Un falso techo se ha desplomado sobre una de las salas de ecografía del Hospital Materno Infantil de Ourense. Se trata, según denuncia el BNG, del cuarto episodio de estas características “en poco tiempo”. “La situación en que se encuentra el edificio es un riesgo para las mujeres que tienen que dar a luz”, critica la diputada nacionalista Noa Presas, quien ha exigido la comparecencia urgente del conselleiro de Sanidade “ante la gravedad de lo sucedido”. Diversos colectivos, sindicatos y asociaciones llevan años alertando del estado del centro y ahora también de las deficiencias de la zona de partos provisional que la Xunta asegura que estará acabada antes de final de mes y se usará durante la reforma estructural del Materno Infantil.
Arrolos de Teta, entidad de apoyo a la lactancia materna, explica que el falso techo caído pertenece a una estancia “reacondicionada” y que la gerencia del hospital daba por segura. “La situación es intolerable”, asegura Presas, del BNG, quien además añade que se trata del cuarto derrumbamiento desde 2023. “El Gobierno gallego debe garantizar a las mujeres de Ourense unas condiciones dignas para parir”, sostiene, lo que, a su juicio, no será posible en el espacio provisional que el Servizo Galego de Saúde prepara en el Edificio de Cristal y en el Edificio Quirúrgico. BNG, Partido Socialista, asociaciones y profesionales han solicitado la paralización del traslado.
“No se garantiza la recuperación de la sala de parto natural ni las condiciones adecuadas de higiene e intimidad”, dice Presas. La dirección del hospital afirmó la pasada semana que las instalaciones provisionales contarán con cinco salas de dilatación “independientes, con acceso diferenciado y con todas las condiciones de intimidad, seguridad y confort garantizadas para las pacientes”.