“La recuperación del lince nunca habría sido posible sin la cooperación europea”
María Jesús Palacios ha desarrollado su carrera profesional en tareas de coordinación para proyectos europeos de conservación ambiental. En Extremadura son ejemplos los programas del lince, el parque Tajo Internacional, Alqueva, o la lucha ibérica contra el camalote.
Es la jefa de sección de Vida Silvestre en la Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio, dentro de la Dirección General de Medio Ambiente.
¿Qué significa Europa para usted?
Europa es un territorio para conservar y crear. Conservar su rico y diverso patrimonio cultural y natural, y trabajar para ello conjuntamente entre regiones y países. Hay pocos lugares en el mundo en el que exista una unión semejante de diversidad de lenguas, tradiciones y biodiversidad en un territorio relativamente pequeño como es Europa. Y es también un lugar para compromisos sociales y ambientales con el planeta Tierra y con sus habitantes más desfavorecidos. Y para crear a través del arte y de la investigación, como llevamos haciendo desde hace milenios.
- ¿Qué aspectos del concepto de Europa, Unión Europea, le atraen y cuáles no le gustan?
- Me atrae la Unión de Europa como espacio común que respeta las diferencias de lengua y cultura de cada país, y que organiza políticas y estructuras sociales comunes. Me echan para atrás las diferencias económicas que aún persisten y las diferencias de compromisos con la conservación de la naturaleza y la política de inmigración, escasas ambas en algunos países.
-¿Desde su punto de vista, qué cree que significa la UE para España?
Una oportunidad de convivencia y de desarrollo económico y social, especialmente en lo que respecta al papel de la mujer en el ámbito laboral, social y político.
- ¿Me puede describir una experiencia personal que a modo de testimonio explique esta dimensión europea?
- Actualmente tenemos tres proyectos de cooperación con Portugal, y desde que estamos en la Unión Europea llevamos desarrollando programas conjuntos de conservación de la biodiversidad, desde Extremadura con las regiones portuguesas de Alentejo y Centro. Tener objetivos comunes para la conservación de especies amenazadas y alcanzar esos objetivos es la mayor alegría que se puede tener si trabajas en conservación de la naturaleza. Uno de los proyectos conjuntos que tenemos con Portugal es la reintroducción del lince ibérico, el felino más amenazado del mundo.
-Y ¿qué resultados está dando?
Tanto en Extremadura como en Portugal el lince llevaba extinguido 30 años, y en el año 2011 comenzamos a trabajar homogéneamente a través de diferentes líneas de financiación, tanto Life como Interreg, y el resultado es que ahora mismo, en esta primavera del 2017, tenemos en ambos territorios fronterizos varias hembras reproductoras con cachorros nacidos en libertad, con linces que campean por este territorio común. Ver en el campo un lince en estado salvaje era algo inalcanzable, era una ilusión o un anhelo que pensábamos que nunca se haría realidad, no había ni medios ni organización para acometer un proyecto titánico de estas características. Pero Europa no se podía permitir perder una especie así y única en el mundo. Por eso, esto nunca se podría haber alcanzado sin pertenecer a la Unión Europea que es la que ha promovido esta estructura y esta organización y la que ha cofinanciado los proyectos, para que esto sea posible.