Ajedrez terapéutico, jaque mate a las adicciones
Uno de los mayores especialistas en este campo es Juan Antonio Montero Aleu, el psicólogo y presidente del Club de Ajedrez Magic de Extremadura, que dirige desde 2010 una experiencia piloto en la Comunidad Terapéutica “La Garrovilla” (Mérida) donde tratan las adicciones al alcohol y las drogas.
Montero desarrolló un método basado en las técnicas del ajedrez para recuperar habilidades como la memoria, la atención, el razonamiento lógico y el espacial. Entrevistado por Efe, el periodista Leontxo García, experto en ajedrez, afirma que España es la “primera referencia mundial” en explorar las “aplicaciones sociales” del tablero.
Holanda y Ciudad de México destacan en el uso terapéutico del ajedrez en autistas y en personas con síndrome de Down, “pero en conjunto, donde más se ha avanzado ha sido en España”, subraya.
“España es el referente principal” en trabajar con las herramientas del ajedrez con niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), en enfermos con el síndrome de Asperger, en la rehabilitación de adicciones, en personas ciegas y en las cárceles o en los centros de menores, asevera. Leontxo García ha visto en primera persona los efectos de este entrenamiento en adictos que cuando llegaron a La Garrovilla tenían el cerebro “poco menos que destrozado” por el consumo de drogas y alcohol y “un año después hacían exhibiciones de memoria y de concentración”.
Los resultados de esta experiencia llegaron a oídos del director médico de la Red de Salud Mental de Álava, Fernando Mosquera, un psiquiatra que se confiesa aficionado al ajedrez, que fue a Mérida para ver en qué consistía el novedoso programa y ensayarlo en el País Vasco.
La experiencia piloto se está llevando a cabo en el Centro de Orientación y Tratamiento de Adicciones de Vitoria (COTA) con un programa de seis meses en cuya primera edición participaron personas que arrastraban patologías duales (varias adicciones y trastornos psicopatológicos) desde hace 14 años de media. El año pasado lo probaron con 22 hombres y mujeres de 30 a 69 años y el director médico de la Red de Salud Mental de Álava explica que antes de decidir si se extiende al Servicio Vasco de Salud deben evaluar primero su eficacia.
Los resultados iniciales son prometedores ya que los participantes consiguen reducir su impulsividad -un aspecto clave para evitar recaídas- y además mejoran su memoria, su rapidez mental, se acostumbran a tomar decisiones y aumenta la unión y el respeto por el resto de compañeros del grupo, explica a Efe Juan Llorente, psicólogo clínico del COTA. Jesús de Arana, el monitor que imparte el taller en el COTA, asegura que para los pacientes es una actividad “muy relajante”, ya que durante la hora que están concentrados delante del tablero “se olvidan de sus angustias y de sus problemas”.
Pero lo más “sorprendente” -apunta De Arana- ha sido ver cómo uno de los pacientes era capaz de resolver los ejercicios en medio de un brote paranoico que le hacía oír voces y delirar. El objetivo del programa no es que los asistentes aprendan a jugar al ajedrez sino que mejoren sus funciones cognitivas y que no sufran recaídas. Lo mejor de todo es que el efecto terapéutico del programa persiste cuando termina el taller porque lo que suele ocurrir es que acaban enganchándose al ajedrez y siguen jugando por su cuenta, apunta Fernando Mosquera.
“El ajedrez puede ser desde un juego de azar -cuando no sabes jugar- hasta un arte extremadamente sofisticado si eres un maestro de altísimo nivel y es su versatilidad lo que lo convierte en una herramienta ideal” para trabajar con estos colectivos, sostiene. Además, “el ajedrez es la antítesis de la procastinación”, es decir, de la tendencia a dejarlo todo para mañana, algo muy frecuente en las personas adictas, que eluden las responsabilidades y le pasan el marrón a otro, agrega Llorente.
Leontxo García, no olvida tampoco la experiencia que vivió hace años en una cárcel de Almería donde se probaron estas técnicas con reclusos peligrosos, a los que el tablero “transfiguró” y convirtió en presos “modélicos”. Uno de los internos cuya vida cambió gracias al ajedrez, Jose Manuel, le llegó a decir al salir de la cárcel cuando le concedieron la libertad provisional que el tablero era especialmente bueno para personas con tendencia a delinquir porque te enseña a pensar en las consecuencias de tus actos.
Leontxo García ve el ajedrez como un juego “infinito” con posibilidades terapéuticas y pedagógicas ilimitadas, y subraya que hay psiquiatras como Hilario Blasco, del Hospital Puerta de Hierro de Madrid, que “recetan” ya ajedrez en su consulta todos los días. Explica que Blasco ha publicado un estudio científico en el que concluye que en casos leves y moderados de THD el ajedrez puede suplir a los fármacos y en los casos más graves puede ayudar a reducir las dosis.