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Los hoteles extremeños ‘tiran’ los precios para mantener la ocupación

El bolsillo de los visitantes ha presionado sobre los precios

José L. Aroca

El número de turistas pasa por un buen momento en toda España y también en Extremadura, pero en el caso de nuestra Comunidad a costa de un ajuste de precios que ha hecho que la rentabilidad del principal grupo de alojamiento, los hoteles, no haya dejado de bajar en los últimos tres meses, desde que en abril durante la Semana Santa alcanzara su tope máximo.

El pasado mes de julio, en el que el número de viajeros aumentó casi un tres por ciento respecto al mismo del año anterior en Extremadura, los hoteleros vieron cómo de nuevo caía la rentabilidad de su negocio ya que por cada habitación ofrecida al cliente recaudaron sólo 17,1 euros, y únicamente las de Castilla-La Mancha con 15,4 euros resultaron más baratas; si bien cada habitación vendida lo fue al precio medio de 53,1 euros, al registrar los establecimientos de la región una ocupación de sólo el 29% (la segunda peor de España) y quedar por tanto dos de cada tres camas sin vender, se resintió la rentabilidad media.

Todo esto ha hecho que se estropeen las cuentas del sector, y también el empleo ya sea en los sueldos percibidos por los trabajadores, o en la bajada de la contratación: “Con estos ingresos en vez de tener cuatro empleados tengo tres, o cuatro a media jornada”, explica el dueño de un alojamiento en Mérida.

Según los últimos datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE) disponibles, de julio, tanto la tarifa media diaria por habitación vendida (53,1 euros), como los ingresos por habitación disponible (17,1), obedecen a un comportamiento que en lo que va de año presenta en Extremadura peores cifras que en la media nacional.

En la Comunidad la rentabilidad máxima por habitación disponible se alcanzó en abril con 21,63 euros (38,24 la media nacional), pero bajó en mayo a 20,02, en junio a 17,98, y en julio a los mencionados 17,1; mientras tanto en el conjunto de España la evolución ha sido la contraria y los precios han ido a más. Se debe a que los porcentajes de ocupación en la media nacional se han ido animando conforme avanzaba el año, hasta alcanzar el 65,63% en el mes de julio, mientras en Extremadura se han recortado a partir de abril (fue un gran mes) y en el primer período fuerte del verano, julio, apenas resucitaron.

Visitantes con poco dinero

En este tiempo de verano recibimos un turismo de paso, camino o procedente de las playas, “pero al menos la gente se anima a salir aunque sea con cuatro duros en el bolsillo y comiendo bocadillos”, señala José Luis Ascarza, presidente de la Confederación de Turismo de Extremadura.

Desde abril ha habido que bajar precios, “y nos llega un turismo familiar con poca capacidad económica” por lo que se resiente la facturación y hay que sobrevivir con muy poco margen “sacrificando el empleo, teniendo a menos empleados pero que se esmeran al máximo”, y reduciendo gastos generales. “Hay que subir precios para poder ofrecer un turismo de calidad y mejores servicios”, no ve Ascarza otra salida.

“Julio ha sido muy flojo, agosto se ha animado bastante, pero siempre a nuestra costa”, coincide el propietario de un hotel en Mérida que no quiere publicar su nombre porque está pendiente de un permiso oficial. “Mientras los impuestos no dejan de subírnoslos, de tres años para acá los precios de la habitación los hemos tenido que bajar un veinte por ciento”. Hay que ahorrar en nóminas pero también vigilar el consumo de aire acondicionado, bombillas, o acordar compras conjuntas de suministros.

El INE ofrece sin embargo alguna nota positiva en este aspecto, al señalar que el Índice de Precios Hoteleros, que permite conocer la evolución temporal de los recibidos por los empresarios considerando todos sus clientes (hogares, empresas, turoperadores y agencias de viajes), en lo que va de año han evolucionado bien, 3,8%.

En cuanto a empleo y plazas hoteleras disponibles, en Extremadura en julio pasado había 2.323 personas trabajando, 17 más (un 0,7%) que el mismo mes del año anterior, mientras las plazas habían disminuido en 300 al pasar de 20.259 a 19.959; en España las plazas por el contrario aumentaron ligerísimamente y el empleo también lo hizo más, un 1,4%.

Esos datos confirman que la Comunidad consigue mantener el tipo pero a base de un sacrificio en los precios y la rentabilidad ya que mientras en ese mes las pernoctaciones aumentaron un 2,3% según la directora general de Turismo, Elisa Cruz, el empleo en el sector no se incrementó ni un punto porcentual.

Sacrificio laboral

Francisco Alejo, secretario regional de Comercio, Hostelería y Turismo en CC OO, aclara que la mejora oficial de algunos números no se traduce en empleo, y el trabajo estable se está convirtiendo en contratos por horas y fines de semana, y descuelgues de convenio que acaban con bajada de sueldos y supresión de pagas extra, además de los ERE que siguen presentando algunos hoteles.

“No sabemos de dónde salen los datos tan triunfalistas que escuchamos últimamente en Extremadura. Nosotros nos basamos en el empleo, y ahí se ve que lo que se dice no tiene nada que ver con la realidad”. Nada extraño teniendo en cuenta que algunos establecimientos de Hurdes con tres y cuatro estrellas han tenido que hacer este verano ofertas como una habitación triple con desayuno a 65 euros la noche.

El sueldo medio en el sector son 750 euros, y con esa nómina ningún profesional bien formado se queda en Extremadura, asegura Alejo. “Se van fuera”.

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