“Las tragedias que viven las personas están haciendo que las resistencias a la unidad cedan”
Poco antes de las elecciones del pasado octubre se formó en Ferrolterra la Asamblea Popular del Movimiento Social en apoyo a la coalición de Alternativa Galega de Esquerda. Se trataba de que movimientos sociales y colectivos y personas a título individual trabajaran conjuntamente para promover la candidatura de AGE en los comicios. Y, una vez constituido el Parlamento, el objetivo pasaba a ser transmitirles a los diputados y diputadas de AGE las demandas de la ciudadanía para que las llevaran a la cámara y vigilar el cumplimiento del programa electoral.
El 28 de septiembre la asamblea aprobó un manifiesto que se cerraba afirmando la constitución “en asamblea de centinelas del mandato popular, de forma que las personas que resulten electas, den cuenta de este mandato ante esta asamblea”. Desde entonces se han celebrado otras dos reuniones a las que ya han asistido diputados y diputadas de AGE. Este mecanismo que funciona en dos direcciones: llevando la actividad del Parlamento hasta la ciudadanía y las demandas de la base social hasta la cámara y fiscalizando y a la vez fortaleciendo el trabajo de la coalición, es observado desde otras comarcas en las que en los próximos meses se van a poner en marcha asambleas semejantes. Por ejemplo, en Pontevedra está convocada una Asamblea Abierta de apoyo ciudadano a AGE para el próximo 1 de marzo. Hablamos con Lupe Ces, militante de múltiples movimientos sociales en la comarca desde los ochenta y una de las principales impulsoras de esta asamblea.
¿Cómo nace la idea de poner en marcha la Asamblea?
La existencia de la asamblea no se puede entender sin tener en cuenta que desde hace al menos cuatro años se viene dando un movimiento unitario entre los movimientos sociales de la comarca. Aquello tuvo su visualización hace dos años en la celebración del Foro Social de Ferrolterra. A partir de ahí se formó el Encuentro Social de Ferrolterra con las Redes de Apoyo Mutuo y con otra serie de iniciativas como la Red de Cambio y otras como un Banco de Tiempo que se va a poner en marcha. Todo eso es lo que explica que cuando aparece la posibilidad de conformar una alternativa política unitaria en Ferrol las cosas sean muy sencillas.
¿Incluso para apoyar movimientos sociales y personas de muy diversa ideología una organización política de forma unánime?
En la Asamblea no participan las organizaciones sociales como tales organizaciones, entre otras cosas porque dentro de ellas puede haber gente que no quiera ligarse a ningún partido o que están ligadas a otras fuerzas distintas de AGE. Pero las personas que participan en la Asemblea, aunque no militen en los partidos políticos que forman la coalición, sí que ven en AGE la expresión política que faltaba. Se ilusionan por AGE y ponen su esfuerzo en la campaña electoral. De hecho, en los mítines electorales de AGE intervenían personas que no iban en la candidatura sino que eran representantes destacados de colectivos sociales o del movimiento vecinal.
¿Cómo es el funcionamiento de la asamblea?
En la primera asamblea que celebramos se aprobó un manifiesto y los objetivos. Nos conformamos en centinelas de ese mandato popular en la medida en que las personas que elegimos para que nos representaran en el Parlamento debían convertirse en un poder obediente a la voluntad ciudadana. Es un espacio de debate. Hay mucho debate político. Y es también un espacio de reconocimiento. Estamos gente que venimos de culturas políticas muy distintas pero que gracias a la convivencia y al conocimiento mutuo estamos conformando una unidad real y una unidad para poder llevar a cabo el proyecto de AGE: la rebelión cívica.
¿Cuáles son los principales retos y obstáculos pendientes?
Hay un problema de comunicación. Muchas de las iniciativas que AGE presenta en el Parlamento no llegan a ser conocidas por los ciudadanos. Una de nuestras grandes preocupaciones es de qué manera se pueden mejorar los canales de comunicación. El otro gran reto es la consolidación de AGE como alternativa política más allá de lo que es el grupo parlamentario. Vamos a organizar un gran acto público en Ferrol para que haya un contacto directo entre representantes y representados.
¿Estáis en contacto con asambleas parecidas en otras comarcas o asambleas que estén en fase de constitución?
En otras comarcas el proceso está siendo distinto y es AGE la que convoca a los movimientos sociales. En Ferrolterra fue al revés: fueron los movimientos sociales los que se unieron para fortalecer a AGE. Eso también tiene que ver con la existencia de ese trabajo previo que comentaba antes. En el proceso de consolidación de AGE está habiendo una interferencia, que es que primero Anova tiene que finalizar su propio proceso de constitución.
¿En ese proceso de convergencia de fuerzas acabarán confluyendo AGE y el BNG?
La realidad está forzando esa situación. Independientemente de las propias fuerzas políticas, las tragedias que viven las personas están haciendo que esas resistencias cedan. Lo vimos estos días en A Coruña en la lucha contra el desahucio de Aurelia: la gente de BNG, de IU y de Anova estaba luchando conjuntamente. La realidad también está forzando a que fuerzas políticas como el BNG, que tenía una metodología de trabajo en las instituciones que tendía a homologarse a los grandes partidos, cambien esa forma de actuar. Falta ahora que esa supuesta contradicción entre nacionalismo e izquierda se supere a través de la suma de todas las visiones y de todos los proyectos. De eso trata un proceso constituyente: redactar unas nuevas bases de mínimos en los que una mayoría social nos podamos reconocer.