María Guardiola no quería un baño de masas en el cierre de la campaña de las elecciones del domingo. Sin contar con ningún dirigente del equipo de Alberto Núñez Feijóo en el PP estatal, la presidenta de Extremadura y candidata a la reelección ha optado este viernes por culminar las dos semanas de actos en un polideportivo mediano a las afueras de Badajoz, adonde han asistido varios centenares de personas que no han llenado el recinto. En lugar de un mitin clásico, Guardiola ha elegido un inusual evento de “zambomba flamenca”, en el que solo ha intervenido durante unos segundos principalmente para dar las “gracias” a sus compañeros de partido. Además, pidió específicamente que no asistiera ningún otro presidente autonómico de su partido.
Todo ello después de haber estado prácticamente desaparecida en la última semana, cuando se conoció que el que era su chófer había sido condenado por coacciones a su expareja –la Junta lo cesó el miércoles, después de que el caso saltara a la prensa– y tras publicar elDiario.es el jueves las coacciones denunciadas por una concejala de Navalmoral de la Mata contra el alcalde del PP. “Solicité amparo al PP y su falta de respuesta fue dolorosa”, aseguraba la edil, Paula González, esta misma tarde en un comunicado enviado a los medios. Guardiola, sin embargo, ha dicho este viernes que “no tenía conocimiento de la situación que pone de manifiesto esta concejala” y trataba de vincular la denuncia con el hecho de que la concejala no fuera incluida en las listas del PP para las elecciones de este domingo.
“No quiero dar un mitin, está todo dicho, hemos hablado mucho hay mucho ruido afuera, nosotros tenemos mucha alegría, que se enfaden otros”, se ha limitado a señalar entre cánticos y bailes. La dirigente del PP ha dado las gracias a todos quienes le han acompañado en la campaña. “Porque amamos Extremadura y la gente lo sabe”. Según ha dicho, pese a los escándalos de la última semana, en su tour de este viernes por varias localidades “solo” ha recibido “fuerza y energía”.
“Tenemos la oportunidad de llenar las urnas con ilusión y ganas. Que nadie se quede en casa porque vamos a seguir transformando Extremadura y lo vamos a hacer juntos. Confío en que el trabajo siempre da resultados. Y aquí lo único que hemos hecho ha sido trabajar”, ha zanjado. No ha dicho nada más.
Por la mañana, al reaparecer tras cuatro días sin actos de campaña, Guardiola, volvió a insistir en lanzar sospechas de un pucherazo a solo dos días de las elecciones regionales. En declaraciones a la prensa en Talayuela, la candidata volvió así a sacar a colación un suceso que tuvo lugar el jueves: en un caso que la propia Guardia Civil calificó de “delincuencia común”, unos ladrones robaron una caja fuerte de una oficina postal para quedarse con el dinero, pero dentro de la misma también había 124 votos por correo que después aparecieron a 20 kilómetros.
Pese a la evidencia de que los ladrones buscaban el dinero y no los votos, el PP, en boca de los dirigentes regionales pero también del propio Alberto Núñez Feijóo o Miguel Tellado, habló de que la democracia “está en peligro” en España. Y aunque Correos ya dejó claro el mismo jueves que esos 124 votantes, pertenecientes a las localidades de Fuente de Cantos, Bienvenida y Calzadilla de los Barrios, podían volver a votar ante lo sucedido, la candidata del PP aseguró por la mañana que “a 124 extremeños les están hurtando el derecho a decidir”. Correos informó al mediodía que 118 de esos afectados por el robo ya habían votado de nuevo.