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Los precios del campo vuelven a las andadas: bajón del aceite por el cierre de la hostelería y las importaciones

COAG valora "positivamente" la solicitud a la UE de prórroga del almacenamiento privado del aceite de oliva

Óscar Tomasi / Efe

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Los precios que reciben en origen los productores de aceite de oliva se han hundido en las últimas semanas hasta niveles inéditos en seis años (2014), en claro contraste con el fuerte incremento de las ventas registrado en el supermercado por la pandemia.

Una parte del sector, la más cercana al campo, rezuma indignación y no descarta incluso la convocatoria de protestas en breve; la semana pasada un pequeño grupo formado por cerca de medio centenar de vehículos ya se manifestó sin previo aviso en Jaén.

El runrún alcanza ya tal volumen que el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, tiene su agenda completamente copada esta semana por el sector: se reunirá con una docena de asociaciones en cuatro días, empezando hoy mismo por las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA, y las cooperativas.

Mientras tanto, grandes aceiteras como Deoleo, Dcoop o Acesur han confirmado lo evidente: que sus ventas han aumentado con fuerza en este arranque de 2020, impulsadas por las medidas de confinamiento adoptadas para frenar la covid-19, que llevaron al consumidor a hacer un tipo de compra enfocado a llenar la despensa, con el aceite como uno de los productos “estrella” de su cesta.

Concretamente, la venta de aceite de oliva en el supermercado se incrementó durante el primer trimestre en España, Estados Unidos e Italia un 19 %, un 23 % y un 7 %, respectivamente, según datos recogidos por las consultoras Nielsen e IRI.

Las cifras oficiales del panel que elabora el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación reflejan subidas en el consumo de aceite en el hogar de hasta el 30 % en las semanas de confinamiento respecto al año anterior.

Precios

El virgen extra -el de mayor calidad- se paga hoy a poco más de 1,9 euros, según los observatorios de precios Pool Red e Infaoliva: para encontrar un precio tan bajo hay que remontarse a 2014, hace sólo dos años cotizaba al doble (3,8 euros) y en apenas un mes ha caído 20 céntimos.

Otra “rareza” es que el precio del virgen -segundo en el escalafón- y el lampante se han ido igualando, hasta los 1,6 euros.

“Al final lo que está pasando es que el virgen extra ya no es la punta de lanza que tira el precio hacia arriba. En el mercado nacional estamos viendo que los supermercados ya ni siquiera utilizan tanto el aceite para lanzar 'ofertas gancho' porque su precio siempre es bajo”, lamenta un agricultor andaluz.

¿Por qué no suben los precios si la demanda se dispara?

Del lado de la oferta -la otra variable a tener en cuenta-, la producción de esta campaña ha bajado más de un 30 % respecto al año anterior y se sitúa por debajo de la media de los últimos ejercicios, con algo menos de 1,2 millones de toneladas.

Por si fuera poco, entre diciembre y febrero se retiraron más de 200.000 toneladas de aceite del mercado con la pretensión de influir en los precios y elevarlos a través de la activación del almacenamiento privado, un sistema dependiente de Bruselas que sólo se utiliza de forma extraordinaria y que no ha surtido el efecto esperado.

El cierre de la hostelería

En el sector hay división; mientras que desde las organizaciones agrarias denuncian que algunos se están “forrando” a costa de la “ruina” de los olivareros, envasadores y comercializadoras apuntan sobre todo a factores externos como el descenso de las exportaciones o la pérdida del canal de hostelería.

“Sí que es compatible que bajen los precios en origen pese al aumento de ventas en el súper. Primero, esa subida ya se ha acabado e incluso hay algo de retención. Segundo, perdimos la venta a bares y restaurantes, cerrados durante estos meses. Y, además, millones de turistas extranjeros no vendrán”, alega el responsable sectorial de Cooperativas Agro-alimentarias de España, Rafael Sánchez de Puerta.

En su opinión, también es clave el frenazo de las exportaciones (la categoría de aceite y grasas retrocedió un 4,4 % en el primer trimestre), provocado en parte por el arancel impuesto por Estados Unidos al aceite de origen español que llega importado.

Pero desde el campo discuten este impacto; olivareros hablan de “manipulación” de precios por parte de la industria y amenazan con movilizaciones.

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