Enfermeros del SES: “Se requiere algo más que una charla de media hora para no contagiarse de ébola con un enfermo”
La Asociación Extremeña de Enfermería Independiente (AExE) ha advertido de que el Servicio Extremeño de Salud (SES) actúa de manera improvisada y por “impulsos, sin coherencia” en la información transmitida a las diferentes áreas sanitarias sobre la atención del ébola. Sin formación adecuada a todo su personal, incluidos hospitales, centros de salud y UMEs, según denuncian.
El protocolo se limita a “meras reuniones informativas que de ningún modo cubre las necesidades que tenemos los profesionales que a la postre podremos atender a estas supuestas sospechas”, y cómo actuar en tal caso salvaguardando nuestra seguridad y la del resto de la población. “Se requiere algo más que una charla de media hora”.
Aunque la formación en personal sanitario es insuficiente, según la asociación, hay un colectivo en la que ésta es “inexistente”, así como la ausencia de todo material de protección: los técnicos sanitarios y conductores de ambulancias.
Deficiencias en el material
En cuanto al material que reparte el SES, los enfermeros señalan que no cumple la reglamentación, lo que provoca un posible el contagio de la enfermedad.
Advierten de que no se han remitido guantes de grosor especial. Mientras, el mono con capucha enviado a algunas áreas no dispone de presilla para el pulgar, haciendo posible que se deslice y pudiendo dejar expuesto parte del antebrazo.
Critican además el uso de la capucha, gafas y mascarillas con las que se “deja alguna zona de la cara sin cubrir”.
Otra de las cuestiones que lamentan es que el material está siendo mandado de manera “heterogénea” a los diferentes servicios y áreas. “No es el mismo el que pudiera recibir un área que otra ni un hospital, centro de salud o UME que otros”. Por ejemplo en algunas áreas se han mandado meras calzas quirúrgicas y en otras perneras impermeables homologadas.
Por otro lado, han indicado que, en algunas ocasiones, se está mandando material de manera desproporcionada y con objetos absolutamente innecesarios que sólo pueden aumentar el gasto sanitario de manera injustificada, “demostrando esa improvisación de la que antes se hacía referencia”.