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Feijóo da largas a la oposición que le pide reunirse para enfocar la reconstrucción económica tras la pandemia

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.

Daniel Salgado

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El presidente de la Xunta no tiene prisa por reunirse con los líderes de las fuerzas de la oposición. A pesar de que la nacionalista Ana Pontón le ha pedido un encuentro por carta y el socialista Gonzalo Caballero de viva voz en la sesión de control del Parlamento de Galicia, Feijóo les ha dado largas. Seis meses después de haber tomado posesión, y en medio de las dificultades desatadas por la epidemia de coronavirus, todavía no los ha llamado. Y hoy los remitió, como mínimo, al final de los trabajos de la comisión de reactivación de la Cámara gallega.

Fue Caballero quien, este martes, llevó a las preguntas al presidente su solicitud. “Estaré a la hora que quiera y donde quiera para hablar de la crisis que preocupa a los gallegos”, dijo. Una semana antes, Pontón, cuyo grupo de 19 diputados es el segundo del hemiciclo tras el PP, lo había hecho por escrito: “Solicito una reunión con el presidente de la Xunta porque, dada la situación que vive Galicia y sus durísimas consecuencias, es tiempo de diálogo, de propuestas, de negociación y de sumar en positivo”. De entrada, Feijóo se había mostrado abierto, aunque derivaba la responsabilidad de acordar formato a la oposición. Aprovechó incluso para meter el dedo en las deterioradas relaciones a nivel gallego de BNG y PSdeG. “Si vienen juntos será antes, si es por separado pues veremos a ver”, expuso la pasada semana.

Pero el presidente gallego prefirió en esta sesión de control agarrarse a la aguja de marear. Ante Gonzalo Caballero aplazó cualquier contacto a después de que el órgano parlamentario encargado de discutir sobre la reactivación social y económica finalice sus trabajos. “Usted no me ha pedido la reunión formalmente y debía respetar este Parlamento y los 49 comparecientes en la comisión”, le espetó, “mi propuesta es avanzar en ella, cerrar las propuestas y vernos después”. La falta de interés de Feijóo por hablar con la oposición contrasta con su insistencia en que el Gobierno central cuente con su opinión sobre los más variados temas.

El Gobierno central “copió los ERTE” de los asesores de Feijóo

El desplante a nacionalistas y socialistas ocurrió en el mismo debate en el que el presidente avanzó una sorpredente tesis. Según expuso en una de sus réplicas a Caballero, el Ejecutivo central “copió los ERTE y la liquidez” del grupo de economistas y empresarios que lo asesoró durante la desescalada de la primera ola de la pandemia. Pero la hemeroteca no acaba de confirmarlo. Ya en el Consejo de Ministros del 17 de marzo de 2020, el gabinete de Pedro Sánchez aprobó “flexibilizar las condiciones para que las empresas soliciten expedientes temporales de regulación de empleo” para reducir los despidos. Otros muchos países europeos adoptaron medidas análogas.

A la intervención de Ana Pontón, que interrogaba al presidente sobre sus políticas de igualdad entre mujeres y hombres, respondió asegurando que la equiparación de género “es un logro colectivo”. Y no dudó en tildar de “indencencia” que la nacionalista acusase al PP de “cuestionar el derecho de las mujeres a manifestarse” y hacerlo “de la mano de la extrema derecha”. La realidad es que Feijóo en ningún momento de las últimas semanas contradijo a su partido, cuyo diputado por Lugo Jaime de Olano exigió la prohibición por ley de las marchas del 8M en todo el Estado. Y siempre ha dado alas a la teoría ultra de que el Gobierno permitió las movilizaciones del pasado año a pesar del riesgo del coronavirus, entonces incipiente. Él se limitó a desplazar la responsabilidad al Ejecutivo central y a pedir un “criterio único” estatal.

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