del “camalote”, que flota y que se puede retirar, es preciso segarlo constantemente con una embarcación anfibia especial ya que “se agarra al lecho del cauce”.
Se corta a unos 40 centímetros de profundidad y, dado que brota de nuevo a los cuatro o cinco días, hay que volver a segarlo hasta conseguir su “agotamiento”.
Ha agregado que, por su parte, la Junta efectúa pruebas de “solarización” consistentes en colocar unas “mantas” para evitar que el nenúfar pueda efectuar la fotosíntesis y, por lo tanto, muera con el tiempo.
Cifuentes ha señalado que el nenúfar mexicano es menos dañino medioambientalmente que el “camalote” pero que ocasiona molestias a la población, en concreto a deportistas como los piragüistas y a los pescadores.
También ha señalado Cifuentes que otra especie invasora es el helecho de agua, que se ha reproducido “de una forma espectacular” en el Guadiana y que consiste en unas manchas marrones que se deben a la aparición en el agua de fósforo y otros nutrientes, aunque ha puntualizado que no es preocupante porque desaparece por sí solo.
Ha apelado a la población para que no arroje al río ningún desperdicio “como si fuera una escombrera” porque “de cada mil cosas una puede ser un problema gordo”, a lo que ha agregado que, por ejemplo, el caso del “camalote” se debe a que algunas personas que lo compraron como planta ornamental “se cansaron y lo echaron al río”.
Cifuentes ha subrayado que está prohibida y penada por Ley la compraventa, manejo y tenencia de este tipo de plantas.
