“No pierdo la esperanza de encontrar un trabajo. Tengo que tirar adelante con mis hijos”
Algunos han alcanzado los 30 con hijos a su cargo y con mucho trabajo a sus espaldas. Sin embargo su bagaje laboral actual se limita a pequeños trabajos esporádicos con los que tienen que sobrevivir. Este es el caso de Ana María Moreno, de 32 años, separada, y con dos hijos a su cargo.
Esta mujer considera que la búsqueda de empleo también es un trabajo en sí. Madruga mucho, atenta a todas las ofertas de Internet. Su jornada comienza respondiendo a toda clase de ofertas a todas las páginas que rastrea. Lo hace con atención.
Más tarde lleva a sus hijos al cole e inicia el reparto del currículums en mano. Su estrategia es hacerlo por sectores, de manera ordenada. Hay días que solo acude a restaurantes, otros a supermercados, y así va pasando por todos los lugares en que puede haber un trabajo en Mérida.
Este esfuerzo le ha permitido encontrar algún empleo, siempre estacional y de fines de semana. Ya no recuerda ni cuándo fue la última vez que tuvo un 'curro' estable. Antes de que llegara la crisis tenía una empresa con su pareja. Le iba bien, pero las deudas y la falta de pago de otros clientes les llevaron a cerrar. Reconoce que ha sido “durísimo” y que incluso optó por cambiarse de ciudad durante un tiempo para empezar de nuevo.
Esta joven no pierde la sonrisa y la esperanza, a la hora de buscar un trabajo. Se siente con fuerzas para seguir adelante. “Tengo que encontrar un trabajo, por mis hijos. Quiero darles todo lo que necesitan”.
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