Jorquera debuta con una llamada a la “insumisión” y al “derecho a decidir” de Galicia
No era fácil el papel de Francisco Jorquera en su debut en el primer gran debate parlamentario de la legislatura. El portavoz del BNG en la Cámara llegaba, como admitió desde la tribuna, tras un “fuerte revés electoral” que debe llevar su formación a “cambiar y mejorar”. “Pero le demando a usted esa misma humildad”, reclamó de Alberto Núñez Feijóo, quien, considera, no está “legitimado por la sociedad para continuar con las políticas de saqueo”, ya que “sólo uno de cuatro ciudadanos inscritos en el censo electoral votó el PP”. Fueron estos los pilares sobre los que el nacionalista asentó un discurso de tono programático, encaminado a pergeñar aquello “por lo que trabajará el BNG a lo largo de esta legislatura”, unas aspiraciones que, afirma, tienen como horizonte que el país pueda ejercer su “soberanía” y la “autodeterminación”.
En plena crisis global el Estado de las Autonomías sufre la suya propia, es “irreversible” y “sólo tiene dos salidas: ”ruptura del Estado o su reformulación“ en clave plurinacional. Y, en ese contexto, explica, la ciudadanía gallega debe ejercer el derecho ”a decidir libremente sobre sus asuntos y gestionar, en su beneficio, sus propios recursos“. No habla el portavoz del Bloque de ”independencia, por mucho que sea una opción plenamente legítima“, sino de una capacidad de decidir ”plena y permanente“.
¿Y esa capacidad, para que? Para que Galicia, dice Jorquera readaptando el poema de Alfredo Brañas, responda al llamamiento de “levántate y anda”, pero no “como en Irlanda”, sino “como en Islandia”, abandonando los males de ser “una colonia de una colonia” y declararse “insumisa” ante “los hombres de negro” y “la troika”, expuso, en una afirmación que suscitó las risas explícitas en la bancada popular y de su candidato, así como el aplauso en la del Bloque y también en la de AGE: “El camino tiene que ser otro, renegociar la deuda y, si Bruselas no quiere, simplemente no pagarla”, resumió. “La valentía -enfatiza- no consiste en exprimir a los de abajo para defender los intereses de una minoría”, especialmente si esta se corresponde con la banca, dice.
Sobre estas exigencias para el marco general, explica Jorquera, el BNG intentará sacar adelante su apuesta “alternativa” por la “economía para las personas” y la “regeneración democrática”. Porque Galicia, asegura, “corre el riesgo de morir del éxito electoral” de Feijóo mientras padece indicadores “propios de un país bajo los efectos de una guerra”, en el caso demográfico y donde cabe preguntarse “qué hizo” Feijóo durante cuatro años, además de ser “cómplice” del “diseño europeo y estatal que condena a Galicia a la condición de periferia económica y de país dependiente”. En su opinión, el líder conservador no hizo “nada”, excepto “deshacer políticas” heredadas, en ámbito como el naval, el lácteo y los demás sectores productivos. Tampoco en el sector financiero, ni para lograr que los “responsables del pillaje, se llamen Méndez o Gayoso” respondieran por sus actos.
Durante estos años, concluye Jorquera, el BNG intentará emendar sus propios errores mientras busca que Galicia ponga en práctica “la voluntad, como pueblo, de ser protagonistas de nuestra historia”. Porque el contrario, lo que representa el PP, afirma, supone condenar al país “a la irrelevancia política” y a “ser espectador dócil de lo que otros deciden por nosotros”.
