Estrategias innovadoras para frenar la desertización en varios pueblos cacereños
Las localidades cacereñas de Hoyos, Valverde del Fresno y Moraleja han sido elegidas para llevar a cabo el proyecto europeo Desert-Adapt, que forma parte del programa LIFE de la Unión Europea para hacer frente al desafío del cambio climático y contrarrestar el riesgo de desertificación.
El profesor de la Universidad de Extremadura, Fernando Pulido, coordina la parte española del proyecto europeo Desert-Adapt, que cuenta con los agricultores y ganadores locales que buscan oportunidades rentables de uso del suelo.
En Extremadura, ya se han comenzado a aplicar tres Modelos de Adaptación a la Desertificación, que cumpliendo con los objetivos de Desert-Adapt, pretenden mejorar la calidad del suelo y su conservación a través de estrategias y tecnologías innovadoras.
“En el año 2015 tuvo lugar un pavoroso incendio en la comarca de la Sierra de Gata y en 2017 iniciamos un proyecto LIFE de adaptación a la desertización, que era muy conveniente después de ese gran incendio”, ha recordado Fernando Pulido.
Para ello se buscaron formas sostenibles de generar rentas, principalmente a través del cultivo de nuevas especies de plantas que pudieran crecer y ser económicamente interesantes en un contexto de doble degradación del suelo: por culpa de los incendios y los pastoreos excesivos en el pasado, y la degradación provocada por la subida de temperaturas y la falta de precipitaciones.
Así, en terrenos municipales de Hoyos y de la Asociación del Castañar se trabaja con cabreros para reducir el riesgo de incendios y se genera leche de alta calidad para una quesería local, según ha informado la Universidad de Extremadura.
Además, se cultivan plantas aromáticas de alto valor comercial y castaños resistentes a la enfermedad de la tinta con técnicas de riego deficitario y, a la vez, se adoptan diferentes medidas que favorecen la biodiversidad animal y vegetal.
En los terrenos del Ayuntamiento de Valverde del Fresno afectados por los incendios, se ha generado un mosaico de parcelas agrícolas y forestales para reducir el riesgo de incendio; se han cultivado también plantas aromáticas y castaños; y se ha ensayado la cosecha de jaras para la extracción de aceites esenciales de alto valor.
Por otra parte, en Moraleja, en la finca privada de Monteviejo, sobre una dehesa muy degradada, se ayuda a la regeneración del arbolado de encinas y alcornoques, mejorando los pastos para aumentar la producción y su calidad, con medidas de protección de la biodiversidad; y también se ha realizado una plantación ecológica de pistachos.
En estas tres localidades se persigue el objetivo general de mitigar la desertización generando a la vez nuevos productos de interés comercial, que incluyen también visitas turísticas.
Los primeros resultados muestran la viabilidad de los modelos ensayados en términos ambientales y en la actualidad se evalúan los aspectos sociales y económicos.
En el proyecto LIFE Desert-Adapt participan Italia, Portugal y España que ya se han visto afectados por el cambio climático.
Estos tres países de la Unión Europea han decidido implantar los Modelos de Adaptación a la Desertificación en 1.000 hectáreas de tierra para combatir el cambio climático y mejorar la calidad ambiental y favorecer el desarrollo socioeconómico.
La idea de este proyecto europeo es proponer nuevas políticas públicas que repliquen esta iniciativa y amplíen las regiones para salvaguardar y mejorar la biodiversidad y calidad del suelo, evitando su erosión.
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