Homenaje a las víctimas del franquismo en Fuente del Maestre, uno de los pueblos más castigados por la represión
Los datos de historiadores y los testimonios orales indican que hasta 300 personas fueron asesinadas por el franquismo en Fuente del Maestre. Siguen en paradero desconocido. Se trata de una cifra importante si se tiene en cuenta que en el año 1936 el municipio contaba con unos 8.000 habitantes.
En Fuente Maestre sólo se reparó la memoria de los vencedores, y así sucedió con las 10 personas de la represión republicana. El 7 de julio de 1938 la corporación local franquista procedió a exhumar todos los cuerpos para darles cristiana sepultura en la capilla del convento de los Franciscanos y colocar una placa en el muro exterior con sus nombres, según explica la Asociación para la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica en Extremadura (ARMHEX).
Durante la dictadura se reparó la memoria de los vencedores, pero las víctimas de la represión franquista siguen en el más absoluto silencio.
Acto homenaje
La ARMHEX, en colaboración con el grupo local de memoria de Fuente del Maestre, familiares y amigos, organiza este domingo al medio día un acto de homenaje a las víctimas del franquismo.
El objetivo es reunir a familiares y amigos “como forma de manifestar nuestra voluntad de seguir luchando para reparar su memoria”.
Quieren obtener el permiso del ayuntamiento de Fuente del Maestre para realizar unos sondeos en el cementerio de la localidad e intentar localizar la posible fosa común en el lugar que señalan los testimonios orales.
La placa de la discordia
En el año 2002 la corporación socialista colocó en el cementerio, como reconocimiento a las víctimas de la dictadura, una placa en la que se podía leer “En memoria de los que perdieron su vida por la democracia y la libertad”.
Sin embargo, tres año más tarde, al cambiar la corporación municipal, la placa se cambio por otra aséptica que decía “En recuerdo de las personas humildes que están enterradas en el subsuelo de este cementerio”. Para la ARMHEX se borró la memoria de las víctimas y se las hizo invisibles de nuevo.
El homenaje es un acto en defensa del reconocimiento y la verdad de los hechos. “Aquellos años, en que la tortura, el miedo y el asesinato de civiles era la tónica habitual”.
“Porque queremos recuperar los cuerpos y la memoria de aquellas personas cuyas vidas fueron arrebatadas impunemente, dejando siempre familias rotas y desgarradas detrás”. Añaden su deseo de dignificar el recuerdo y la memoria de las víctimas, “dándoles el lugar que merecen como personas que creyeron que otro mundo más justo era posible, siendo este el loable motivo por el que hubieron de perecer”.
