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Una multitud clama contra la política sanitaria de Feijóo impulsada por la lucha de Verín

Miles de personas denuncia en Galicia los "recortes" en la salud pública

Miguel Pardo / David Lombao

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Como hace un año, Santiago se volvió a llenar en defensa de la sanidad pública. Miles de personas –incluso más que hace doce meses– han ocupado este sábado las calles compostelanas acudiendo a la llamada de SOS Sanidade Pública en una marcha “contra el deterioro” del sistema sanitario gallego. Lo han hecho en una movilización apoyada por toda la oposición, que ha vuelto a hilar un discurso unánime contra la gestión de Núñez Feijóo, a quien el conflicto sanitario se le ha vuelto a echar masivamente a la calle a poco de unas elecciones autonómicas.

Con el cierre del paritorio de Verín y su posterior reapertura todavía muy vigente, fue ese conflicto uno de los protagonistas en las pancartas y manifiestos. “Rubial dimision”, en referencia al gerente del Servicio Gallego de Salud (Sergas) en el área ourensana, “Feijóo dimisión” o “Feijóo, ruin, no vuelvas por Verín” han sido algunas de las consignas en una marcha que ha mostrado una indignación por el deterioro de la atención sanitaria en los últimos años, común en muchas comarcas de Galicia. “Zas sin recortes en pediatría”, “En defensa de la sanidad pública de A Mariña” o carteles por la atención en O Piornedo se han visto por las calles de Santiago, donde se han juntado jóvenes, mayores y familias.

“Contra el desmantelamiento de la sanidad pública gallega”, rezaba la pancarta tras la que se colocaron líderes o figuras relevantes de los partidos de la oposición y de los principales sindicatos gallegos en una marcha apoyada por montones de colectivos sociales, ciudadanos y en defensa del sistema sanitario. Todo marcado por un conflicto permanente, con las denuncias de los defectos en la atención pediátrica, de la precariedad del personal, de la falta de recursos o de la saturación de las Urgencias más vivas que nunca y, sobre todo, impulsado por el cierre del paritorio de Verín, con alusiones constantes en toda la manifestación, y la desatención acentuada fuera de las áreas urbanas. “La gente del rural también tenemos derechos”, se ha clamado varias veces.

En una plaza de la Quintana desbordada a pesar de la lluvia, en la lectura del manifiesto final, los organizadores advirtieron de que la “gran manifestación” de este domingo “debe ser el comienzo de una movilización continuada que conduzca a un cambio de gobierno, sin la cual la sanidad pública gallega está condenada al deterioro y posterior desaparición”.

Leído por Quico Cadaval, Lucía Aldao, María Lado y la portavoz de la Plataforma por la Defensa de la Sanidad Pública de Monterrei, Aurora Sola, el manifiesto destaca que la sanidad pública gallega “sigue en peligro”. “Están saltando todas las alarmas”, han dicho, tras recordar que hace un año la misma plaza se llenó también por los mismos motivos y contra la Ley de Salud.

“La Xunta de Feijóo sigue haciendo oídos sordos a este clamor y sigue empeñada en transformar el sistema sanitario en una oportunidad de negocio para las empresas multinacionales y los fondos de inversión”, advirtieron, tras señalar que “la universalidad, la equidad, la accesibilidad, y la eficiencia deben ser las señales de identidad de nuestro sistema sanitario público”.

Para los organizadores, son varios los motivos que sacaron a la calle de nuevo a miles de personas. Entre ellas, la decisión de la Xunta de “supeditar la Atención Primaria a las gerencias hospitalarias, controladas por burócratas al servicio de Feijóo y del PP” y que supusieron, dicen, “importantes recortes de personal, presupuestos y equipación, en los centros de salud, que perdieron calidad y capacidad resolutiva, mientras que la población enferma debe esperar días o semanas para ser atendida”.

“Por consecuencia lógica de este deterioro ha surgido la rebelión del personal de la Atención Primaria y el apoyo de la población”, explican, tras denunciar “la congestión de las urgencias, la presión irracional sobre las consultas hospitalarias, el crecimiento de los seguros privado y unas listas de espera que, aunque maquilladas, no dejan de crecer”, añaden.

“Llegó el momento de poner en el centro del sistema una Atención Primaria que cuente con los equipos de profesionales y de los recursos necesarios”, piden, tras reclamar también que se oferten “urgentemente” todas las plazas de todas las especialidades “que garanticen una Atención Primaria Integral y que responda a los problemas de salud de la población gallega”.

“El pueblo, cuando se une, es capaz de vencer al poder”

No faltó, por supuesto, la alusión al cierre del paritorio de Verín. Así, Aurora Sola recordó que se “suprimieron áreas sanitarias y se están desmantelando los hospitales comarcales, en los que se siguen cerrando servicios y en los que faltan profesionales, situación que está alejando la población rural de la atención hospitalaria e incrementando la desigualdad, en detrimento de las áreas más pobres, envejecidas y con problemas de comunicaciones y desplazamiento”. Para SOS Sanidad Pública, la supresión durante dos meses de la atención a los partos en la comarca de Monterrei fue “el ejemplo palpable de esta política”.

“Con el subterfugio de que faltan pediatras y desciende el número de nacimientos, se ha pretendido dejar a miles de mujeres del área rural sin un servicio que garantice dar a luz en condiciones de seguridad sin tener que desplazarse a kilómetros de su residencia”, explican, tras advertir que la decisión “puso en evidencia una política sanitaria que no tiene en cuenta las desigualdades de género”. Pero también dejó claro, recuerdan, “que el pueblo, cuando se une, es capaz de vencer al poder”. “Resultan patéticos los cambios de argumento de Núñez Feijóo a lo largo del conflicto para justificar el cierre, que muestran falta de solidez y de racionalidad de su política sanitaria”, han añadido.

Respecto a las listas de espera, los organizadores de la marcha censuran que el Sergas sigue sin publicar las “no estructurales” y denuncian que estas listas “sirven de justificación, para enviar, muchas veces contra su voluntad, miles de pacientes a hospitales personales concertados bajo la cínica Ley de Garantías”.

También pone el foco SOS Sanidade Pública en el “deterioro” de las condiciones laborales de los y de las profesionales del Sergas hasta “acabar en una contratación que se puede catalogar como basura”.

Desde la entidad destacan, a pesar de todo, “la entrega y la profesionalidad” de un personal “maltratado, descontento y frustrado” que “suple los problemas asistenciales generados por los recortes, mala gestión y privatización de esta administración del PP”. “Galicia necesita de unas autoridades sanitarias capaces de poner en práctica una política de personal incentivadora, basada en la racionalidad y en unas condiciones laborales justas”, remataron los organizadores, que aclaran que seguirán “negociando” pero también “en las movilizaciones”.

También han denunciado “la manipulación de la CRTVG en el tema sanitario”, antes de “saludar” a Defende A Galega, colectivo del personal movilizado en los medios públicos, a los que acusaron de colaborar, por ejemplo, en el “engaño” del conflicto del paritorio y de servir de “portavoz del PP”. Todo tras finalizar la marcha al grito de “sanidad pública y de calidad” y con dos comitivas, bien diferenciadas, casi en solitario cuando la plaza se vaciaba: las enfermeras de Eventuais en Loita y la ciudadanía de Verín.

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