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El malestar por el deterioro de la Sanidad Pública se extiende por Galicia

Acción en defensa de la sanidad pública en Vigo

Marcos Pérez Pena

“Fracaso, paralización y engaño”. Con estas tres palabras definió este miércoles Pachi Vázquez la política sanitaria del Gobierno gallego, en una intervención en la que el socialista enumeró conflictos y reivindicaciones como la paralización de las obras del Hospital de Vigo, la falta de dotación del de Lugo, el fracaso del concurso de servicios de Ourense o el bloqueo de 15 centros de salud comprometidos. Cada vez son más las protestas, en más lugares y procedentes de ámbitos sociales y profesionales distintos.

El líder del PSdeG-PSOE criticó que el PP emplee “la excusa de la falta de presupuesto” para justificar la paralización de las inversiones en la sanidad pública porque, dijo, “hay dinero público para hacer hospitales públicos”. Y recordó que en 2012 la Xunta llegó a un déficit un 0,3 por ciento por debajo del permitido, lo que supuso renunciar la 200 millones de euros “que le solucionarían la vida a millares de pacientes”.

Esta supuesta insustentabilidad de la sanidad pública es denunciada habitualmente por Pablo Vaamonde, que pone el foco en la falta de financiación pública para un servicio que las políticas conservadoras van deteriorando y precarizando. “En la sanidad pública se mueve dinero, alrededor del 40% de los presupuestos, y hay empresas y capitales que quieren ganar con ella, sobre todo porque el negocio en otras áreas como la construcción ha desaparecido. Hay una estrategia global”. Vaamonde denuncia que “Cuando Feijoo llega al poder pone en marcha ese modelo a pesar de que ya había pruebas en otros lugares de que no era eficiente. Porque la gestión privada no es más eficiente que la pública. Pero es un negocio”.

El mejor ejemplo de esa política de desplazamiento de lo público a lo privado la encontramos en Vigo y en el fracaso del proyecto de gestión privada del nuevo hospital, paralizado y que está condenando a la ciudadanía viguesa a un servicio degradado. Pachi Vázquez señaló este miércoles en el Parlamento que este proyecto “va a acabar con una paradoja, o bien paralizando las obras o bien con que el gobierno gallego tendrá que avalar con dinero público a empresas privadas para conseguir créditos personales?.

La Carta de los 350 médicos

En su intervención en la cámara Vázquez también hizo referencia a la carta contra los recortes que este martes presentaron más de 350 profesionales de los hospitales públicos de Vigo. En el texto se denuncia la “marginación” del área sanitaria viguesa y se protesta por las elevadas listas de espera, que -aseguran- superan los 20 mil pacientes, a pesar de que el Sergas sólo reconoce seis mil. También se denuncia la reducción de personal a través de jubilaciones forzosas para ahorrar 3 millones de euros en nóminas. Y la carta se cierra recordando que “las direcciones tienen el mandato de proteger, mejorar y hacer más eficiente el Sistema Sanitario Público, manteniéndolo público como su nombre indica y potenciando su prestigio ante los ciudadanos que con sus impuestos lo sufragan”.

Para Manuel Martín, portavoz de SOS Sanidad Pública, “se trata de una carta muy importante porque por vez primera un colectivo de médicos tan grande protesta tan abiertamente contra los recortes. Ha habido concentraciones y movilizaciones convocadas por los sindicatos. Pero es la primera vez que un número tan grande de profesionales compromete su nombre firmando una carta”. Y añade que “los profesionales hasta ahora no se han significado tanto en contra de los recortes y de la privatización como en Madrid, donde la situación es más extrema. Pero esto es una señal de que el malestar comienza a extenderse por Galicia”.

Por su parte Pablo Vaamonde cree que “la respuesta de los colectivos profesionales y colegios hasta ahora ha sido muy tibia. Debe ser mayor y estoy seguro de que crecerá a partir de ahora. Comienza a haber una mayor contestación a las políticas de privatización y precarización y tenemos que ser conscientes de que en Madrid la marcha atrás en las privatizaciones fue consecuencia de la movilización de los trabajadores”. En este sentido Manuel Martín destaca que en los últimos tiempos varias entidades profesionales se han ido adhiriendo a la Plataforma SOS Sanidad Pública “porque ven que o nos unimos o no vamos a poder parar este desastre”. “Los profesionales, a pesar de los recortes en el salario y de las condiciones laborales, siguen realizando un gran trabajo, porque no están al servicio del gobierno, sino al servicio de los ciudadanos”, destaca Vaamonde.

Los conflictos se extienden

En su intervención parlamentaria Pachi Vázquez citó los conocidos casos de Vigo, Lugo u Ourense, en los que desde hace meses se han ido sucediendo las protestas contra la política sanitaria del PP, pero también que “los 51 centros de salud comprometidos por el presidente de la Xunta se quedaron en tan sólo 15”, de los cuales, y también en el caso del Hospital del Salnés, “sólo ha sido licitado el anteproyecto y el proyecto básico”.

Vázquez centró buena parte de su discurso en desgranar el “fracaso del Hospital de Lugo”, que fue asumido por Feijóo cuando tan sólo faltaba dotarlo de unidad de hemodinámica, medicina nuclear y radioterapia, que siguen sin estar activas, lo que “obliga a 1.000 pacientes oncológicos a coger el coche para tratarse”. Le reclamó que “construyan radioterapia y el centro de medicina nuclear ya” porque “tienen recursos”. En este sentido, le reprochó que “regalan 200 millones de euros” al situarse por debajo del objetivo de déficit “en lugar de asumir una unidad de radioterapia que cuesta 1,5 millones de euros”, lo que se solucionaría, añadió, “cerrando el palacete que tiene la Xunta en Madrid durante un año”, en alusión a la Casa de Galicia.

Sobre el caso del hospital de Lugo, que viene motivando una gran movilización por parte de los representantes socialistas en la provincia, Pablo Vaamonde señala que las decisiones de la Xunta van a convertir “un hospital nuevo y flamante en un hospitalito con servicios recortados que va a obligar a los pacientes a ir a otras ciudades para recibir tratamiento y los profesionales no van a poder desarrollar sus carreras como desearían. Y lo mismo pasa en hospitales comarcales como el de Monforte, A Mariña o Barbanza”.

Vaamonde cree que “surgen conflictos en aquellos lugares en los que los ciudadanos y los profesionales observan directamente las consecuencias de estas políticas”. Y cree que la movilización “irá a más”. También lo cree Manuel Martín, que recuerda que “las medidas que adopta el Gobierno gallego no perjudican sólo a los profesionales, sino a todos los ciudadanos. A partir de ahora cada vez más gente se va a ver excluida de la atención sanitaria. Y casos que hasta ahora eran puntuales, como el inmigrante que falleció en Baleares, serán habituales. En el resto de Galicia debería haber una mayor respuesta por parte sobre todo de los sindicatos y de las fuerzas de la oposición”, reclama.

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