¿Y si me desenchufo de la red eléctrica?
Los continuos incrementos del precio de la electricidad (alrededor del 70% en los últimos cinco años) están provocando que cada vez más personas se interesen por las posibilidades del autoconsumo eléctrico, a través de paneles fotovoltaicos o de una pequeña instalación eólica. Recientemente el Gobierno ha impuesto un nuevo obstáculo al autoconsumo en los hogares, aprobando un peaje de respaldo que las personas que generen energía en su propia casa le deben pagar a las compañías. Este peaje se sitúa entre 4 y 9 céntimos por cada kWh generado por una instalación fotovoltaica para consumo propio, pero solo se cobra si la vivienda está conectada a la red eléctrica.
Sin embargo, es posible estar completamente desconectado de la red, generando energía para el consumo propio y, a través de baterías de acumulación, conservar energía para los momentos en los que la instalación casera no sea capaz de generar la suficiente (en los meses de invierno, en el caso de las placas fotovoltaicas). Llega con registrar la instalación en el departamento de Industria correspondiente, que certificará su seguridad a través de un trámite sencillo y casi automático. Eso sí, en el caso de no estar registrado, la ley prevé fuertes multas.
El blog Nergiza.com ha realizado un cálculo de las potencias y costes necesarios para la construcción de una estructura fotovoltaica de autoconsumo en una vivienda estándar, con un consumo de 161kWh al mes. Habida cuenta una profundidad de descarga de las baterías del 50% y otros parámetros, ha calculado que sería necesaria una potencia instalada de 2.250W, que con los paneles (nueve placas de 250W), las baterías y otros elementos imprescindibles elevarían el precio hasta los 5.500 euros, y la instalación hasta los 1.500, dejando un total de 7.000 euros.
El blog propone incluso realizar la instalación en un primer momento sin desconectarse de la red eléctrica “a manera de prueba”, para luego desconectarse por completo. En sus simulaciones, defiende que la energía disponible acumulada en las baterías, incluso durante diciembre y enero, siempre es positiva, por lo que no hay peligro de quedar sin suministro en ningún momento. También destaca que, en realidad, esta instalación genera un exceso de energía (para poder tener un margen de seguridad) que se puede aprovechar para calentar agua u otros usos, incrementando el ahorro.
En sus cálculos, señala que esta alternativa supone un ahorro de 43 euros al mes, unos 512 al año, por lo que con los actuales precios de la electricidad el coste de la instalación sería completamente amortizado en 13 años. Sin embargo, destaca que, dado que es previsible que los precios sigan creciendo muy por encima del IPC, la amortización podría llegar antes de los diez años.
Regalo a Iberdrola
El pasado sábado 21 de diciembre, un grupo de activistas de Amigos da Terra llevó a cabo una acción “para denunciar las políticas a favor de las grandes eléctricas españolas”. Escaladores de la organización ecologista representaron un árbol de navidad cuya silueta está delimitada por lámparas led fotovoltaicas en la pared (de 150m de alto) de la montaña Pena Rubia, junto al embalse de Santo Estevo del Sil. El árbol, de 75 metros de altura y 40 metros de ancho, simboliza “la posibilidad de desconectarse de la electricidad producida por las grandes empresas del sector eléctrico”. Con esta acción, Amigos da Terra y Anpier (Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica), quieren también “reclamar unas políticas energéticas que fomenten las renovables y una energía descentralizada”.
La acción, desarrollada junto al embalse propiedad de Iberdrola, que cuenta con la mayor instalación en potencia de Galicia (400MW), también busca trasladarle a la opinión pública “la realidad de costes y beneficios”, pues producir 1MW en una central hidroeléctrica (que abastece de energía a cerca de mil viviendas) cuesta 3 euros, “mientras están cobrándolo a 65,9€ (CNE año 2008), lo que permite unos beneficios del 2.200%”.
Amigos da Terra también denunció la “permisividad” que las distintas administraciones tienen con Iberdrola, “a la que se le permite saltarse mucha normativa ambiental”. “Es intolerable que la sociedad, bien como consumidora, bien como autoproductora de energía, tenga que cargar con unos costes que no le corresponden. A su vez, es inadmisible que el Estado apoye unas políticas a la medida de las grandes eléctricas, en vez de legislar para toda la ciudadanía,” destaca en este sentido su portavoz Pedro Díaz.
En los próximos días, Amigos da Terra le realizará un regalo a Iberdrola, “felicitándole la Navidad, por el logro de influir en el Gobierno para que las energías renovables paguen el peaje de respaldo impidiendo su desarrollo, y en muchos casos, significado su quiebra”. Así, desmontarán las lámparas fotovoltaicas instaladas frente al embalse y estas serán obsequiadas a Iberdrola, “en un acto simbólico que representa el repudio por la actuación del oligopolio energético reinante en España”. El transporte de las lámparas será realizado en bicicleta, desde el embalse de San Estevo de Sil hasta la sede central de Iberdrola, en Bilbao. Con eso se pretende ampliar el alcance del mensaje, vinculándolo no solo ala electricidad sino también a la movilidad sostenible, alimpacto ambiental (reducción de los gases de efecto invernadero) y a la eficiencia energética.