Colectivos y oposición denuncian deficiencias en la sala de partos provisional del hospital de Ourense

El traslado estaba previsto para este lunes. No se realizó. Lo relata a este periódico Parvati Devi, de la asociación de apoyo a la lactancia materna Arrolos de Teta, una de las que han denunciado deficiencias en la estancia que la Consellería de Sanidade está habilitando para acoger -provisionalmente- los partos en el hospital Materno Infantil de Ourense. “Las condiciones no son las adecuadas”, asegura, “no hay intimidad. Las propias matronas dicen que no van a atender allí, que hay riesgos”. El BNG se sumó este lunes a una concentración de protesta y exigió paralizar la mudanza, lo que provocó el enfado del Gobierno gallego, que defiende la operación y asegura que “la intimidad de las mujeres está garantizada”.

La historia se remonta a hace más de un año. El deterioro del hospital público de la tercera ciudad gallega era patente. Algún techo llegó a desprenderse en la planta de partos. Usuarias y profesionales lo hicieron público y, al principio, la administración insistía en que era seguro. “Al final, anunciaron que habría un traslado mientras reformaban la zona”, explica Devi, “y el dos de junio avisaron de que sería inminente”. Las matronas de atención al parto y de primaria vieron el lugar provisional. “Las profesionales nos comunicaron que sería un espacio más pequeño, con salas de dilatación separadas por cortinas, sin baños, sin unos mínimos de intimidad e higiene”, dice, “y que aumentaban los riesgos para la salud perinatal y maternofetal. No las escucharon”.

Arrolos de Teta y otras entidades como SOS Sanidade Pública, la Marcha Mundial das Mulleres, la Asociación Galega de Matronas y Petra Maternidades Feministas iniciaron movilizaciones. El pasado viernes hubo una manifestación y tres mujeres embarazadas acompañaron a un miembro de la gerencia del hospital para visitar las nuevas instalaciones “y vieron con sus propios ojos como eran”. No había cortinas, había mamparas para demarcar las salas de dilatación. Devi se indigna: “Si creen que eso da intimidad, que prueben a hacer sus necesidades rodeados de mamparas, a ver qué les parece”.

Este lunes, los colectivos volvieron a concentrarse a las puertas del hospital. Se sumó la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, que arremetió con dureza contra la gestión del Servizo Galego de Saúde (Sergas). “La Xunta debe paralizar el traslado hasta que ofrezca a las mujeres orensanas una alternativa que garantice poder dar a luz en condiciones dignas, con todas la garantías sanitarias y respetando su intimidad”, apuntó, antes de señalar que “se tardaría cinco años en recuperar la actividad normal en este hospital”.

La Consellería de Sanidad respondió a la nacionalista con una nota enviada a los medios de comunicación en la que afirman que “el área provisional de los paritorios supondrá una mejora sustancial respecto a la situación actual”. “Calificar de improvisado un traslado y unas obras que llevan más de cuatro meses de trabajo y que cuentan con una inversión de 2,7 millones de euros es una falta de rigor y un insulto a la inteligencia de la ciudadanía”, añade. La cifra es el presupuesto total para las obras del Materno Infantil de Ourense.

No es la primera vez que el Gobierno gallego incurre en decisiones polémicas sobre la sanidad pública de Ourense. Hace cinco años intentó cerrar el paritorio del hospital de Verín, pero las protestas ciudadanas le obligaron a dar marcha atrás.