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Feijóo adelanta el último gran debate de la legislatura gallega y lo hace coincidir con la posible confirmación de nuevas elecciones

Feijóo, tras la reunión semanal de su Gobierno, el pasado jueves

David Lombao

Quince de los veinticuatro debates de política general que se han celebrado en la historia del Parlamento de Galicia se desarrollaron en el mes de octubre, la mayor parte de ellos en su primera quincena. Dos de los cuatro primeros se habían celebrado en febrero y los otros dos, en marzo, mismo mes que acogió los tres primeros de la etapa con Alberto Núñez Feijóo en la presidencia de la Xunta, cuando coincidían con el mes en que el PP ganó las elecciones que lo llevaron al poder. Únicamente dos, el de 1994 y lo de 1999, fueron convocados para el mes de septiembre. El mismo en el que se va a celebrar este 2019.

El Gobierno de Feijóo acaba de decidir romper con la que fue su dinámica habitual en los últimos cinco debates, de 2013 a 2018 -en 2016 no se celebró por ser año electoral-. Acaba de iniciar los trámites para pedir al Parlamento que convoque el conocido como debate sobre el estado de la autonomía “en este mes de septiembre”.

El adelanto no es especialmente relevante en cuanto al tiempo -son apenas unas dos semanas con relación al del año pasado, por ejemplo- pero sí tiene relevancia política. Celebrarlo antes de que finalice septiembre implica que el último debate de política general de la legislatura gallega, que además será el primero con el socialista Gonzalo Caballero como líder de la primera fuerza de la oposición, implica que coincida inmediatamente después de una investidura de Pedro Sánchez en virtud de un acuerdo in extremis entre PSOE y Unidas Podemos. O, por el contrario, que coincida con el escenario que parece más probable: la confirmación de que el 10 de noviembre se celebrarán nuevas elecciones generales por falta de acuerdo entre estas fuerzas.

La Mesa del Parlamento, órgano con mayoría absoluta del PP, será la encargada de fijar la fecha esta próxima semana. Dado lo ajustado del calendario y las dinámicas habituales de la Cámara, lo más probable es que quede fijado para la última semana completa de septiembre. Si comienza en martes, como es habitual, comenzará el martes 24 de septiembre. O, lo que es lo mismo, un día después de que queden convocadas las nuevas elecciones generales si no existe acuerdo para la investidura de Pedro Sánchez.

Todas las fuerzas de la opinión ven electoralismo en la maniobra de los de Feijóo. El socialista Gonzalo Caballero censura esta decisión “unilateral” del presidente de la Xunta, que atribuye a una intención de “utilizar” la institución parlamentaria para sus “intereses” electorales. Pero su grupo, advirte, está “preparado” para demostrar que el proyecto político de Feijóo está “agotado”.

Desde el grupo Común da Esquerda su portavoz en materia institucional, Manuel Lago, consideró el movimiento como un “escándalo democrático” por “utilizar el Parlamento en beneficio del PP”, utilización que también reprocha el BNG. Desde el Grupo Mixto su portavoz, Luis Villares, líder de En Marea, observa “una demostración más de como Feijóo usa las instituciones de autogobierno de Galicia para el interés de su partido”.

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