No encuentran evidencias sobre la presunta filtración del examen de subalternos
La Dirección General de la Función Pública de la Junta de Extremadura ha abierto un expediente informativo sobre la reclamación hecha por varios aspirantes a subalterno, en la que dudan de las notas obtenidas en el primer examen por dos opositores, un matrimonio que ha sacado respectivamente un 10 y un 9,83, las dos máximas calificaciones.
Sin embargo de momento no se han conseguido evidencias sobre una presunta filtración de las preguntas, ya que entre otras diligencias se han revisado las cámaras de grabación de la Dirección General pero no recogen la parte de las dependencias donde se custodiaban los exámenes.
La reclamación, que ha sido suscrita en varios escritos por una treintena de personas, se basa entre otros motivos en lo alto de las puntuaciones, y en el hecho de que uno de los cónyuges trabajaba en la parte del edificio de Función Pública en Mérida donde se guardaban los exámenes, aunque éstos fueron llevados luego a otro lado.
Posteriormente ese mismo opositor, que ha sacado el máximo con un 10, ha sido trasladado según los aspirantes que han reclamado “a la otra punta de Mérida, posiblemente para acallar rumores”.
Cambio de presidenta en el tribunal
La medida que se va a adoptar por parte de la Junta va a ser probablemente la sustitución de la presidenta del tribunal; hay otro miembro del tribunal contra el que se ha presentado una recusación, aún sin resolver.
Guillermo Barroso, secretario regional de la federación de servicios a la ciudadanía (FSC) de Comisiones Obreras, ha reclamado a Función Pública que se haga una investigación completa, con todas sus consecuencias, y se atienda así las reclamaciones presentadas por ese grupo de opositores en varias instancias (presidenta del tribunal, directora general, consejera…), ya que “a nosotros también nos extraña mucho que se saque un diez en un test en el que los errores descuentan puntos”.
Barroso reprocha a la vez la falta de contestación por parte de la Junta a esas reclamaciones. “En la etapa política anterior era frecuente ese silencio administrativo, pero eso en la actual debe cambiar”.