Las altas temperaturas se ceban con las aves salvajes, que caen de sus nidos por golpes de calor
Pollos de cernícalos primilla, aviones, vencejos, murciélagos o lechuzas son algunas de las especies más perjudicadas por las altas temperaturas. En la gran mayoría de los casos el animal se precipita al vacío desde el nido al sufrir el estrés térmico que le produce el golpe de calor.
La Organización de Acción por el Mundo Salvaje (AMUS) explica que las olas de calor que está sufriendo Extremadura durante este verano afectan a un gran número de especies animales, especialmente a las aves.
La gran mayoría coloca sus nidos en lugares expuestos al sol durante muchas horas o en sitios cerrados como murallas o cobertizos que se convierten en lugares inhabitables, en los que las temperaturas aumentan considerablemente.
Este problema se ha agravado este año debido al retraso reproductivo que se ha dado en muchas especies de aves. Muchos habitantes de los nidos son ahora recién nacidos o han comenzado el proceso de bipedestación, mediante el cual comienzan a desplazare utilizando sus dos patas.
La corta edad de muchos de los habitantes de los nidos de la región trae como consecuencia que su cuerpo no esté totalmente desarrollado para resistir estas condiciones climáticas siendo aún más débiles al calor.
Durante este verano los centros de recuperación de fauna cuentan por decenas las intervenciones que están llevando a cabo. Golpes de calor, estrés térmico, hiperventilación y problemas respiratorios son las principales dolencias que presentan los animales.
Especies en peligro de extinción
La ola de calor ha provocado que la mayoría de las especies de ave se hayan visto amenazadas en diferentes grados, especialmente el buitre negro y el águila imperial que están en peligro de extinción, y a las que altas temperaturas está afectando considerablemente.
En muchas ocasiones son los propios padres de las crías los que tratan de protegerlas del calor colocándolas a la sombra o trayendo agua desde una charca cercana para refrescarlas, especialmente a mediodía.
Mayor implicación de las administraciones
Desde AMUS afirman que las administraciones conocen el problema y piden una mayor implicación, sobre todo en lo que respecta al servicio de recogida de animales que se localizan en estado grave.
Consideran que también es importante que los centros de recuperación de fauna cuenten con buenos equipos de veterinarios ya que la mayoría de las intervenciones que se llevan a cabo son de emergencia.
En el caso de Extremadura la organización cree que la administración si cumple a través del servicio de recogida de fauna que funciona 7 meses al año, los siete días de la semana y durante 24 horas.
Cabe destacar que la gran mayoría de los centros de recuperación de fauna son públicos y están subvencionados por las administraciones, también existen otros privados.
Cómo colaborar en la ayuda a un animal
A lo largo del año AMUS ofrece distintas alternativas para colaborar en el buen estado de conservación de las especies. Se pueden hacer donaciones de 1 euro al mes o de 25 euros al año.
Otra opción es apadrinar un animal que ha sufrido un percance contribuyendo con una cierta cantidad para que AMUS lo mantenga y se asegure de su desarrollo. El padrino recibirá información puntual de todo lo que suceda con el ejemplar escogido, además de su historial clínico.
Es frecuente que los animales que se precipitan del nido acaben en patios, calles, avenidas, piscinas, terrazas, cocinas y cuartos de baños de viviendas.
Por ello este año AMUS ha organizado la campaña “Tú decides” para dar instrucciones a todas las personas que encuentren algún animal en graves condiciones de salud. Se ha creado un decálogo que recoge las pautas que se deben seguir para ayudar de la mejor manera al ejemplar que se encuentre.
