La delegada del Gobierno justifica las presiones al rebusco con los robos en el campo
La delegada del Gobierno en Extremadura, Cristina Herrera, argumenta que la labor de vigilancia que la Guardia Civil hace en determinadas zonas de cultivo persigue que “bajo el manto del rebusco no se cometan actos ilícitos”.
Al ser preguntada por la denuncia realizada por algunos colectivos sobre las dificultades para practicar el rebusco, ha explicado que los agentes lo que hacen es inspeccionar aquellas empresas o propiedades que contratan a personal para el rebusco, para asegurar que están dadas de alta. También pretenden evitar los robos bajo el manto de la práctica del rebusco.
Pese a las presiones, se trata de una actividad que abre las puertas de un jornal a miles de familias, sin recursos, que esperan este momento como agua de mayo. Se trata de toda la producción que no se recoge, que se queda en el campo, y que durante siglos ha sido una fuente de ingresos para los vecinos.
Según la delegada del Gobierno sus inspecciones desean garantizar que la uva, la aceituna y otros productos que se cojan del rebusco “lleguen a la mesa del consumidor con las garantías necesarias”, y para ello se han pedido a las empresas que los compran los papeles de la trazabilidad de los productos, ha indicado Herrera.
Ha aclarado que no están “a favor ni en contra del rebusco”, sino que se cumpla con la legalidad.