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La ciencia gallega, un tren parado que costará arrancar

Concentración de personal investigador en Santiago

Marcos Pérez Pena

Uno de los comentarios más recurrentes al referirse al impacto que la crisis económica y los recortes en la inversión tienen en la investigación y en la ciencia es que las políticas de I+D+i son como un tren pesado que cuesta poner en marcha, que funciona bien cuando lleva un cierto período funcionando a una buena velocidad y que, si se frena o se detiene, es difícil poner de nuevo a caminar, al menos al ritmo anterior. Un esfuerzo de años, fruto de una política con visión de futuro. La ciencia y la investigación gallegas (y españolas) no son las más punteras de Europa, partían de un nivel bajo, aunque a lo largo de la pasada década avanzaron notablemente. Todo ese esfuerzo –según llevan años advirtiendo investigadores y colectivos científicos– está siendo desbaratado en estos años de austeridad.

Los efectos más importantes todavía tardarán unos años en dejarse ver, seguramente. Algunos no se pueden leer en las estadísticas de manera inmediata, y hay indicadores estadísticos, además, de los que aún estamos a la espera de datos más recientes. Sin embargo, el parón de este tren ya es evidente en la realidad: investigadores e investigadoras que deben buscar su oportunidad en otros países, proyectos paralizados, precariedad creciente... y también en algunas cifras, que repasamos en este Día de la Ciencia en Gallego.

La prueba más reciente de este parón llega de los presupuestos de la Xunta para el año 2015, presentados hace unas semanas. La partida dedicada a I+D+i crece, pero de forma mínima, pasando de los 118,4 millones de euros de 2014 a los 120 millones, un incremento de apenas el 1,35%. Cierto es que el año anterior la inversión en el Plan Gallego de Investigación, Desarrollo e Innovación Tecnológica también había crecido (desde los 114,5 millones), pero dos años antes, en los presupuestos para 2011, había experimentado su recorte más importante, perdiendo 20 millones de euros, que se unían a los 8 millones perdidos en las cuentas de 2010. En definitiva, y a pesar de las leves subidas de los dos últimos años, la inversión en I+D+i en las cuentas públicas gallegas es hoy un 15,5% inferior a la de 2009. Seis años perdidos y en regresión.

Además, entidades como la Confederación de Sociedades Científicas de España han denunciado en varias ocasiones que, además de los recortes sufridos en los presupuestos, también hay que hablar del elevado grado de no ejecución de los mismos, superior al 40% del total en muchos casos. Casi la totalidad de los fondos no gastados corresponden a créditos, lo que en las partidas aparecen como operaciones financieras, que no se adjudicaron.

En términos relativos, la inversión consiguió un máximo en 2008, con una cifra equivalente al 1,04% del PIB gallego, para quedarse en un 0,87% en 2012, lo que significa que Galicia supera únicamente a Murcia, Extremadura, Castilla-La Mancha, Canarias y Baleares en el esfuerzo presupuestario en innovación, y se sitúa en los niveles de 2005. Estos datos sitúan a Galicia lejos del promedio estatal en inversión (1,30%), y, por supuesto, muy lejos de Euskadi (2,19%), Madrid (1,82%), Catalunya (1,51%) e incluso Castilla y León (1,12%). El Gobierno gallego incumple por lo tanto año tras año el Plan Gallego de Investigación, Innovación y Crecimiento 2011-2015 que “asume como objetivo general la convergencia del esfuerzo gallego en I+D+i con el esfuerzo del conjunto de España, que en ningún caso debe ser inferior al 2% del PIB en el año 2015”. “Una cifra” –añade la redacción del Plan– “que nos pondrá en la senda de conseguir el objetivo fijado por la UE para el año 2020 del 3% del PIB”.

Los recortes afectan al personal dedicado a tareas de I+D, que en Galicia pasa de 9.681 jornadas completas a 9.509, un descenso que afecta sobre todo a las mujeres (pasan de 4.089 a 3.968) y al personal investigador (pasan de 5.765 a 5.443). El descenso afecta especialmente al I+D+i que realizan en Galicia administraciones públicas y universidades. Si hace cuatro años representaba el 5,7% del total estatal, hoy es apenas el 5,2%, y el número de trabajadores ha descendido de 4.654 a 4.411.

El número total de docentes en las universidades gallegas, que había conseguido un máximo en 2010 con 5.987, cayó un 15% en 2013, hasta los 5.021. Crecen los catedráticos (pasan de 734 a 752) y descienden las restantes categorías, incluso los profesores titulares (pasan de 2.505 a 2.285). Sin embargo, el mayor descenso se produce en los profesores asociados, que caen a la mitad (de 1.278 a 609). Además, la falta de renovación frena el proceso de equiparación de las mujeres en la universidad: después de un crecimiento sostenido de la proporción de profesoras titulares, esta tendencia se detiene en 2008, cuando ya se registraba un porcentaje (40%) muy semejante al de 2013 (41,5%); lo mismo pasa con las asociadas (de 31,7% a 32%).

La crisis tiene un impacto importante, igualmente, en el número de empresas gallegas que realizan “actividades innovadoras”. Según la Encuesta sobre Innovación en Empresas, publicado el pasado año por el INE, el número de estas empresas descendió en Galicia de 1.930 en 2008 hasta las 1.092 de 2012. De igual manera, las empresas tecnológicamente innovadoras pasaron de 2.152 en 2008 a 1.267 en 2012. Finalmente, la intensidad en innovación de las empresas gallegas, es decir el porcentaje que representan el gasto en actividades innovadoras en relación con su cifra de negocios, pasó del 1,21% en 2008 al 0,93% en 2012, y habiendo llegado a bajar hasta el 0,83% en 2011. Se estanca, asimismo, el número de patentes registradas en Galicia, que llevaba años experimentando un crecimiento constante, desde las 50 de 1997 hasta las 194 de 2010. En 2012, fueron 185.

El BNG propone aportar 6 millones más a las universidades gallegas

En este contexto el portavoz nacional del BNG, Xavier Vence, y el rector de la Universidade de A Coruña, Xosé Luis Armesto, mantuvieron esta semana un encuentro centrado en los recursos previstos para las universidades en los presupuestos de 2015 y la inmediata negociación del que será el plan de financiación 2015-2020.

Vence señaló que el sistema universitario gallego “figura entre los peor financiados de Europa y del Estado español, con la peor ratio de financiación por profesor y alumno”, una situación de la que culpó a la gestión del PP al frente del Gobierno autonómico: “desde que en 2009 Feijóo llegó a la Presidencia, las universidades han perdido 68 millones de euros, un recorte del 18%”, aseguró. Vence hizo hincapié, igualmente, en que, además de tener menos recursos para investigación, “el 50% de lo que se presupuesta, no se ejecuta”.

El BNG propone como medida inmediata un incremento de seis millones de euros en los presupuestos de 2015, que negociará en la tramitación parlamentaria. “Una cifra realista, perfectamente posible con un cambio de prioridades que prime la enseñanza pública en vez de dar recursos para las empresas amigas que gestionan concesiones”, señaló Vence. Además, el Bloque demanda la reposición de las jubilaciones y bajas en el personal docente y la contratación de gente joven para “mantener vivos” los equipos de investigación.

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