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El juicio por el robo millonario de 45 botellas de vino en el restaurante Atrio de Cáceres será el 15 de febrero

Bodega del restaurante Atrio, en Cáceres

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Las dos personas investigadas y en prisión provisional por el robo millonario de 45 botellas de vino en el restaurante Atrio, en Cáceres, se sentarán en el banquillo de los acusados el próximo 15 de febrero, fecha fijada por la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Cáceres.

Tanto la Fiscalía como la acusación particular -esta última representa a la compañía aseguradora de las botellas de Atrio y que ya indemnizó a los propietarios del restaurante- consideran que los dos acusados, un hombre, de 48 años y con doble nacionalidad (rumana y neerlandesa), y una mujer, de 29 años y natural de México, son autores de un delito de robo con fuerza, agravado por el alto valor de los vinos presuntamente sustraídos.

Sin embargo, el Ministerio Público pide una pena de cuatro años y seis meses de prisión para ambos acusados, en prisión preventiva desde el 4 de agosto, 15 días después de que fueran detenidos en el puesto fronterizo croata de Karasovici Sutorina, procedentes de Montenegro, mientras que la acusación particular eleva su petición a los cinco año años y exige una indemnización de 800.000 euros.

Por su parte, la defensa de los acusados pide la libre absolución para su patrocinados al entender que los derechos fundamentales de sus clientes fueron vulnerados y, por ende, insta a la nulidad del procedimiento.

Inicialmente, la vista sólo contempla un día de duración, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) y que también ha apuntado a EFE la letrada de los dos acusados, Sylvia Córdoba, quien, a este respecto, ha mostrado sus dudas de que “dé tiempo a todo -declaraciones de partes, peritos y testigos, informes y conclusiones- en una sola jornada”.

La letrada ha explicado que alrededor de una decena de policías nacionales y de peritos han sido citados a declarar como testigos, así como otros tantos empleados del restaurante Atrio.

Unos vinos valorados en 1,6 millones

A juicio de la Fiscalía, y así lo recoge en su escrito de calificación, la pareja, puesta “de común acuerdo” y guiada por un “ánimo de lucro”, se alojó el 26 de octubre de 2021 en el Hotel Atrio “con intención de poder acceder a su bodega y hacerse con vinos de elevado valor”. Tras cenar en el restaurante del hotel, la pareja realizó una visita guiada a la bodega del establecimiento, y sobre las 00:20 horas subieron a su habitación.

En ejecución del plan urdido anteriormente, sobre las 2:10 horas de la madrugada del 27 de octubre, la acusada llamó a recepción y pidió una ensalada, a la vez que se interesó por el tiempo en que tardaría en ser servida“. El empleado de recepción le informó que estaba solo y que tardaría unos 10 minutos en poder llevarle la ensalada. El varón aprovechó ese momento para dirigirse a la recepción y coger una llave electrónica ”con la que acudió a la bodega“, pero no pudo abrir al no tratarse de la ”la llave adecuada“, por lo que volvió a la recepción tras subirle la ensalada a la mujer, y minutos después ella volvió a llamar para pedir que le sirvieran un postre.

Entonces, según puntualiza la calificación de la Fiscalía, su acompañante acudió nuevamente a la recepción donde se apoderó de la llave maestra, con la que abrió la bodega y accedió a la sala de catas donde sustrajo las botellas de vino.

Finalmente, sobre las seis de la mañana la pareja abandonó el hotel llevándose las botellas, las cuales siguen sin aparecer, pues los acusados en su primera comparecencia judicial tras ser detenidos negaron los hechos.

Desde su traslado a España, los acusados están en prisión provisional en el centro penitenciario de Cáceres.

Los gerentes del restaurante, Toño Pérez y José Polo, que el pasado año lograron la tercera estrella Michelín para su establecimiento, prestaron declaración en calidad de testigos en agosto del pasado año en el juzgado instructor de la causa.

La carta de vinos de su bodega centró buena parte de dicha declaración al objeto de conocer el valor de las 45 botellas sustraídas, una cuantía que inicialmente se fijó en 1,6 millones de euros.

De hecho, sólo una de esas botellas, un “Chateau d´Yquem” podría alcanzar un precio de 350.000 euros, además, entre otras, de 38 “Romanée Conti”, cuyo precio medio es de 12.000 euros en la carta de Atrio, y un “Montrachet Grand Cru 1999 Magnum”, de unos 25.500 euros, según expuso Polo días después del robo.

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