Piden que se anulen las visitas a internos de la prisión de Cáceres por la covid y la entrada de droga

La asociación nacional de trabajadores penitenciarios “Tu abandono Me Puede Matar” (TAMPM) ha pedido este lunes que se anulen en la cárcel de Cáceres las comunicaciones donde exista contacto físico con los internos, por la posibilidad de propagar el Covid-19 dentro del centro y el incremento de entrada de sustancias estupefacientes.

Solicitan, además, que vuelvan las videoconferencias y la eliminación de actividades que supongan la entrada de personal ajeno a la institución y la realización de analíticas periódicas al personal de Instituciones Penitenciarias.

Este domingo un interno fue sorprendido horas después de una comunicación familiar por la tarde con una cantidad de unos diez gramos “de lo que parece ser heroína (a falta de confirmación del servicio farmacológico)”, según ha asegurado TAMPM en nota de prensa.

Se trata de un interno con “amplio historial delictivo y penitenciario”, residente en un módulo para internos con menor adaptación penitenciaria.

Según la asociación, los “escasos efectivos” de servicio en la prisión junto con el jefe de servicios sorprendieron al interno justo en el momento en el que estaba procediendo a evacuar de su recto un preservativo con un envoltorio en su interior de “considerables dimensiones”.

El interno al verse sorprendido reintrodujo “de forma violenta” el envoltorio en su cuerpo, motivo por el cual hubo que trasladar al mismo acompañado de efectivos policiales al servicio de urgencias cacereño ante el peligro que pudiera ocasionar para su vida la presencia de sustancias en su organismo.

Los servicios sanitarios lograron extraer la sustancia y su embalaje, sin correr riesgo la salud del interno.

Así, a juicio de TAMPM la apertura de la nueva normalidad en las cárceles trae la posibilidad de propagar el Covid-19 y un incremento sustancial de la entrada de sustancias y de problemas con los internos por el “más que probable” incremento de sobredosis, muertes y actos violentos producto de la presencia de estas sustancias, por lo que han demandado que se terminen con las visitas físicas.