Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

La caravana de mujeres desembarca en Mérida: “estamos cumpliendo una labor social”, dice el organizador

Dos participantes de la caravana de mujeres (ella de un pueblo extremeño), posando ante las cámaras / JCD

Jesús Conde

Se han hecho de rogar, pero finalmente la caravana con las 55 mujeres procedentes de Madrid ha desembarcado en un hotel de carretera de Mérida ante la atenta mirada de decenas de clientes que esperaban su llegada.

Llevaban casi dos horas impacientes el autobús de la Asociación Caravana de Mujeres. Un evento que el propietario del hotel publicitó por Mérida y comarca con un anuncio que garantizaba a los primeros 55 solteros la compañía femenina.

El hotel se ha engalanado para un acto que ha contado con la oposición unánime de numerosos colectivos feministas y en defensa de los derechos humanos. Consideran que se ha usado a la mujer como un objeto sexual y lo tachan de machista y retrógrado.

De hecho durante semanas han reclamado insistentemente al Gobierno de Monago, sin éxito, que parara la celebración de la caravana, entendiendo que se promueve una actitud discriminatoria y denigrante para las mujeres. También que se favorecen actitudes de dominio e incluso violencia.

Entre los opositores, CCOO, PCEx, Malvaluna o la Plataforma de Mujeres por la Igualdad, así como PSOE y Podemos. La Junta se ha limitado a transmitir que rechazan “cualquier propuesta que dañe la imagen de la mujer”, pero no ha actuado.

El cortejo aterrizó

Finalmente el cortejo llegó, con la presencia mayoritaria de mujeres latinoamericanas y del este, de entre 25 y 65 años. Francia, una integrante de la caravana de origen ecuatoriano, señalaba a los medios que participa en este evento para relajarse y a pasar un buen rato.

“Vengo a desestresarme. Suelo viajar los fines de semana cada vez que puedo con la Asociación de Caravana de Mujeres, y no siempre por amor, sino por pasarlo bien”, según explicó ante el gran despliegue mediático montado a las puertas, incluida la televisión alemana.

“Vengo a echarme una novia”

Entre los clientes del hotel, había hombres esquivos, que huían de las cámaras por “guardar su intimidad” según decían con cierto enfado. Había otros que mostraban sin complejos que venían a echarse una novia.

Este es el caso de Francisco, un vecino de Guareña que explicaba que está separado y que ha venido a buscar a una mujer. “Voy a intentarlo, voy a buscar una novia, tengo mucho trabajo en el campo y es mucho jaleo”, según decía este hombre, que reconocía abiertamente que necesita una mujer que le echara ‘una mano’ en sus labores agrícolas y ganaderas.

En la puerta también se ha concentrado un grupo de jóvenes de diferentes colectivos y movimientos sociales, que han hablado con algunas de las mujeres participantes para transmitirles su disconformidad con una caravana que garantiza la compañía femenina a los primeros 55 señores. Consideran que se trata de un acto machista y se oponen a su celebración.

Etiquetas
stats