La Xunta prevé dejar sin ayudas para libros de texto a 30.000 estudiantes más en 2014
La eufemística denominación de “gratuidad solidaria” fue el apodo elegido por la Xunta del PP para el modelo de ayudas parciales con el que sustituyó el sistema de préstamo de libros de texto implantado por el Gobierno de coalición de PSdeG y BNG. Como ya se ha analizado, este modelo –defendido como austero y equitativo por los responsables gubernamentales– ya no supone apenas ahorro para el erario público y, además, no garantiza el acceso en igualdad de condiciones a los manuales para todo el alumnado de la enseñanza sostenida con fondos públicos. Lejos de tender a ampliar el número de estudiantes beneficiarios de las ayudas, los Presupuestos de 2014, presentados como los del “inicio de la recuperación económica”, aplican la tijera y dejan fuera a casi 30.000 alumnos y alumnas más que en el ejercicio anterior.
En la memoria incluida en las cuentas públicas del presente 2013, la Consellería de Educación incluyó por primera vez una estimación de las personas que recibirían estas ayudas, enmarcadas en el objetivo de “promover un sistema educativo orientado a la excelencia educativa, fomentando la educación en valores como el esfuerzo, el mérito y la capacidad”. En ese presupuesto, el primero de la segunda legislatura de Feijóo, se estimaba que los estudiantes “beneficiados” serían unos 163.000, lo que suponía una tasa de cobertura del 65%. Un año más tarde la cifra baja hasta 136.000 beneficiarios y beneficiarias, 27.000 menos.
Así las cosas, habida cuenta de las cifras de alumnado matriculado en Primaria, ESO y Educación Especial –niveles a los que afectan estos subsidios– que maneja Educación, esto quiere decir que hay case 86.000 estudiantes que no recibirán ayuda ninguna, lo que no quiere decir que los restantes tengan, ni mucho menos, libros gratis. Para atender a este contingente de estudiantes y también a las familias a las que la aportación de la Xunta no les llega para comprar todos los manuales, numerosas asociaciones de padres y madres, así como diversos ayuntamientos, están ya articulando desde hace meses múltiples bancos de libros.
Un recorte presupuestario del 25%
La menor cobertura de las ayudas es consecuencia lógica del recorte presupuestario que el departamento que dirige Jesús Vázquez aplica en 2014 a estas ayudas para comprar libros y material escolar. En el año 2013, esta partida presupuestaria disponía de un crédito de 12,8 millones de euros, pero ahora disminuye hasta 9,5, resultado de sumar los 8 millones para ayudas a la compra de libros ordinarios y el millón y medio aportado para “libros de texto electrónicos”. En síntesis, un recorte del 25%.
El nuevo recorte de la Consellería es más intenso que entre 2012 y 2013, cuando llegó al 8%. Esa merma implicó que el dinero para hacer frente a las solicitudes de ayudas no fueran suficientes, obligando a la Xunta a realizar una aportación extraordinaria en este mes de octubre. Lo mismo ha venido ocurriendo todos los años desde el fin del programa de préstamo. Esto no impide, así y todo, que el Gobierno vuelva a mermar los recursos en su proyecto económico para el próximo año.