Un 'Plan B' a las nucleares: eficiencia energética y renovables, pero en manos de las personas
Comienza la cuenta atrás para que las compañías eléctricas soliciten la renovación de la actividad de las centrales nucleares más allá de los 40 años. De acuerdo con las fechas, Almaraz debe presentar la documentación tres años antes de que expire su licencia. Esto ocurre en los próximos meses. Luego vendrán otras centrales como Vandellós, y así progresivamente.
La Plataforma por un Nuevo Modelo Energético quiere que el debate se abra en la calle. Que no sea una decisión unilateral del Gobierno de Rajoy. Destaca que ahora, más que nunca, es el momento de que se hable de las nucleares.
“Debemos transmitir a las personas que es demasiado importante como para desafectarse y no tomar una parte en el asunto. Tomar parte con nuestros gestos en la vida cotidiana, pero también en la vida política”, traslada Cote Romero, portavoz de la plataforma.
¿Un nuevo modelo?
Frente a la dependencia del carbón y las nucleares, el modelo energético que propone la plataforma se basa en el ahorro, la eficiencia energética y las fuentes renovables. Pero en manos de las personas, no de las grandes compañías eléctricas. “En manos de los ayuntamientos y los vecinos. Un modelo distribuido que tenga en su ecuación la gestión del uso social de la energía, y también la gestión sostenible del sistema”.
Explica que la energía es fundamental, transversal, necesaria para casi todas las actividades de la vida cotidiana. “Debemos penetrar en este sistema energético opaco, complejo, en manos de tecnócratas, para introducir el sentido común de la ciudadanía”.
El autoconsumo
A Extremadura le sobran fuentes renovables y produce el 104 por ciento de la energía necesaria por esta vía. Es una de las dos comunidades españolas que autoabastecen sus necesidades de electricidad con energía de origen renovable. El consumo de la región es de 4.409 gigavatios/hora, por debajo de su producción verde.
Pero la apuesta de la plataforma es la del autoconsumo. Destaca su gran potencial “a pesar de tener la legislación más restrictiva del mundo, con unos gobiernos que han intentado frenarlo”.
Explica que no se trata de un cambio tecnológico, sino de paradigma. Supone un consumo responsable, y en este campo está el sector de la eficiencia energética y las medidas de ahorro en las viviendas. Pueden reducir la factura energética en invierno hasta en un 30 por ciento según comenta.
Un sector que puede emplear al mismo tiempo a buena parte de los desempleados del mundo de la construcción.