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Casi 800.000 vehículos entran cada día en las siete ciudades gallegas

La Avenida de A Vedra (Alfonso Molina) es la principal vía de acceso a A Coruña

Marcos Pérez Pena

Casi 800 mil vehículos entran cada día en las siete ciudades gallegas, según los datos medios para 2016 publicados por el Ministerio de Fomento, y teniendo en cuenta únicamente las vías de acceso principales. A Coruña es con gran diferencia la urbe con más tráfico de entrada y salida, superando ampliamente los 200 mil diarios, muy por encima de Santiago de Compostela y Vigo, por encima de 100 mil, y de los otros cuatro ayuntamientos, algo por debajo de esa cifra: alrededor de 90 mil en los casos de Pontevedra, Ferrol y Ourense, y sobre 65 mil en el de Lugo.

El dato contiene sesgos en algunos casos (vehículos que desde los ayuntamientos del entorno entran en las carreteras que atraviesan ciudades como Ourense o Pontevedra para dirigirse a algún otro lugar) y no tiene en cuenta duplicidades (algún vehículos que puedan hacer el mismo viaje de acceso a la urbe dos o más veces en el mismo día). Al tratarse de una media, en todo caso, el dato tampoco refleja la relajación del tráfico en los fines de semana.

En los últimos años son cada vez más numerosas las voces que vienen reclamando soluciones a la elevada densidad de tráfico en determinados accesos a las ciudades gallegas. En A Coruña está sobre la mesa la reforma de la Avenida de A Vedra (Alfonso Molina), para convertir en una verdadera avenida urbana lo que hoy es una vía de alta capacidad de parte a la mitad varios barrios. Y en Santiago de Compostela se repiten las quejas por la congestión que se produce en el acceso sur a la ciudad, en la N-550 a la altura de Milladoiro.

De igual manera, se pone sobre la mesa la demanda de mejoras en los servicios ferroviarios, de cara a con un tren de cercanías del que Galicia carece, siendo la única comunidad autónoma de todo el litoral español que no posee este servicio. También se reivindica la habilitación de más y mejores vías ciclables en las urbes gallegas y en su entorno, un proceso que ve avances en Vigo o A Coruña, pero muy lentos.

Galicia no sufre aún los problemas de contaminación de Madrid o Barcelona. Sin embargo, el Informe sobre la calidad del aire en el Estado Español 2016 elaborado por Ecologistas en Acción alertaba hace unos meses de los elevados niveles de dióxido de nitrógeno, ligado al tráfico rodado (sobre todo a los vehículos diésel), registrados en las estaciones de medición de Riazor (A Coruña) y Coia (Vigo).

La situación, por ciudades

Llaman especialmente la atención los datos de A Coruña, que supera ampliamente los 200 mil accesos sumando las cifras registradas en la Avenida de A Vedra (121.825 vehículos diarios), AC-12 (40.268), Tercera Ronda (12.913), AC-552 (20.254) y AC-415 (17.675). La apertura de la Tercera Ronda en los últimos años ha contribuido a diluir un poco la concentración de tráfico en las restantes vías, de forma que Alfonso Molina vio descender su media de vehículos entre 2012 y 2016 (de 125.017 a 121.825) y la AC-12 de 46.893 a 40.268. Sin embargo, la cifra total sigue aumentando.

Vigo presenta cifras menores, pero con el tráfico concentrado en dos accesos principales: la conexión con la AP-9 (54.512) y la Avenida de Madrid (39.193), que suman casi 100 mil vehículos diarios, además de los que se incorporan a la ciudad desde el sur. Santiago de Compostela ronda los 100 mil vehículos diarios tan sólo sumando las entradas de coches por el norte (N-550, A-54 y AP9) y por el sur (N-550 y AP9), sin tener en cuenta las vías de conexión con Bertamiráns y Noia o las que se dirigen a A Estrada, Lalín y Ourense.

En Ferrol, a pesar del descenso poblacional, el número de vehículos apenas ha variado en los últimos cuatro años, aunque a diferencia de otras ciudades en este caso el tráfico está muy repartido entre el tramo final de la AP-9, el Puente de As Pías, la Carretera de Catabois y la FE-12. Lugo es la que menos circulación registra y sólo en la circunvalación que conforma la antigua N-6 el número de vehículos diarios supera los 25 mil.

Pontevedra y Ourense sufren el peso añadido de ser zonas de paso entre varias comarcas. En la ciudad de As Burgas destaca la elevada densidad del tráfico de los accesos desde el sur por la N-525 (28.619 coches diarios) y desde la A-52 (17.430). En Pontevedra, la N-550 mueve más de 40 mil vehículos diarios sumando los accesos norte y sur, desde O Morrazo llegan otros 26.499 y desde O Salnés unos 13.734, a los que hay que sumar los más de 30 mil coches diarios que pasan por la AP-9.

Esta estadística está muy relacionada con el uso que los gallegos realizan del vehículo privado, también en las grandes ciudades y áreas metropolitanas, bien por hábito o por deficiencias en el transporte colectivo o su carencia. Según el Instituto Gallego de Estadística (datos de 2015), el 67% de las personas que trabajan fuera de casa en Galicia emplean el coche para desplazarse hasta allí, un porcentaje que en las siete ciudades oscila entre el 70% de Ferrol y el 66% Lugo hasta el 56% de Ourense y el 53% de A Coruña. Y eso a pesar de que la proporción de ocupados y ocupadas cuya vivienda está en el mismo ayuntamiento que su lugar de trabajo supera el 74% en seis de las siete urbes y sólo es algo menor en Pontevedra (64%).

El uso del vehículo privado es 13 puntos superior en los hombres

El uso del coche para ir a trabajar es ampliamente mayoritario tanto en los hombres como en las mujeres, pero el IGE muestra una gran diferencia entre uno y otro sexo. El 73,1% de los hombres recurre habitualmente al vehículo privado, frente al 60,4% de las mujeres. Ellas emplean el transporte público el doble (6,74%) que ellos (3,45%). De igual manera, la proporción de las que van caminando (o en bicicleta) a su centro de trabajo es muy superior: 30,23% frente a 21,76%.

Las diferencias se mantienen cuando de lo que se trata es de ir de compras: el 58,8% de los hombres va en coche, frente al 51,3% de las mujeres. Una proporción semejante a la que se da para acudir a actividades de ocio (58,78% frente a 50,38%) o para visitar la familiares y amigos (72% frente a 66%).

En las últimas semanas, el estudio encargado por el Gobierno municipal de Madrid sobre el impacto de género en el soterramiento de la M-30 ha puesto sobre la mesa las grandes diferencias existentes entre hombres y mujeres en el uso del transporte público o la importancia de la elección de una u otra política urbanística para la seguridad o el bienestar individual, en función del sexo de la persona afectada.

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