Aprender a compartir libros de texto antes que a comprarlos
Hace ya casi cinco años que la Xunta decidió acabar con el sistema de préstamo de libros de texto. En aras de la consabida austeridad, el Gobierno que preside Alberto Núñez Feijóo eliminó el modelo de manuales escolares gratuitos para sustituirlo por la denominada Gratuidad Solidaria, el sistema de subvenciones parciales que cada vez llega a menos alumnado mientras aumenta su coste, llegando a ser más caro que el propio préstamo. Este es el escenario en el que la Confederación de Anpas Galegas ha decidido intensificar una reivindicación que no cesa en la escuela pública gallega desde 2009: la vuelta al sistema de préstamo.
Según acaba de acordar su junta directiva, la Confederación buscará una “reivindicación conjunta” en toda la comunidad educativa gallega. Así, cada federación de Anpas remitirá “un escrito de reivindicación” a cada asociación de madres y padres, que a su vez la trasladará a todas sus asociadas y asociados. Se trata, explica el presidente de la Confederación, Javier Sánchez, de que esta sea visualizada como lo que es, una “demanda de base” que regresará a la Confederación para ser trasladada a la Consellería de Educación
Esta recogida de apoyos y otros actos reivindicativos serán la base de una campaña basada, explica Sánchez en conversación con este diario, en la necesidad de que la enseñanza pública sea gratuita también en el ámbito del material. “No solo lo creemos nosotros”, señala, remitiéndose a un reciente informe de la Defensora del Pueblo en el que dice que “no se entiende la gratuidad de la enseñanza si no se facilitan todos los medios”. La comisionada, señala, aboga por varios modelos de para los libros de texto y “nosotros creemos que el préstamo es el ideal”. No en vano, recuerda, en los últimos años son las próprias Anpas las que están “sustituyendo a la Administración”, organizando bancos de libros para evitar que las familias tengan que pasar por caja a cada inicio de curso.
La LOMCE, una dificultad añadida
Esta nueva campaña tiene como horizonte el curso 2014-2015, el primero con la LOMCE en vigor. Los cambios curriculares que introduce la conocida como Ley Wert implicarán también un “gasto extraordinario” en libros, señala Javier Sánchez, ya que los cambios de contenidos invalidan buena parte de los manuales que manejan los actuales bancos de libros. No obstante, advierte, “aunque la LOMCE no camniara los currículos reivindicaríamos lo mismo”, más aun ahora, que “ya se pueden echar números” y llegar a la conclusión de que el modelo de la Xunta del PP es “mucho más caro” que el anterior.
La consellería de Jesús Vázquez, recuerda la Confederación, eliminó el préstamo e implantó las subvenciones parciales apelando al ahorro y en un primer momento “fue más barato, porque aún se reutilizaban libros que había en los centros”, que se renovaban cada cuatro años. “Pero ahora hay que comprar todos los libros cada año”, por lo que ya ha desaparecido el ahorro de dinero y también “el ahorro material y ecológico” que suponía tener que utilizar menos manuales, advierte.
En este sentido, Sánchez duda también de la apelación pedagógica en la que se apoyó la Xunta para defender que cada estudiante tenga sus propios libros: la creación de una especie de “biblioteca” en cada hogar. “El material de texto lo hay en las bibliotecas públicas”, evidencia el presidente de la Confederación, en cuya opinión hoy en día habría, además, que tender a “métodos de enseñanza” que ya no están centrados en el libro. Tener manuales escolares no es “pedagógico ni necesario”, toda vez que es “mucho más pedagógico enseñar a compartir y a reciclar que a tener cada uno su propiedad”.