Seis meses sin rastro en Monesterio de Manuela Chavero
Seis meses se han cumplido este jueves de la desaparición de Manuela Chavero en Monesterio, sin novedades sobre la investigación y sin previsión de nuevas batidas, en medio las fiestas navideñas más tristes para su familia.
“Imagínese”, ha señalado su cuñado y portavoz de la familia, José Moreno, que ha recordado que solían celebrar estas fechas en un local por debajo de la casa de Manuela, donde se perdió su rastro el pasado 5 de julio.
Aunque “esto es muy fuerte”, ha desvelado que al menos han podido disfrutar de la presencia de sus sobrinos, la niña de siete años y el chico de catorce, que desde que desapareció su madre se encuentran con su padre en la localidad de Las Pajanosas (Sevilla). El matrimonio está separado.
Se lo pidieron al padre y no puso ningún problema a que pasaran juntos parte de las fiestas en otra localidad sevillana.
Cuando están juntos, ni la familia saca la conversación a los niños ni ellos hablan de su madre, aunque lógicamente saben de su desaparición, ha indicado el portavoz.
“No vamos a parar”
Una vez que pasen las fiestas, “no vamos a parar”, ha adelantado Moreno, ya que pretenden entrevistarse con la delegada del Gobierno en Extremadura, Cristina Herrera, y con el juez de Zafra que lleva el caso y la Guardia Civil, si es necesario.
Antes de la batida que se llevó a cabo el pasado 10 de diciembre, hablaron con el juez y la Guardia Civil sobre el desarrollo de la investigación y les dijeron que estaba “muy avanzada”, en palabras de Moreno.
Fuentes de la Delegación del Gobierno confirmaron a Efe a finales de octubre que “hay cuatro o cinco sospechosos y varias hipótesis. La Guardia Civil no se está centrando en ninguna de ellas y a todas se les da la misma importancia”. Nada nuevo ha trascendido desde entonces.
En estos seis meses se han desarrollado dos batidas: el 15 de octubre, organizada por la Fundación QSD Global Europea, que preside el periodista Paco Lobatón, y el 10 de diciembre, en la que tomaron parte de más de 75 personas.
En la primera, en la que participaron casi 400 personas, se encontró un pelo, un pendiente y una llave.
Los habitantes de Monesterio siguen volcados con la causa desde el “minuto uno”, según el portavoz de la familia, que ha recordado que los niños portaron lazos verdes en sus camisetas para recordar a Manuela en la San Silvestre escolar.
Después los vecinos lucieron gorros verdes en la San Silvestre de los mayores y en la Cabalgata de Reyes de mañana va a haber “algo significativo”, que no sabe lo que es, según ha comentado.
Última vez
Manuela, de 42 años, estuvo en la noche del 4 de julio con una amiga, la última persona que la vio, y después regresó a su casa.
Nada estaba forzado; sobre su cama estaban los pantalones que había llevado el día anterior, la luz del salón y de la cocina estaban encendidas, al igual que la televisión, y su cartera y su teléfono móvil estaban allí, con una última conexión a las 01:55 horas del 5 de julio.
Los hijos de Manoli, como era conocida, estaban con su padre en Las Pajanosas cuando desapareció su madre.
