El Melero, un meandro que divide pero hermana a Castilla y León y Extremadura
El río Alagón, el afluente más largo del Tajo, abandona Salamanca a la altura de Sotoserrano y penetra en Cáceres cerca de Riomalo de Abajo, un territorio donde además de fijar el límite entre Castilla y León y Extremadura, se enrosca para formar el fascinante meandro del Melero.
Un giro de casi trescientos sesenta grados, una circunferencia casi perfecta que quiebra una delgada lengua de tierra, alumbra uno de los monumentos naturales más bellos de la península ibérica: en suelo de la provincia de Salamanca pero sólo visible, en su mejor versión, desde los miradores existentes en el lado de Cáceres.
Por esta razón, el meandro figura por partida doble entre los recursos naturales que ofrecen las diputaciones de Salamanca y Cáceres dentro de la XXIII Feria Internacional del Turismo de Interior (Intur 2018), inaugurada este jueves en Valladolid por la consejera de Cultura y Turismo de Castilla y León, María Josefa García Cirac.
Una fotografía de grandes dimensiones de esa insólita revuelta, captada desde la zona extremeña, recibe al visitante en el expositor de Salamanca en Intur, mientras que en el de Cáceres, unos metros más allá, un folleto promociona este prodigio de la naturaleza como lugar de avistamiento de aves, senderismo y paseos en canoa.
“El meandro linda con las dos provincias”, ha explicado el alcalde de Villanueva del Conde (Salamanca), Francisco García Hidalgo, presidente de la Ruta del Vino Sierra de Francia, “pero las mejores vistas se aprecian desde Cáceres”, ha precisado una técnico de la Diputación cacereña.
El Alagón, como una madre generosa, se retuerce en un giro inverosímil para repartir salomónicamente entre castellanoleoneses y extremeños el regalo de este deslumbrante paisaje encajado entre las sierras de Francia y de Béjar, de las que se nutre este río que comparte solar natal con el poeta José María Gabriel y Galán (1870-1905) además de un cierto paralelismo.
Celebridad extremeña
Al igual que el meandro, ambos nacen en la provincia de Salamanca pero toman celebridad en Extremadura: el río en su discurrir hasta que desagua junto a la romana Alcántara, y el poeta de “Extremeñas” y “Castellanas” en su periplo vital hasta que rindió vida en Guijo de Granadilla, cerca del embalse inaugurado en 1961 con su nombre.
La naturaleza, ajena a límites y divisorias trazadas por mano humana, ofrece con El Melero una lección de coexistencia y cooperación institucional, simbolizado en ese abrazo fraternal que describe el cauce del Alagón, un lugar también promocionado para escuchar la 'berrea' de los ciervos que habitan los valles del Alagón y Batuecas, no lejos del Jerte y Ambroz, un entorno único.
El meandro es uno de los iconos del turismo de Extremadura, que promociona en folletos, carteles y dibuja incluso en las señales de tráfico que reciben en Riomalo de Abajo a los turistas procedentes de Sotoserrano, subrayado con el rótulo de “Las Hurdes. Maravilla rural”.
Una pista forestal que parte de Riomalo de Abajo, conduce al viajero hasta el mirador de la Antigua, el mejor balcón para contemplar este paraje situado en la provincia de Salamanca, en el límite oriental de Las Hurdes, “tierras hermanas de estas tierras castellanas”, como explicó en verso Gabriel y Galán al rey Alfonso XIII.
Desde hace ocho años, este entorno idílico es escenario del The Lost Theory Festival, una cita musical de esencia hippy basada en música psicodélica y experimental que busca la fusión de sensaciones con la naturaleza, y reúne a cientos de aficionados procedentes de diversos lugares de Europa.
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